martes, 7 de mayo de 2013

Crítica de "La caza"


Afilado observador de las cárceles que aprisionan al ser humano en la civilización (la familia, la sociedad, la soledad…), Thomas Vinterberg lleva ese discurso pesimista a un extremo de helada desolación en la áspera 'La caza'. Cada uno de los planos que se acercan al atrapado y repudiado personaje encarnado por Mads Mikkelsen, o aquellos (todavía más crueles) que le enmarcan en un vacío físico y moral absolutamente amenazador (una comunidad casi fantasmal llena de luces navideñas terroríficas), retratan estremecedoramente que la vida es una celebración de la muerte.

Construida como una continuación menos rígida caligráfcamente que la seminal y dogmática 'Celebración' (1998) o que la incómoda 'Submarino' (2010), esta última bofetada de Vinterberg a la vena inquisitorial, calvinista y puritana de la Dinamarca actual parece dibujada con milimétrica ansia de deconstruir el melodrama nórdico. ¿Deconstrucción hacia dónde? He ahí el punto de discusión.

Si por un lado, muy estimulante y brillante, el film parece apostar por convertir al acosado protagonista de la pieza teatral 'Un enemigo del pueblo' de Henrik Ibsen en el profesor de matemáticas del peckinpahiano 'Perros de paja' (1971), por otro cae en algunos de los puntos más esquemáticos y más tópicos de ese melodrama que pretendía desmontar.

Autor: Fausto Fernández (Fotogramas)

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