viernes, 31 de mayo de 2013
'R3sacón': Efectos secundarios
Si la segunda parte venía a ser una especie de cruce entre una secuela y un remake de la primera, este tercer capítulo de la trilogía 'Resacón' vendría a ser una especie de "efecto secundario". No es tanto una secuela como un "hagamos una tercera que las otras dos tuvieron éxito", para entendernos de forma tan clara, sencilla y directa como lo es la propia película. Lo uno no quita lo otro, y esta producción "de verano" es tan consciente de sí misma que funciona perfectamente como eso mismo, como simpática producción "de verano". Como sus antecesores. O una especie de derivado que deja de lado el patrón de los dos primeros filmes para, a través de cierta pericia industrial, ofrecer una tercera función igualmente eficaz y entretenida, y en suma igualmente satisfactoria, aunque del mismo modo que ya ocurría con la segunda carezca de la chispa de la primera.
En una comparación totalmente fortuita y aleatoria, como todas, un servidor siempre ha considerado que 'Resacón 2 ¡Ahora en Tailandia!' venía a ser a 'Resacón en Las Vegas' lo mismo que 'La jungla 2. Alerta roja' lo fue a 'La jungla de cristal' original, una especie de secuela que reutilizaba el mismo esquema argumental y los mismos elementos para ofrecer un resultado similar... que no exactamente igual, y en donde se suplía el factor sorpresa por una mayor aparatosidad. O lo que vendría a ser, por norma, una secuela. Para entendernos. Siguiendo con esta comparación 'R3sacón' podría pasar por ser como la tercera entrega de las aventuras de John McClane para con sus títulos precedentes, un film en constante movimiento que se reengancha a través de algún elemento del primer filme para, finalmente, introducir a sus personajes en una dinámica distinta.
La diferencia principal -que no la única- es que John McTiernan empleó en aquel entonces un guión original "que se encontró", y que fue posteriormente remasterizado al gusto de McClane, mientras que Todd Phillips "lo ha buscado" a partir de los retazos de la primera y la segunda. Y todo ello en base a la necesidad, por supuesto, la necesidad de responder ante el éxito con una tercera parte pues, ya se sabe, que las trilogías están de moda (¿verdad Peter?). Un punto y final que no obstante, y como marcan los cánones industriales, se reserva la posibilidad de una cuarta por si acaso (y que dicho en otras palabras significa que, por favor, no se levanten en cuanto aparezcan los créditos...). En 'R3sacón' no hay ni una gran historia que contar ni unos grandes personajes que desarrollar: se trata básicamente de pasarlo bien, de salir "de marcha" una vez más.
Phillips se dedica a reciclar los diversos ingredientes ya presentes en los otros dos filmes para, de la misma manera en que lo es Alan, convertir a la cinta en una especie de "hijo de papá". No se trata necesariamente de vivir de las rentas, pero sí existe una dependencia casi congénita que por otro lado respalda el principal "fallo" de la función: que de tanto sacar punta a lo que ya conocemos (los casi irritantes Galifianakis & Jeong), por inercia, se despreocupa por completo de aportar algo "nuevo", léase por ejemplo lo desaprovechado que está el casi siempre excelente John Goodman (o que Justin Bartha siga estando de adorno). La cinta se dedica a servir ante todo al fan, a ese espectador predispuesto a reírle de nuevo las gracias sin apenas ambición por conquistar nuevos horizontes y/o espectadores. De ahí que se recupere a personajes como el "Doug negro" o localizaciones como Las Vegas, guiños que hay que ver más como pistas de una reedición de un Grandes Éxitos (sin remasterizar).
El resultado es igualmente entretenido, ágil, simpático e incluso bastante divertido, a ratos, ya sea por méritos propios o heredados, pero al igual que ocurría en Bangkok le pesa la sombra de la primera. Y no porque este ya un clásico moderno fuera el filme brillante que no es, no, sino porque resultaba fresco, porque sorprendía, porque era "distinto". En esta tercera entrega nada de esto ocurre, para bien y para mal -según se quiera ver-, si bien el sabor de boca que nos deja es tan satisfactorio como el de anteriores ocasiones, como cuando uno se reencuentra con un viejo amigo aunque sea para tomar café en vez de una cerveza. Al fin y al cabo cuando sales de copas no siempre te acuerdas, no siempre es perfecto, no siempre es memorable. Pero eso da lo mismo, lo importante es la sensación de "me lo he pasado bien". Pues eso, nos lo hemos pasado bien.
Autor: Juan Pairet Iglesias (El Séptimo Arte)
'Dead Man Down (La venganza de un hombre muerto)', el corazón del asesino
A la vista de los resultados de taquilla parece que esta semana solo se estrenaba en España la sexta entrega de una franquicia sobre superconductores cuando lo cierto es que llegaron a las carteleras otras propuestas variadas y recomendables, por lo que no deberíais tener problema para elegir —suponiendo que podáis elegir… pero ése es otro tema—. Os hablé de ‘En otro país’ (‘In Another Country’, Hong Sangsoo, 2012) el año pasado, ‘Un amigo para Frank’ (‘Robot and Frank’, Jake Schreier, 2013) la comentamos hace un par de días, hoy toca ‘Dead Man Down (La venganza de un hombre muerto)’ (‘Dead Man Down’, Niels Arden Oplev, 2013) y mañana será el turno de ‘The Trip’ (Michael Winterbottom, 2010).
En la última hay un diálogo muy sensato que podría servirnos para comentar la gran mayoría de las películas que se estrenan cada año. Los protagonistas charlan sobre un concepto creativo y uno de ellos dice algo como: “eso ya se ha hecho antes“; a lo que el otro responde: “estamos en 2010, todo se ha hecho antes, solo puedes hacerlo diferente o mejor“. Bien, ‘Dead Man Down (La venganza de un hombre muerto)’ no tiene absolutamente nada de original, reúne clichés y arquetipos que hemos visto cientos de veces, pero la puesta en escena de Oplev y el trabajo del reparto elevan este thriller por encima de la media.
Amor y muerte
Las cartas se ponen sobre la mesa desde el principio. La película arranca con una secuencia en el interior de un coche, Darcy (Dominic Cooper) lleva en brazos a su hijo recién nacido y habla de amor y redención, de la necesidad de tener a alguien, mientras Victor (Colin Farrell) escucha y da a entender sin decir ni una palabra que está sufriendo un conflicto interno, y que quiere creer en las palabras de su amigo. La conversación es fundamental para lo que va a suceder aunque evidentemente el espectador no lo sabe aún; lo que sí queda claro es que al cineasta le preocupan sus personajes, va a procurar hacerlos cercanos y coherentes, y no tiene prisa en meter la acción. Esto es poco habitual en el cine comercial actual y se agradece.Oplev, conocido por dirigir la estupenda ‘Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres’ (‘Män som hatar kvinnor’, 2009), cuida el tono y algunas de sus criaturas —las que aprecia— durante casi todo el metraje pero no puede evitar dar al público lo que se supone que demanda en propuestas de este tipo: un espectáculo cargado de pólvora y sangre. Imagino que es parte del trato por trabajar en la industria norteamericana, algo que el danés solo había hecho hasta ahora en televisión —realizó tres capítulos para la serie ‘Unforgettable’ (2011-2013)—, pero es una lástima porque es durante el tiroteo con los jamaicanos —que por lo visto tienen una puntería pésima— o el disparatado clímax en la mansión del villano cuando ‘Dead Man Down’ pierde lo que la hace especial y se convierte en una más, convencional, aburrida.
