Éste era su año. Con Amor Michael Haneke ha llegado al punto álgido de su carrera canalizando esa obsesiva indagación en torno a la violencia a la situación más cotidiana y probable a la que cualquier persona pueda enfrentarse, la enfermedad de un ser querido. Porque la violencia de Haneke no es física (aunque a veces la haya), sino emocional. La violencia que supone que te arrebaten lo que más quieres, la violencia de ver rotos tus esquemas, la violencia de ver asaltada esa parcela de tu vida que consideras infranqueable, la violencia, en definitiva, de ver tu estructurada vida patas arriba unida a la impotencia de no poder hacer nada para remediarlo.
Por todo ello, y porque es un director como la copa de un pino, este año el jurado del Premio Príncipe de Asturias de las Artes ha decidido otorgarle el premio de este 2013, anteponiéndose a los otros cinco finalistas, entre los que se encontraban Carlos Acosta (coreógrafo), Bruce Neuman (artista), Arvo Prät (compositor) y Marina Abramovic (artista).
El galardón está dotado con 50.000€ y una escultura de Joan Miró que es la imagen de los premios desde hace años.
Autor: Javier Ruiz de Arcuate (lashorasperdidas)
Vía: El País
No hay comentarios:
Publicar un comentario