martes, 16 de julio de 2013

'El hipnotista': ¿Has vivido algún buen libro últimamente?


Siempre recordaré la (genial) frase con la que se promocionaba, en 1995, la notable pesadilla lovecraftiana que era 'En la boca del miedo' de John Carpenter: ¿Has vivido algún buen libro últimamente?. Una vez de vuelta a esta página de la realidad, la del día a día, de eso precisamente se trata a la hora de leer un libro, de en cierto sentido "vivirlo", y a ser posible al margen de la realidad de ese mismo día a día. Dicho potencial, en su salto a la gran pantalla, debe de ser replanteado en base a las opciones cinematográficas para que la producción resultante pueda, en alguna medida, competir con dicha experiencia. A esto comúnmente se le llama "adaptar", si bien hay una diferencia sustancial entre "adaptar"... y darle algo de vida a esas mismas palabras.

No se me ocurre mejor ejemplo que el de 'Millennium': mientras que Niels Arden Oplev llevó a cabo una "adaptación" de las palabras de Stieg Larsson, David Fincher se dedicó a "darles vida". Independientemente de la calidad del material original, el primero hizo un filme correcto, mientras que el segundo uno magistral. Y es que esa viene a ser la diferencia no ya sólo sustancial, sino también fundamental a la hora de trasladar -con éxito- cualquier material de un soporte a otro, pues se trata más de replantear que de adaptar, en verdad. Cada medio tiene su librillo, los cuales si bien se rigen por unas mismas directrices emocionales requieren de recursos, en ocasiones, completamente distintos. Incluso para representar lo mismo. O dicho de otra manera, hay cosas que leídas quedan mucho mejor que vistas, y viceversa. La fuerza de las palabras, el poder de una imagen.

Con 'El hipnotista' ocurre algo similar, por no decir idéntico, a lo que le ocurría al filme que nos dio a conocer a Noomi Rapace: Lasse Hallstrom lleva a cabo una adaptación tan correcta como cabe esperar de un realizador de su categoría, si bien al resultado final le falta la misma vida de la que aquella también carecía. ¿Cosa de los del norte (y su gélido estado de ánimo)? Hallstrom es un realizador de la vieja escuela curtido en la industria de Hollywood que, antes de ser el mejor amigo de Nicholas Sparks, demostró no pocas veces su solvencia. Y 'El hipnotista' es efectivamente una producción solvente dentro de su ámbito de acción... solvente pero impersonal, demasiado educada y contemporizada, y que carece tanto de mordacidad narrativa como credibilidad a la hora de plasmar sus consabidos (y rebuscados) giros de guión.

A la cinta sin embargo, aunque esté lejos de la alegría de 'Headhunters' o la incómoda frialdad de 'Silencio de hielo', por citar otras dos recientes también llegadas del norte, se la puede salvar de la quema por su pulcro acabado formal y por su mimo en construir unos personajes sobre los que hacer girar el argumento. En parte se consigue, en parte se dilata en exceso el desarrollo de una trama cuyo ritmo, quebrado, sabotea constantemente su propio nervio en detrimento de una tensión que, en última estancia, se diluye como un azucarillo en una taza de café... y con él, el interés. ¿Has vivido algún buen libro últimamente? La "adaptación" de 'El hipnotista' no se "vive", sólo se ve como si fuera una más, y sin capacidad alguna para evadirnos de la realidad del día a día, sin capacidad alguna para "hipnotizarnos", se la olvida. Sin más y sin dolor, ni remordimientos.

Autor: Juan Pairet Iglesias (El Séptimo Arte)

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