jueves, 7 de marzo de 2013

Crítica de "Los Amantes Pasajeros"


El cine de Almodóvar es sin duda uno de los más personales de nuestra cinematografía, pero también, sobre todo tras La Mala Educación, un cine polémico no tanto en los temas que toca, sino por el debate que automáticamente suscita cada una de sus películas y el propio director. La cosa ha llegado a tal punto que a veces se habla más de las reacciones que generan sus películas que de éstas, y eso lo han fomentado tanto el director como la prensa en un ejercicio de retroalimentación tan poco sano como comer picante cuando tienes el ojete frágil. Parece que criticar su cine es cometer un pecado y celebrarlo una especie pleitesía que ni el ABC con la Casa Real. El regreso a la comedia del director no está siendo una excepción pero quizás mucho se deba a que el grueso de opiniones, en buena medida por cómo funciona Internet, acaban estando muy polarizadas. Ya casi no hay espacio para los grises y menos cuando se trata de personalidades tan notorias como el propio director o alguno de sus más famosos detractores.

Siendo su última película, La Piel que Habito, una película con algunos hallazgos pero con muchas señas del director convertidas en forzadas muestras de autoría, y tras una década bastante oscura a nivel temático, Los Amantes Pasajeros resulta un rayo de luz muy agradecido. Si los últimos títulos bebían mucho de traumas, miedos y formas de amor retorcidas, en este título se respira alegría por vivir, por muy caótica, imperfecta o ridícula que puedan resultar la película y sus personajes.


Ese tono y esa exaltación del caos vital como fuente de la comedia se refleja mucho en un guión que es también un popurrí de ideas locas unidas entre sí por una premisa sencilla: un vuelo que se tuerce por un problema mecánico (debido a un error humano). La película, una de las más corales del director, une en 90 minutos un abanico de tramas tan insólitas y dispares que no será desacertado achacarle la falta de un tema central que unifique el conjunto, por otro lado, podría decirse que eso es un acto de coherencia con la situación planteada. De algún modo es como aquella escena de Casi Famosos en la que, al borde de la muerte, los miembros del grupo musical protagonista empezaban a hacerse confesiones de todo tipo antes de estamparse contra el suelo. La diferencia es que aquí los personajes, salvo la tripulación, no tienen relación entre sí, y que Almodóvar ha metido en los personajes más pluma que en la bomber de un bakala.

También el director tira de situaciones y casualidades tan forzadas que acaban contribuyendo a la propia comedia. Pero sería absurdo pedirle realismo a una película que funciona como un conjunto de gags con el sello de Almodóvar. Una película que no engaña a nadie porque hace de lo excéntrico y lo absurdo su bandera hasta convertirse en una celebración del error. Algo muy distinto a lo que requería su anterior película, que pretendiendo ser un thriller con personajes complejos dejaba las motiviaciones de muchos de ellos sin apoyos suficientemente fuertes.


Es una película puramente lúdica, para disfrutar de unos diálogos ágiles y personajes totalmente excéntricos, para reírse con lo forzadamente gay, caótico e imposible que es todo. Es simplemente un desparrame de comedia sin filtros y lo importante no es tanto sacar una idea concreta como un conjunto de sensaciones positivas, como si ese vuelo absurdo funcionase como una terapia tanto para el público como para el director, en la que enorgullecerse de las imperfecciones, y una vez fuera, volver a lo cotidiano con otra actitud. Aunque suene a tópico, hay que dejarse llevar.
No es una película perfecta, pero es una película francamente divertida.

P.D.: Más allá de la peli en sí y volviendo a la polémica que mencionaba al comienzo, me pregunto si hay una puyita a la crítica y el público menos afines en el hecho de que la clase turista vaya totalmente narcotizada y sean los verdaderos protagonistas, esa gente imperfecta pero llena de personalidad, los que van en primera exprimiendo sus vidas al límite. El tiempo dirá.

Los Amantes Pasajeros, 6.9 out of 10 based on 21 ratings



Autor: Javier Ruiz de Arcaute (lashorasperdidas)

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