El guion, escrito por J.H. Wyman, es de esos que en manos equivocadas podría dar lugar a un ridículo descomunal. Porque hay ideas aprovechables —el trauma de la coprotagonista— pero también mucha fórmula manida y soluciones desastrosas —el puzle de la foto—; por suerte Oplev consigue que no destaque demasiado lo más absurdo, a veces con humor —impagable la reacción de sorpresa por el último sobre— y otras gracias a los actores, que responden con convicción incluso con papeles tan breves y aparentemente irrelevantes como los que interpretan Isabelle Huppert y F. Murray Abraham, capaces de exprimir al máximo sus pocas escenas. Aportan solidez a una historia criminal que implica a personajes de varias nacionalidades, un detalle curioso y representativo del mundo en el que vivimos.
‘Dead Man Down’ gira en torno a dos personajes heridos, Victor y Beatrice (Noomi Rapace), atrapados en una espiral de violencia y venganza. No hay futuro para ellos, solo les espera sufrimiento y muerte, pero no tienen nada que perder. Hasta que se conocen y se permiten soñar con la esperanza de una segunda oportunidad… Sin duda, la relación entre ambos es lo más inspirado de la película y lo que mantiene el interés hasta el final, la posibilidad de la redención a través del amor. Lo más flojo es el rebuscado plan que saca de quicio al mafioso (Terrence Howard), un asunto que se podría haber tratado de manera más sencilla y creíble. No obstante, el balance es positivo, es un film eficaz y entretenido al que no conviene pedir más de lo que ofrece. Id a verlo para pasar un buen rato y quedaréis satisfechos.
Autor: Juan Luis Caviaro (Blog de cine)
'Juerga hasta el fin', tráiler y cartel
‘R3sacón’ (‘The Hangover Part III’, Todd Phillips, 2013) llegará en apenas unas horas a los cines de toda España, pero las secuelas rara vez han sido un buen aliado de las comedias, pues los gags van volviéndose redundantes y lo más aconsejable acaba siendo volver a ver las primeras entregas. Por suerte, siempre nos irán llegando comedias diferentes con la sana intención de intentar que nos partamos de risa con ellas, algo a lo que parece ajustarse ‘Juerga hasta el fin’ (‘This is the End’, Evan Goldberg y Seth Rogen, 2013), de la cual ahora podemos ver su tráiler y cartel.
‘Juerga hasta el fin’ nos contará el modo en el que un grupo de celebridades que está celebrando una fiesta en casa de James Franco se enfrenta a la temida llegada del Apocalipsis maya. Una de las grandes bazas de la película es que sus protagonistas han accedido a interpretarse a sí mismos, un juego con muchas posibilidades cómicas. Además de al ya mencionado James Franco, en ‘Juerga hasta el fin’ podremos ver a Seth Rogen —también director y guionista junto a Evan Goldberg—, Jason Segel, Jonah Hill, Emma Watson, Michael Cera, Danny McBride, Jay Baruchel, Rihanna y Craig Robinson.
El estreno en Estados Unidos tendrá lugar el ya inminente 12 de junio, pero no llegará a España hasta el próximo 23 de agosto. Eso sí, no me sorprendería que su fecha de estreno cambiase a última hora, ya que Disney ha aplazado hace unas horas el estreno de ‘El llanero solitario’ (‘The Lone Ranger’, Gore Verbinski, 2013) en nuestro país hasta ese mismo día.
PD: El origen de la película está en un tráiler falso del 2007 protagonizado por Rogen y Baruchel.
Autor: Mikel Zorrilla (Blog de cine)
Vía: Coming Soon
Estrenos de la semana | 31 de mayo | La tercera resaca de Caín
Qué rápido pasa el tiempo, pues ya vuelve a ser viernes y me toca informaros sobre los títulos que llegan hoy a los cines españoles. El tremendo éxito de ‘Fast & Furious 6‘ (id, Justin Lin, 2013) pone muy complicado a los ocho títulos que se estrenan hoy la difícil tarea de encaramarse al primer puesto de la taquilla. Es evidente que ‘R3sacón‘ (‘The Hangover Part III’) es la opción más comercial —y casi seguro la que mejor resultado conseguirá—, pero merece la pena echar un vistazo al resto de estrenos de hoy 31 de mayo.
’R3sacón’
Dirección: Todd Phillips. Título original: The hangover: Part 3. País: USA. Año: 2013. Duración: 100 min. Género: Comedia. Interpretación: Bradley Cooper (Phil), Ed Helms (Stu), Zach Galifianakis (Alan), Justin Bartha (Doug), Ken Jeong (Sr. Chow), Heather Graham (Jade), Mike Epps (Black Doug), Jamie Chung (Lauren), John Goodman (Marshall), Jeffrey Tambor (Sid). Guion: Todd Phillips y Craig Mazin; basado en los personajes creados por Jon Lucas y Scott Moore. Producción: Daniel Goldberg y Todd Phillips. Música: Christophe Beck. Fotografía: Lawrence Sher. Montaje: Jeff Groth y Debra Neil-Fisher. Diseño de producción: Maher Ahmad. Vestuario: Louise Mingenbach. Distribuidora: Warner Bros. Pictures International España. Estreno en USA: 23 Mayo 2013.Sinopsis: Esta vez no hay boda. No hay fiesta de graduación. ¿Qué puede ir mal? Pero cuando los lobos salen a la carretera, la suerte está echada.
’Hijo de Caín’
Dirección: Jesús Monllaó Plana. País: España. Año: 2013. Género: Thriller. Interpretación: José Coronado (Carlos Albert), Julio Manrique (Julio Beltrán), Maria Molins (Coral), Jack Taylor (Andrew), David Solans (Nico Albert), Mercè Rovira (Patricia), Abril García (Laura), Helena de la Torre (Diana). Guion: Sergio Barrejón y David Victori. Producción: Sebastià Mery. Música: Ethan Lewis Maltby. Fotografía: Jordi Bransuela. Montaje: Bernat Aragonés. Dirección artística: Josep Massagué. Vestuario: Núria Anglada. Distribuidora: Alfa Pictures.
Sinopsis: Nico Albert es un adolescente de carácter peculiar, inteligencia excepcional y una única afición:el ajedrez. Carlos y Coral, preocupados por la extraña actitud de su hijo, deciden contratar al psicólogo infantil Julio Beltrán. A través de la terapia y de la afición común al ajedrez, Julio irá conociendo el mundo de Nico y se adentrará en las complejas relaciones de esta familia aparentemente normal. Descubrir la verdad a tiempo será la única opción para evitar que las vidas de los inocentes acaben irremediablemente truncadas.
¿Qué podemos esperar? Un thriller del montón realzado por la presencia de José Coronado.
’360: Juego de destinos’
Dirección: Fernando Meirelles. País: Reino Unido. Año: 2012. Duración: 110 min. Género: Drama, romance. Interpretación: Anthony Hopkins (John), Jude Law (Michael Daly), Ben Foster (Tyler), Rachel Weisz (Rose), Moritz Bleibtreu (vendedor), Dinara Drukarova (Valentina). Guion: Peter Morgan; basado en la novela “La ronda”, de Arthur Schnitzler. Producción: Andrew Eaton y David Linde. Fotografía: Adriano Goldman. Montaje: Daniel Rezende. Diseño de producción: John Paul Kelly. Distribuidora: Vértigo Films. Estreno en Reino Unido: 10 Agosto 2012.
