lunes, 22 de abril de 2013
Crítica de "La Caza"
A día de hoy Lars Von Trier es el realizador danés más reconocido en el mundo, los estrenos de sus películas se convierten en un acontecimiento para la prensa cinematográfica y cuando abre la boca hace correr ríos de tinta. La cinematografía danesa está en pleno estado de forma, no solo por su gran vaca sagrada sino por directores como Nicolas Winding Refn, Susanne Bier, Lone Scherfig, Nikolaj Arcel, del que hemos visto hace poco la excelente Un Asunto Real, o Thomas Vinterberg. Este último se encuentra entre los fundadores del movimiento Dogma 95 y nos regaló una de sus mejores obras, La Celebración. Vinterberg estrena ahora La Caza, que fue galardonada en el pasado Festival de Cannes y en los premios del cine europeo, y que está especialmente vinculada con el film con el que se dio a conocer.
El gran protagonista de La Caza es Lucas, un hombre de unos cuarenta años, recientemente separado, y que trabaja como profesor en una guardería. Es además un buen amigo de sus amigos y contemplándole nadie diría que es un mal tipo. Pero un buen día una de sus alumnas, la hija de su mejor amigo, dirá algo sobre él, y lo que parece un comentario fruto de su imaginación se convertirá en la acusación de un delito tan grave como es el abuso sexual a menores, desatándose la histeria en una ciudad tan pequeña en donde todos se conocen.
El germen de La Caza está en varios casos reales, especialmente se basa en uno sucedido en Noruega hace dos décadas, y se puede entender como una vuelta de tuerca que hace Vinterberg de La Celebración, en donde los hijos ya adultos acusaban a su padre de haber abusado sexualmente de ellos. También bebe de otros títulos como Mi Mapa del Mundo de Scott Elliot, La Duda de John Patrick Shanley y sobre todo de La Calumnia de William Wyler, de visión obligatoria en donde Audrey Hepburn y especialmente Shirley MacLaine hacían un trabajo descomunal. En La Caza vemos cómo una simple mentira es capaz de arruinar la vida de una persona, no solo pierde su trabajo, pierde a sus amistades y es expulsado de la sociedad, aunque se demuestre su inocencia. Puro terror, sobre todo porque cualquiera podemos ser objeto de tales acusaciones. Vinterberg como realizador y como guionista, nuevamente firma junto a Tobias Lindhom (Borgen), no te da respiro en las casi dos horas de metraje, y te da una patada en el estómago.
La Caza es la prueba por la que Mads Mikkelsen debería comenzar a jugar ya en la liga de los superactores porque es realmente prodigioso lo que hace. Probablemente por su físico se vea encasillado en los papeles de villano en las producciones internacionales como en Casino Royale o actualmente en la serie Hannibal, pero en la película de Vinterberg interpreta a un hombre normal y corriente que poco a poco se va rompiendo, y en ningún momento, ni en la tremendísima escena de la Iglesia, te da la sensación de que Mikkelsen pierda los papeles, me puedo imaginar a cualquier otro actor en la piel de Lucas y el resultado habría sido totalmente diferente, y probablemente catastrófico. El actor danés fue premiado en el pasado Festival de Cannes y La Caza se estrenará en los Estados Unidos el próximo mes de julio, me gustaría pensar que Mikkelsen, ahora que tiene algo de relevancia gracias a su interpretación de Hannibal Lecter en televisión, aunque la serie de la NBC no tenga una audiencia para tirar cohetes, sea promovido para todos los premios del año, porque dificilmente veamos una interpretación que reúna tanta calidad.
El resto del reparto no tiene nada que envidiarle a Mikkelsen. Especialmente Thomas Bo Larsen, que interpreta al padre de la supuesta víctima. Y no me puedo dejar atrás a la pequeña Annika Wedderkopp, es realmente alucinante lo que Vinterberg ha podido sacar de una niña de tan corta edad en un papel francamente difícil.
Me parecería imperdonable dejar atrás una de las mejores películas que se han estrenado en mucho tiempo. Corred a verla.
Autor: Mary Carmen Rodríguez (lashorasperdidas)
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