lunes, 18 de marzo de 2013

Crítica de "Amor y letras"


Josh Radnor y la nostalgia de las lecturas perdidas.

El ciudadano norteamericano medio maneja con precisión el concepto ‘Volver a casa’ en sus distintas variantes: veraniegas, navideñas, luctuosas o con el rabo entre las piernas. De esa tradición secular, el cine de aquel país ha logrado extraer una rica variedad de matices al asunto, aparentemente nimio, con la sensibilidad exquisita con que un esquimal diferencia entre decenas de tipos de nieve.

Variante poco explotada del mismo tema, el retorno a la universidad adquiere nuevos aires en la segunda, tierna y ajustada película del actor, guionista y cineasta antes conocido por su papel en la serie Cómo conocí a vuestra madre, Josh Radnor. Los viajes de vuelta a la facultad quedaron apuntalados por la comedia guasona como una mera égloga del verde campus en su vertiente eróticofestiva y/o etílica (el Back to School de Rodney Dangerfield o la reciente Aquellas juergas universitarias).

Sin embargo, la nostalgia de nuestro protagonista idealiza más los días que las noches, apela a la poética del solitario, del buen estudiante, del eco del ‘Todo es posible’ antes de licenciarse y salir al mundo real. Pequeño filme de personajes, apuntalado por cuatro generaciones de actores de mirada franca, de Elizabeth Olsen (23 años) a Richard Jenkins (65), pasando por Alison Janney (52) y Elizabeth Reaser (37), Radnor (38) corrige algunos excesos poco creíbles de su anterior filme, Happythankyoumoreplease, y desengrasa las ínfulas de indie de manual hacia una más pausada melancolía de romance imposible.

Además de deswoodyallenizarse casi por completo y de instalar a su personaje en una gozosa mediocridad sociolaboral, da un paso más en ese retorno morriñoso: Radnor convierte el recuerdo de clases, profesores y libros leídos en su auténtica familia (de la que no sabemos nada, ni falta que hace), revelación que consigue hacernos empatizar incluso con su pedantería de lector culto. Historia de un buen tío contada por él mismo, Amor y letras (traviesamente burocrática traducción de Liberal Arts) no pretende renovar la comedia romántica inteligente ni el panorama independiente neoyorquino, pero consigue conectar no sólo con los eternos universitarios sino también con los corazones que seguimos buscando en los libros lo que somos incapaces de encontrar ahí fuera. 

Autor: Carlos Marañón (Cinemanía)

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