Sinopsis: Es un moderno caleidoscopio de amor y relaciones que unen a personajes de diferentes ciudades y países en un thriller intenso y conmovedor sobre la vida romántica en el siglo 21. Comenzando en Viena, la película entreteje relatos en París, Londres, Bratislava, Río, Denver y Phoenix. Un hombre de negocios se enfrenta a una dura decisión: serle fiel o no a su mujer. A partir de este momento se origina una serie de acontecimientos que se desarrollan alrededor del mundo con consecuencias dramáticas, haciendo que la trama acabe volviendo 360 grados al lugar de la decisión original.
¿Qué podemos esperar? Un acercamiento muy inferior a la novela que también sirvió como base para la magistral ‘La ronda’ (‘La Ronde’, Marcel Ophüls, 1950).
’El gran golpe’
Dirección: Choi Dong-hoon. Título original: Dodookdeul. Título internacional: The thieves. País: Corea del Sur. Año: 2012. Duración: 135 min. Género: Acción, thriller. Interpretación: Kim Yun-seok (Macao Park), Gianna Jun (Yenicall), Simon Yam (Chen). Guion: Choi Dong-hoon y Lee Gi-cheol. Producción: Ahn Soo-hyun. Música: Dal Pa-ian y Jang Young-kyu. Fotografía: Choi Yeong-hwan. Diseño de producción: Lee Ha-jun. Vestuario: Choi Se-yeon. Distribuidora: Media3 Estudio. Estreno en Corea del Sur: 25 Julio 2012.
Sinopsis: Un grupo de ladrones internacionales se dispone a poner en marcha un plan maestro para dar el golpe del siglo en un casino. Pero como el honor no existe entre ladrones, cada uno de ellos organiza por separado su propio y personal plan para ser el único que se quede con el botín.
¿Qué podemos esperar? Un buen entretenimiento que esperemos que no se pliegue en exclusiva a los tópicos occidentales y tenga ciertas muestras que delaten su nacionalidad.
’Todo irá bien’
Dirección y guion: Christoffer Boe. Título original: Alting bliver godt igen. País: Dinamarca. Año: 2010. Duración: 90 min. Género: Thriller. Interpretación: Jens Albinus (Jacob Falk), Igor Radosavljevic (Ali), Marijana Jankovic (Helena), Thomas Hoite Meersohn (Serge), Özlem Saglanmak (Mira). Producción: Tine Grew Pfeiffer. Música: Sylvain Chauveau y Pder Pedersen. Fotografía: Manuel Alberto Claro. Montaje: Peter Brandt. Dirección artística: Thomas Greve. Vestuario: Manon Rasmussen. Distribuidora: Paycom Multimedia. Estreno en Dinamarca: 28 Enero 2010.
Sinopsis: Jacob Falk atropella a un hombre y se da a la fuga dejándolo malherido en la carretera, no sin antes denunciar de forma anónima el accidente. Dentro de la bolsa del hombre, Falk encuentra fotografías de lo que parecen ser prisioneros de guerra torturados por soldados daneses. Cuando se lo comenta a su hermana, que trabaja para una cadena de televisión danesa, ella le advierte sobre la importancia y los peligros de poseer esas fotos. Falk se verá inmerso en una investigación frenética por revelar el misterio detrás del hombre desaparecido y sus fotos.
¿Qué podemos esperar? Una película que llega con tanto retraso —¡3 años!— que todo el que realmente estuviera interesado en verla ya lo habrá hecho por otros medios. Con todo, mala pinta no tiene.
’Mi gran aventura sexual’
Dirección: Sean Garrity. País: Canadá. Año: 2012. Duración: 98 min. Género: Comedia. Interpretación Jonas Chernick, Emily Hampshire, Sarah Manninen Guion: Jonas Chernick
Sinopsis: Para volver a conquistar el corazón de su insatisfecha ex novia, Jordan Abrams consigue la ayuda de Julia, una stripper que lo ayudara a ampliar su vida sexual, introduciéndolo en el mundo de las strippers, los masajes sensuales, el trasvestismo y el sadomasoquismo.
¿Qué podemos esperar? Una comedia chorra con la que pasar el rato o maldecirse a uno mismo por perder el tiempo con algo así.
’¿De qué va la vida?’
Dirección y guion: Ángel González y Hugo Burgos. País: España. Año: 2013. Duración: 80 min. Género: Documental. Producción: María del Carmen Serrano García. Música: Smartsound. Distribuidora: European Dreams Factory y Alquitara Films.
Sinopsis: La vida es uno de los interrogantes más profundos para todo ser humano. “De qué va la vida” se introduce en los temas más importantes de la vida del hombre. ¿Cómo fue el origen del mundo? ¿Dónde surge la vida? ¿Ciencia y Fe son opuestas? ¿Existen los milagros? Personalidades de todo el mundo responden a estas cuestiones desde el ámbito de la física, la razón y la espiritualidad para tratar de desvelar estos interrogantes que se plantea el hombre desde el inicio de la creación.
¿Qué podemos esperar? Un documental que aborda temas tan trascendentales que espero que no acabe convirtiéndose en una experiencia decepcionante marcada por el aburrimiento. El tráiler transmite cierta sensación de blockbuster, por lo que imagino que eso no se notará finalmente.
‘Madres de mayo’
Dirección y guion: Pablo Yotich. País: Argentina. Año: 2011. Duración: 90 min. Género: Drama. Interpretación: Juan Palomino, Alejandro Fiore, Agustina Posse, Pablo Yotich (Ernesto), Belén Santos, Raúl Rizzo, Dalma Maradona, Humberto Serrano, Mabel Pessen, Daniel Valenzuela. Producción: Pablo Yotich. Música: Víctor Heredia. Fotografía: Sandra Grossi. Montaje: Jessica La Torre. Diseño de producción: Nátalin Cossi. Distribuidora: Versus Films. Estreno en Argentina: 24 Marzo 2011.
Sinopsis: La película narra la desgarradora historia que nos lleva al más oscuro pasado de la Argentina de finales de los años 70. Ernesto, motivado por el embarazo de su novia Paloma, decide cambiar de vida y abandonar su militancia política. Sin saber que los militares los están buscando para detenerlos, son llevados a uno de los centros de detención clandestinos más peligrosos del país. Una vez detenidos, los dos jóvenes, son salvajemente torturados. Su futura hija Natalia será criada en el seno de una familia militar burguesa, pero sus genes emergerán de la oscuridad para buscar la verdad de sus orígenes y su verdadera identidad.
¿Qué podemos esperar? Huele a mediocridad que quiere aparentar más de lo que realmente es por la excusa histórica utilizada.
Autor: Mikel Zorrilla (Blog de cine)
jueves, 30 de mayo de 2013
Crítica de 'La mula'
Podemos describir 'La mula' de manera tan sencilla como sencillas son sus aspiraciones: tal y como lo parece se trata de una sátira costumbrista netamente castiza que viene a recuperar en parte -y sólo en parte- el espíritu de títulos como 'La vaquilla' de Luis García Berlanga o 'Amanece, que no es poco' de José Luis Cuerda. Sólo en parte porque la inspiración no le alcanza más que para servir a la sombra (y de recuerdo) de sus referentes, si bien lo es al menos en parte porque su bienintencionado amago resulta tan entusiasta -gracias a su reparto- como simpático -gracias a su modestia-, este último un matiz fundamental para hacer de su visionado algo satisfactorio aunque no levante ninguna de las pasiones que levanta el torso desnudo de Mario Casas, en esta ocasión oculto bajo el uniforme del soldado Juan Castro.
Empezando por el principio, y puede, tal vez, por lo más relevante, advertir al desconfiado consumidor que 'La mula' no es un pufo comparable a ese 'Manolete' malnacido y peor parido, vaya siempre por delante y sin gastar un ápice de mala follá en el intento para vender lo contrario. Principalmente porque no es un pufo, por más que las secuelas de su problemática existencia hagan mella en el resultado final, siendo particularmente patentes en una parcela técnica poco consistente y bastante mejorable (con detalles que chirrían sobremanera dentro de un producto profesional). Pero corramos un tupido velo sobre los problemas que han tenido en ascuas su estreno comercial hasta ahora y que, de paso, le han otorgado su personalidad -que en caso de convertirse en un filme de culto abrazaríamos con entusiasmo-, que ni nos atañen ni tienen porque ser de nuestra incumbencia.
Centrándonos en las impresiones a flor de piel, lejos ya de molestos tecnicismos, la sensación predominante es que 'La mula' presenta más intenciones que resultados, tal y como ya he dejado caer en el primer párrafo, el cual viene a resumir todo lo que tengo que decir sobre ella y del que estoy tirando para completar a estas horas las 500 palabras de la redacción. Y la intención cuenta, pero no es lo único que cuenta, entrando en juego en este caso la simpatía como un factor tan relevante que, en última estancia, será en verdad la que decida un veredicto a favor o en contra. Dicho de otra manera que no resulte tan obvio, o tan estúpido, 'La mula' es uno de esos filmes a los que de tan sumidos que están en la picaresca cuesta reconocer sus posibles bondades, de ahí que dependan en muy mucho de por qué ojo nos entren, si por el bueno o por el malo.
Porque, como todo filme de voluntad humilde y liviana que ejerce de costumbrista, su plan de ataque es la sencillez y la ingenuidad, tanto formal como conceptual. Una producción de andar por casa, vaya, al menos en apariencia, y que se sustenta principalmente en un trazo grueso, directo y campechano, ni demasiado estúpido ni demasiado inteligente. Esto provoca que buena parte de la responsabilidad, por no decir toda, recaiga en un reparto obligado a dar la cara que, en suma, y gracias a su entusiasmo, generosidad y camaradería, viene a ser lo mejor de la función. En especial la revelación de que puede que haya vida para Mario Casas más allá de sus abdominales o de su chulería de póster de la Superpop, y al que con acento andaluz se le entiende perfectamente al hablar como casi por primera vez, creo recordar según tiro de memoria, se le reconoce dando vida a un personaje.
'La mula' bien podría ser una especie de versión española -y a la española- del 'Caballo de batalla' de Steven Spielberg, comparación tan absurda como recurrente lo era la del primer Torrente con el Cobra de Stallone. Pero para el caso, lo mismo, ese reverso chapucero tan nuestro del que extraer una sonrisa constante y más de una carcajada. A saber que hubiera sido de ella de no haber mediado los problemas que han mediado en su concepción, quien sabe si directamente responsables de su manifiesta inconsistencia dramática, de su irregularidad narrativa, de su precario acabado visual un tanto deficitario o de su nula capacidad para extraer algún tipo de emoción de sus apuntes melodramáticos... ¿Y qué? Más se perdió en la guerra, y no hay motivo para ser más terco que una mula para con una película que ha logrado sobrevivir, con cierta honra, a tan dura batalla.
Autor: Juan Pairet Iglesias (El Séptimo Arte)
Crítica de "Un amigo para Frank"
La que en España conocemos desde hace meses -aunque parezcan años- como 'Un amigo para Frank' es una deliciosa comedia dramática con robot de por medio. Con un indudable sabor indie nada molesto o indigesto, y sin rastro de prepotencia, estamos ante una de esas cintas más bien sencillas con un potencial innato para conectar con el publico. Bien hecha, escrita y narrada; con un buen reparto; muy simpática y entrañable; y que a pesar de cierta previsibilidad argumental -uno de antemano ya se la puede imaginar de cabo a rabo-, funciona muy bien. Funciona. Esa es la clave. Lo que se dice una joyita, una de las más premiables películas de entre todas las que... vi en Sitges el pasado mes de octubre, desde donde escribí esto originalmente, si bien para la ocasión lo he pulido un poco, para que no se diga (y la pereza no sea tan evidente).
En un caso como el que nos ocupa resulta difícil, ante todo, no hacerse eco de que se trata de un filme que para cuando por fin nos llega, ¡por fin! -imagínense a Charlton Heston al final de 'El planeta de los simios'-, lo hace para unirse a esa cada vez más dolorosa y triste lista de títulos que se dignan a aparecer cuando su sombra ya se ha ido. O cuando se llega aún más tarde que tarde, cuando la gran mayoría ya han tenido la oportunidad de verla sin mayores esfuerzos y a coste cero. Vale que, en su defensa, hay que decir que se trata de una producción enfocada principalmente a ese público que, de no tener hijos que lo hagan por ellos, no suele ir de caza por la red. Pero es que, lo uno no quita lo otro, y para cuando un servidor tuvo la oportunidad de verla allí en donde ganó un Gran Premio del Público (del que ahora ya nadie se acuerda), su distribuidora la estaba anunciando para... ¡más de siete meses después!. Concretamente, para este 24 de mayo. Ahora. Temerario cuanto menos, cuanto menos... ¿insensible?
¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? En un tiempo en el que parece que la llamada "prensa" en general son los únicos que mantienen la costumbre de ir al cine (tal vez porque lo hacen sin mayores esfuerzos y a coste cero...), voy a intentar no caer en la demagogia que suele predominar en este debate en el cual, por norma, cada uno sólo se retoza en el olor de la mierda que es de su gusto. Que si lo uno, que si lo otro... bla bla bla. En fin, que no voy a entrar en ese tema tan complicado como tergiversado, potencialmente aburrido, y que requiere además de algo más que unas pocas palabras diseminadas al tun tun como si de la pataleta de un niño pequeño fuera. Pero, y a lo que iba, y al menos en la mente de este humilde servidor cual robot, me es inevitable no tenerlo en cuenta a la hora de escribir sobre un filme que parece que ya todo el mundo ha visto... yo lo dejo caer, por si cuela. Y si no cuela, como siempre, la intención es lo que cuenta.
Injusto no, lo siguiente, es tener en cuenta otros factores extra-deportivos -corramos un tupido velo- que nada tienen que ver con esta agradable y muy recomendable comedia con un ligero toque fantástico (concentrado casi exclusivamente en la figura de Robot), si bien poco más se puede decir que merezca la pena que no se haya dicho ya en el primer párrafo... de ahí, tal vez, que por el camino haya perdido el tiempo "en otras cuestiones". Y no es tanto que sea buena como, que, en una palabra, funcione. Porque hay películas que más que ser buenas podríamos decir, sencillamente, que funcionan. Un filme sencillo, humilde, modesto y bienintencionado con el que uno sale del cine (o de la habitación) con una sonrisa. Un filme que, apoyado en un excelente Frank Langella, ofrece un visionado tan ligero como simpático, tan efectivo como satisfactorio. Como si fuera buena. Y lo es, si bien y por encima de todo... funciona. Todo lo demás no importa, aunque importe. Bla bla bla.
Autor: Juan Pairet Iglesias (El Séptimo Arte)
'Piratas del Caribe 5' ya tiene directores
Son pocos los directores que consiguen una segunda oportunidad tras pifiarla a lo grande en su ópera prima y eso fue lo que les pasó a los noruegos Joachim Rønning y Espen Sandberg con ‘Bandidas‘ (2006), esa especie de western cómico protagonizado por Penélope Cruz y Salma Hayek. Tuvieron que volver a su Noruega natal para poder seguir trabajando en el cine, donde consiguieron llamar la atención de medio mundo con ‘Kon-Tiki‘ (2012), la cual llegó a ser nominada al Oscar de mejor película de habla no inglesa, siendo esto determinante para que Disney haya confiado en ellos para dirigir ‘Piratas del Caribe 5‘ (‘Pirates of the Caribbean 5’, 2015).
Rønning y Sandberg encabezaban una reducida lista en la que también figuraban Rupert Sanders —‘Blancanieves y la leyenda del cazador’ (‘Snow White and the Huntsman, 2012)— y Fredrik Bond —‘The Necessary Death of Charlie Countryman’ (id, 2013)—. Su misión será llevar a buen puerto un guión escrito por Jeff Nathanson que aún está siendo pulido. Por su parte, el singular Johnny Depp volverá a dar vida al imprescindible Jack Sparrow y Jerry Bruckheimer mantendrá su cargo de productor. El rodaje comenzará a finales de año o principios de 2014 y el estreno está previsto para el 10 de julio de 2015.
PD: A mí la única entrega de la saga que realmente me gustó fue la primera y la cuarta me pareció directamente un espanto, así que espero que Rønning y Sandberg consigan enderezar la franquicia.
Autor: Mikel Zorrilla (Blog de cine)
Vía: Deadline
Crítica de "R3sacón"
Ya tenemos trilogía. Por algún motivo parece que si haces más de una película de una determinada historia, saga o como se le quiera llamar, hay que realizar un mínimo de tres entregas. El caso de Resacón en las Vegas no es una excepción. La que fuese la comedia sorpresa de 2009, vio en 2011 su segunda parte, cuyo estreno duplicó las cifras de la original, y por tanto tocaba culminar la dichosa trilogía. No es que el concepto de saga o las secuelas sean algo negativo, pero cuando la fórmula no da más de sí, es mejor dejarlo en alto. Aquí no lo han hecho.
Esta tercera parte viene a cerrar la trama de las anteriores, si es que realmente podía sacarse un hilo conductor inconcluso de ellas. Todd Phillips opta para ello por centrarse en los dos personajes revelación de la saga, Alan (Zach Galifianakis) y Mr. Chow (Ken Jeong). El primero está, una vez más, trayendo por el camino de la amargura a su familia hasta el punto de matar a su padre de un disgusto (literal). El segundo, como siempre, vuelve a meterles en un lío del quince sin comerlo ni beberlo. Hasta aquí todo viene a ser más de lo mismo.
Pero como decía, la idea es la de cerrar el círculo y es por eso que, en un momento dado, la película vuelve a Las Vegas para “corregir” la historia de sus protagonistas. Es decir, los creadores entienden el cierre como el regreso a la normalidad absoluta (dentro de lo posible), la vuelta al redil y la reordenación de los elementos dentro de lo socialmente aceptable, sobre todo en el caso de Alan. Es por eso que la película, aunque empieza bastante bien, pronto empieza a descafeinarse en una desafortunada mezcla de falta de ideas, de falta de mala leche y, en el fondo, de falta de narices de mantener los ingredientes más originales de la serie y no renunciar a ellos.
El ejemplo más claro de la pájara sufrida por la película es que aquí no hay resaca alguna porque no hay fiesta de ningún tipo. El detonante de la trama no es, por tanto, que estos tipos sean unos pusilánimes fiesteros, sino un nuevo enemigo sacado de la chistera al que ni siquiera le dan la oportunidad de brillar. Hablo de John Goodman. Siemplemente es un tipo que aparece de la nada para dar con Mr. Chow y para ello decide echar mano del incorruptible grupo, que en vez de mostrar cierto desasosiego por resolver un entuerto casi se van arrastrando de un lugar a otro con una desidia similar a la del conjunto de la película.
Por suerte no todo es tan malo, a ese comienzo bastante decente se pueden sumar un par de secuencias ingeniosas (el robo del oro y el rescate en el hotel) y, pese a pecar del mal de verter el protagonismo en los que eran los secundarios graciosos, ellos son los que sin duda aportan lo mejor de la película. Porque Bradley Cooper está de paseo y Ed Helms, que daba mucho juego, está también muy desaprovechado.
En el fondo es una película que se ha conformado con aprobar el examen en vez de ir a por el notable porque creía que ya dominaba el temario. Eso lastra buena parte del conjunto, pero ese saber hacer resplandece de vez en cuando y el resultado final es, al menos, entretenido. Eso sí, consigue que las anteriores, sin ser ninguna una genialidad, salgan reforzadas de la comparativa, especialmente la segunda parte, que puso sobre la mesa toda la incorrección que le falta a esta peli. Únicamente la secuencia post-créditos recupera el sello oficial de la franquicia para darle al menos un cierre entrañablemente macarra.
Autor: Javier Ruíz de Arcuate (lashorasperdidas)
miércoles, 29 de mayo de 2013
Crítica de "The Trip"
En un fragmento de su libro Imágenes, Ingmar Bergman ejercía la sana auto-crítica recordando la escena final de una comedia que el cinéfilo difícilmente asociaría al repertorio de influencias del maestro sueco. El autor de Fresas salvajes (1957) aludía al desenlace de Ruta de Marruecos (1942) de David Butler para ironizar sobre los excesos de su Cara a cara al desnudo (1975). En la escena citada, Bob Hope simulaba, con grandes aspavientos, un ataque de rabia ante Bing Crosby y Dorthy Lamour para rematar con un contundente: “Así es como hay que hacer para ganar el Óscar”. Imaginarse a Bergman usando como espejo auto-crítico una comedia de Bob Hope y Bing Crosby puede resultar tan violento para la cinefilia ortodoxa como invocar la imagen de un Jean-Luc Godard tronchándose ante una película de Louis de Funès, como sugiere Anne Wiazemsky.
No sorprende tanto descubrir en feliz compromiso con las claves de la nueva comedia a alguien como Michael Winterbottom, icono de la sintomática autoría líquida de nuestros tiempos –en la misma medida en que podrían serlo Soderbergh o Danny Boyle, cuya identidad se define en la perpetua transformación-. Winterbottom parece haber encontrado en Steve Coogan algo parecido a lo que Kubrick encontró en Peter Sellers: un portento de flexibilidad interpretativa, libre de toda afectación, que podía ser sutilmente desplazado de los registros cómicos a los dramáticos. En su heterodoxa adaptación de la inadaptable Tristram Shandy de Lawrence Sterne, Winterbottom descubrió la química entre Coogan –que ya había sido el Tony Wilson de su 24 Hour Party People (2002) y acaba de ser el Paul Raymond de su The Look of Love (2013)- y su compañero de reparto Rob Brydon, que ya había sido Ryan Letts en 24 Hour Party…. Ahí surgió el germen del proyecto de la serie de seis episodios The Trip, producida por la BBC, de la cual esta película extrae su material.
The Trip cuenta la ruta gastronómica por norte de Inglaterra de la pareja de cómicos en un viaje financiado por The Guardian: partiendo de la improvisación, la película hace invisible su construcción cómica y funciona como sucesora evolutiva de las comedias de Hope y Crosby, al tiempo que reflexiona sobre lo divino, lo humano, la nueva cocina, los claroscuros de la fama declinante, el feroz ego del cómico y el crepúsculo post-romántico de los paisajes que una vez recorrieron Wordsworth y Coleridge. Brillante, sutil, estupenda.
Autor: Jordi Costa (El País)
Crítica de "La mula"
Un 'MacGuffin' berlanguiano, el oxímoron perfecto de la guerra ¿civil?
De tanto retratar la posguerra, el cine español se había olvidado de la guerra. De la mera contienda, de la sangre y los tiros, de los cabos furrieles y los alféreces provisionales. Y resulta que, disculpen la osadía y la provocación guerrera, casi se agradece un poco de trinchera desnuda, con la mala hostia al raso y los bandos cara a cara, ante tanta represión, tanto sufrimiento (a veces muy mal contado), tanto olor a habitación cuarenta años cerrada y tanto debate político interesado alrededor de nuestras películas.
La mula intentó no apelar a las excusas presupuestarias y logísticas que han dificultado en España el enraizamiento de un género tan clave en la historia del cine como el bélico, pero se topó con otros problemas que retrasaron, lastraron y dejaron la película inacabada primero y parcheada después. Sin embargo, la decisión de hacer un montaje único con del material original y el añadido es respetable. Y acertada. Valiente, incluso. Porque los problemas técnicos son evidentes, llamativos: el raccord, la concordancia entre planos, la continuidad espacial, las diferentes texturas e iluminaciones… Y aun así, La mula funciona. En su esencia, con ese MacGuffin berlanguiano, casi un oxímoron a la medida del filme: un animal con ecos a La vaquilla y paridad argumental, que no real, con el War Horse de Spielberg. Y desde el principio, en un campo de batalla rastrojero pero intenso, que se nos abre a un pueblo (un escenario espléndido, por cierto, sin recreaciones rancias, verosímil) donde tras el baile siempre anochece, que no es mucho.
Todo bien apoyado por la fuerza del batallón de secundarios en grupo que rodean a un Mario Casas como nunca le habíamos visto antes. Su mejor trabajo, a la altura de María Valverde en un registro nuevo, regalo de la novela de Eslava Galán, que escribió una de esas historias de la Guerra Civil que no van a gustar a nadie. Excepto quizá a este crítico. Porque no se señala al malo con el dedo facilón, sino que se deja que las imágenes (con una musiquilla cargante, eso sí) demuestren, como en el avance final por el páramo de las tropas nacionales, la miseria moral que se avecinaba tras una guerra insoportable.
Autor: Carlos Marañón (Cinemanía)
Taquilla española
Había mucha expectación con la sexta entrega de A Todo Gas, una saga que tras la quinta parte reconquisto a su público y convenció a los que habíamos renegado de ella durante años. ¿Por qué? Pues porque empezaba a dejar de lado ese tufo a cine para canis para adentrarse en las grandes ligas del cine de acción. Esta película mantiene esa línea, de hecho es la más cara de la saga con aproximadamente 170 millones de dólares de presupuesto, pero viendo los resultados, el esfuerzo ha merecido la pena y el cacareado cierre de la peli no hace sino avecinar una séptima parte que vuelva a incrementar el nivel de gónadas sudorosas. Eso sí, a la salida del cine en el Kinépolis comprobé que media canilandia había asistido a la sesión glorificando la película (¡esto si que es cine!) y picando rueda a la salida del parking. Aquí también ha gustado mucho.
La cosa es que se ha convertido en el mejor estreno de la saga a nivel mundial y también en el mejor estreno del año en nuestro país, lo que ha permitido maquillar los pésimos resultados de taquilla de las últimas semanas que auguran un año penoso si no cambian las cosas. Quizás el verano disimule el problema, pero no tenéis más que mirar las cifras a partir del segundo puesto y que estrenos como Dead Man Down o Un Amigo para Frank, logran posiciones decentes pero con recaudaciones de chichinabo.
Autor: Javier Ruiz de Arcuate (lashorasperdidas)
Vía: BoxOffice.es y @RentrakSpain
Crítica de "La venganza del hombre muerto"
Cada día tenemos casos similares en los medios de comunicación y, con toda probabilidad, también entre sus amigos o sus vecinos. Sucesos luctuosos que provocan la gran pregunta: ¿será capaz la justicia de resarcir a la víctima superviviente o a la familia del fallecido con una pena proporcional al delito cometido? Una cuestión tan antigua como el Derecho Natural y que, en los últimos años, ha venido tratando el cine, con más trazo grueso que complejidad, en películas como La extraña que hay en ti (Neil Jordan, 2007) o Un ciudadano ejemplar (F. Gary Gray, 2009) y en la que reincide La venganza del hombre muerto, primera experiencia americana del danés Niels Arden Oplev, director de la primera entrega nórdica de la saga Millennium, aunque esta vez desde una perspectiva algo distinta, pues más que reflexionar sobre el concepto de justicia, lo hace desde la casi más trascendente órbita del descanso moral del afectado. En otras palabras: ¿acudir no ya a la ley del Talión sino a la aún más desorbitada venganza privada, antecedente romano del ojo por ojo, calma la sed de venganza? ¿O esa sed lo que acrecienta es la imposibilidad de salir de un túnel en el que nos han metido otros, pero en el que no dejamos de cavar hacia dentro en lugar de hacia fuera?
Con un muy buen reparto, comandado por Colin Farrell y Noomi Rapace, y en el que la presencia casi testimonial de secundarios como Isabelle Huppert o F. Murray Abraham avala el interés inicial del proyecto, La venganza del hombre muerto discurre por el tortuoso universo de unos seres a la deriva que, laminados por el dolor, no encuentran acomodo en un mundo que ya no les pertenece. Oplev casi siempre encuentra el tono intimista, el color fotográfico (ocres, principalmente) y la calma narrativa perfectos para relatar el clima de desesperación de los personajes. Sin embargo, el guion de J. H. Wyman, forjado en la serie de televisión Fringe, se empeña en cierta espectacularidad de la parafernalia vengativa, en perjuicio de la verosimilitud y, sobre todo, de la trascendencia de cada uno los actos. Lo que lleva a que, frente a un desenlace excesivamente estrambótico en lo físico, aunque muy acorde en el plano moral, los mejores momentos del relato se encuentren en la profundidad de la mirada de dos sombras derrotadas, a las que se les niega la esperanza de la paz, hagan lo que hagan, ellos y la justicia.
Autor: Javier Ocaña (Diario El País)
martes, 28 de mayo de 2013
Enrique Urbizu dirigirá '2.014 hijos de puta'
Por desgracia para los amantes del buen cine, Enrique Urbizu no ha sido especialmente prolífico en los últimos tiempos, ya que desde el estreno de la magnífica ‘La vida mancha‘ (2003) sólo ha rodado un episodio de la televisiva ‘Películas para no dormir‘ (2006) y la celebrada ‘No habrá paz para los malvados‘ (2011). Sin embargo, Urbizu tiene ante sí un futuro repleto de proyectos, ya que además de los dos primeros capítulos de la adaptación televisiva de la saga literaria de las aventuras del capitán Alatriste y ‘Silver or Lead‘, con la que saltará a Hollywood abordando la caza del narcotraficante Pablo Escobar, también va a dirigir ‘2.014 hijos de puta‘.
El propio Urbizu escribirá el guión junto a Michel Gaztambide, con quien ya había colaborado en sus tres anteriores largometrajes. Descrito como un thriller con toques de humor en el que los personajes tendrán una posición preponderante sobre la trama, la historia de ’2.014 hijos de puta’ arrancará tras el suicidio de un banquero en un campo de golf, no tardando en aparecer personalidades de todo tipo que quieren sacar tajada de una forma u otra de lo sucedido.
PD: ¿Conseguirá Urbizu mantener un título tan potente como el de ’2.014 hijos de puta’ o tendrá que cambiarlo por otro más políticamente correcto antes de su estreno?
Autor: Mikel Zorrilla (Blog de cine)
Vía: Fotogramas
'Un amigo para Frank', la humanidad del robot
No hay duda de que los aficionados a la ciencia-ficción estamos de enhorabuena. Varios de los estrenos más importantes de los próximos meses —‘After Earth’ (M. Night Shyamalan, 2013), ‘Elysium’ (Neill Blomkamp, 2013), ‘Gravity’ (Alfonso Cuarón, 2013), ‘El juego de Ender’ (‘Ender´s Game’, Gavin Hood, 2013)…— pertenecen al género, así como los nuevos proyectos de consagrados cineastas como Christopher Nolan, Steven Spielberg o James Cameron, que volverán a tocar temas tan jugosos para el cine como los viajes espaciales, las máquinas inteligentes y la vida extraterrestre.
A pesar de la gran cantidad de torpezas y mediocridades siempre me han interesado las películas de ficción científica. Y a menudo me he encontrando defendiéndolas ante todos los que creen que la rama es poco menos que una excusa para lucir efectos visuales, colar acción rutinaria o satisfacer a los frikis. A grandes rasgos —e independientemente de la calidad— creo que podríamos dividir las propuestas entre las que se apoyan en el género para ofrecer entretenimiento y las que invitan a reflexionar sobre el ser humano a través de un gran avance técnico o un posible escenario futuro. ‘Un amigo para Frank’ (‘Robot & Frank’, Jake Schreier, 2012) se incluye en el segundo bloque y, sin ser una joya, es un film más que recomendable.
Sobre la soledad, la vejez y las máquinas
Se trata del primer largometraje dirigido por Schreier y tuvo su presentación en el festival de Sundance del año pasado, donde compartió con ‘Valley of Saints’ (Musa Syeed, 2012) el premio Alfred P. Sloan —enfocado a obras con temas científicos—, al que luego sumaría el galardón del público en Sitges. Christopher Ford, amigo y compañero de estudios del realizador, firma un guion ambientado en un futuro cercano donde la convivencia con robots es algo normal. La trama se centra en el viejo y solitario Frank (Frank Langella), a quien cada vez le cuesta más esfuerzo ocultar su pérdida de memoria.Preocupado, su hijo (James Marsden) le regala un autómata (movimientos de Rachael Ma, voz de Peter Sarsgaard) presentándolo como un “sirviente” que limpiará la casa y preparará la comida. Como es lógico, en un primer momento a Frank no le hace ninguna gracia que un avanzado electrodoméstico empeñado en mejorar su salud rompa la tranquilidad de su rutina —a nadie le gusta que le despierten a las 7 de la mañana para desayunar un pomelo y arreglar el jardín…— y lo siga a todas partes. Pero lo cierto es que no tiene a nadie más, poco a poco abandonará el mal humor y empezará a caerle bien este nuevo “amigo” que escucha y acompaña, hasta que la máquina se convierte en una presencia imprescindible en su vida.
‘Un amigo para Frank’ podría centrarse en los conflictos y temas que se presentan en su primera mitad, como la soledad, la demencia senil, la difícil relación familiar, la amistad, el beneficio y la dependencia que pueden generar las máquinas —cambiamos al robot por los aparatos electrónicos que manejamos a diario—, la nostalgia frente a una sociedad que avanza de manera imparable o la pérdida de humanidad que puede traer el progreso, pero los autores se guardan un par de ases en la manga para animar la trama —los giros de manual—, y al igual que ocurría en la reciente ‘Tierra prometida’ (‘Promised Land’, Gus van Sant, 2012), dependerá de cada espectador verlo como una tomadura de pelo o como un artificio justificable para hacer la película más llevadera.
La última sorpresa chirría bastante pero su carga romántica la hace fácil de aceptar. Para mí el mayor problema es lo convencional y lo tontorrón de algunas actitudes de los personajes secundarios, que fracturan la solidez de la tragicómica peripecia del protagonista. Marsden tiene diálogos tan manidos que aburren y los roles de Jeremy Strong y Jeremy Sisto no se alejan demasiado de los villanos que encontramos en productos infantiles. Liv Tyler y Susan Sarandon están más convincentes y no desentonan tanto ante una formidable interpretación de Frank Langella —capaz de expresar más con una mirada que con mil frases— y su increíble química con el anónimo y frío robot, dejando escenas realmente divertidas y emocionantes. Además, la película no pasa de los 90 minutos, es imposible aburrirse.
Autor: Juan Luis Caviaro (Blog de cine)
'Fast & Furious 6': Fast... & Furious... Parte VI
Y seis. Cómo hemos llegado a ver seis entregas de esta saga no tiene por qué ser un misterio, no al menos en comparación con el auténtico misterio, el de cómo las ha alcanzado en tan buen estado de salud tras un quinto título que, en los mismos términos cinematográficos de los que se vale, sencillamente lo "petó". La simpleza y franqueza de sus objetivos, expectativas y resultados es donde, posiblemente, resida la clave de esta franquicia resultona y de listón bajo, y en la que lo único que importa es pasar de 0 a 200 en tres segundos. El por qué de hacerlo es lo de menos, y no hablemos ya de un guión convertido en una sucesión de escenas de acción a cada cual más (in)creíble. Y a mucha honra, oiga. La idea es simple, "molar". Y esta sexta entrega, aunque sea más estúpida y grotesca de lo que debería, aún sigue "molando"...
Con esta sexta entrega se glorifica el tono de la quinta, mostrado si cabe de forma más estilizada y desvergonzada. Y sobre todo más ruidosa. Y ahí están Dom, Brian y cía a la espera de que se les vuelva a llamar a filas para cualquier menester, para aprovechar la oportunidad que esta franquicia representa para la cuenta corriente de sus respectivos intérpretes. Todo vale, más o menos, con tal de que los motores rugan una vez más "a todo gas". Las que hagan falta. Ya no se trata de carreras ilegales aunque alguna se cuele por medio, por aquello de la nostalgia, y aunque sea tan irrelevante como cualquier otro giro argumental... salvo el que no se debe de nombrar (por muy bonito que sea el titular...), ya con el tiempo cumplido, y que evidencia la inteligencia (empresarial) de este producto de marketing tan populista como Hugo Chávez. Porque esta saga, evidentemente, es pura morralla comercial sin nada que contar desde el principio, una mera excusa para mantener en vilo a la audiencia con frases lapidarias, una actitud "de pa chulo yo" y escenas de acción tan imposibles que rozan la parodia.
Se trata de entretener, y de cobrar a cambio. Y en 2D, para que no se diga. Se trata de "molar", una vez más y ya van seis, en donde un amante del cine no encontrará nada que le motive que no pueda experimentar, si acaso, dando cinco vueltas de campana con su propio coche. Su propia toma del millón de dólares. Pero el cine aunque caro sigue saliendo bastante más barato. Y es bastante más seguro. Y además nadie vuelca con el estilo (y el CGI) de los chicos de esta franquicia que han hecho que cosas como la lógica o la realidad estén sobrevaloradas. Chúpate esa, Nolan. No es que esté bien rodada o montada, pero si algo sabe hacer es llamar la atención. Con fuerza, y con ruido. Los mismos que condiciona sobremanera una excusa argumental tan válida como otra cualquiera, si aceptamos barco como animal acuático, pero a la que tildar de historia le queda grande. No es una cuestión de intransigencia o de cinismo, sabemos a lo que venimos, pero tampoco estaría de más un mínimo de credibilidad, de cordura. Un poco, lo justo como para creer que no nos están tomando el pelo con soldados (y policias) de juguete, for example.
Al igual que sus antecesoras esta sexta entrega que sirve de previo a la séptima -de paso que sitúa en su sitio a la tercera... -, cumple con su promesa de entretener a través de un circuito donde el bien y el mal son de aplicación caprichosa, voluble e interesada: no es "buena" puede rendir como si fuera "güena"... si el público pone algo de su parte, por supuesto. Mejor o peor, gustará a quien tenga que gustar (y quiera que le guste), a los que hayan catado de buena gana las anteriores y no busquen en esta inversión más que una nueva muesca de un producto de sobra conocida. Poco importa que su trasfondo dramático sea de catálogo de moquetas; que su argumento nos la sude tanto como quien vive, muere o suelta el chiste; que en su búsqueda de hacer el más difícil todavía con las hazañas superheroicas del indestructible Mr. Toretto "vuele" por momentos en el ridículo; o que pueda ofender una realidad tan corruptible que sitúa en España una pista de aterrizaje tan larga como el campo de fútbol de Oliver & Benji. Siempre habrá quien se ponga farruco y diga: "Conduce o muere, dude!". Porque "mola".
En 'Fast & Furious 6', en líneas generales, no vamos a encontrar nada que no hayamos podido encontrar en alguno de sus títulos anteriores, ninguna novedad relevante que haga del efecto sorpresa uno de sus valores. Sabemos a lo que vamos, a entretenernos. El problema, si acaso, es que a la sexta el entretenimiento puede ser confundido con una mera distracción. ¿Nos entretenemos porque es realmente entretenido... o por qué vamos predispuestos a ello? No cabe duda que Impactos TV también podía ser muy distraido, pero una tras otra en el que es por ahora el penúltimo capítulo se aprecia un exceso de confianza, un exceso a la hora de subrayar un modelo al que no se le aporta más que ruido en base al reciclado. Una reiteración que aunque resulta igualmente entretenida y, por qué no, igualmente válida, puede limitar la satisfacción de un producto que parece que cumple, así sin más, pero sin el entusiasmo de empresas similares. O donde la gracia insinúa que puede empezar a perderse, sea quien sea el malo (o el director). Su falta de prejuicios sigue siendo disfrutable, pero al vehículo se le empieza a notar la falta de combustible...
Autor: Juan Pairet Iglesias (El Séptimo Arte)
'Dead Man Down (La venganza del hombre muerto)': Sin rencor
Hay formas y formas de debutar en Hollywood, aquel pérfido e infecto agujero negro por el que todos quieren pasar tarde o temprano, digan lo que digan y por muy de progres que vayan. Mientras que la protagonista de la versión sueca de 'Los hombres que no amaban a las mujeres', Noomi Rapace, lo hizo por la puerta grande al lado de Robert Downey Jr. en 'Sherlock Holmes 2', el director de aquella, Niels Arden Oplev, lo ha hecho por la puerta pequeña con este 'Dead Man Down', un correcto thriller de relleno puramente alimenticio tan aceptable como olvidable. En verdad, como lo fue la citada adaptación de la obra de Stieg Larsson, si bien y como diferencia fundamental en este caso, fuera ya del boom mediático de aquel momento, no hay motivo para sospechar que alguien como David Fincher vaya a hacer de ella algo de verdadero provecho con una versión posterior...
A pesar de su éxito, incuestionable, soy de los que piensan que la versión sueca de la primera parte de la trilogía Millennium no tenía, en verdad, nada de especial; es más, me dejo tan frío que aún estoy a la espera de que desde el otro lado del Atlántico me cuenten lo que me falta de historia, a ser posible el mismo David Fincher que tan buen trabajo realizó en su correspondiente "remake" norteamericano. Porque no todo en Hollywood es malo, ni mucho menos, si bien hace falta tener un nombre para que te tomen en serio. Niels Arden Oplev aún no lo tiene, y es posible que nunca lo tenga, una sospecha más que razonable especialmente tras ver el resultado de este agridulce debut norteamericano que tanto de bueno ofrece como de malo. En parte, y más o menos, de la misma manera que ya ocurría con la citada Millennium, lo que termina por unir a ambas producciones en un mismo destino, la indiferencia... por más que esta pueda ser entretenida. 'Dead Man Down', aka (La venganza del hombre muerto), lo es, pero lo es en la misma medida en que sólo lo es.
Igual que muchos parecen desconocer que Nicolas Winding Refn tenía vida antes de 'Drive', reconozco desconocer de la vida anterior a 'Millennium' de Niels Arden Oplev, veterano realizador que a sus 52 años no creo que esté por la labor de cambiar. Ni falta que hace. Si algo realmente bueno se puede decir de 'Dead Man Down' es que, gracias a su competente labor, lo que podría haber sido un anodino y rutinario filme de sobremesa adquiere cierta elegancia genérica, cierto encanto. Porque la idea sobre la que se sustenta la base de su argumento es y/o resulta un tanto ridícula, rebuscada... o dicho de otra manera, es tan "cinematográfica" y de cara a la galería que, sencillamente, no resulta creíble. De ahí que la elegante puesta en escena de Arden Oplev dote a un guión excesivamente formulaico de algo de encanto, de nervio, realzando cuanto menos ese look de irrelevancia con el que uno se distrae tanto como tantos minutos de película tiene por delante. Un filme que ante la ausencia de una incertidumbre real resuelve sus dudas a la manera en que lo harían los miembros de la NRA, a tiros.
Como tantos otros thrillers -de reciente 'Efectos secundarios' se me viene a la cabeza- 'Dead Man Down' es uno de esos productos comerciales que dependen, sobremanera, de la mano que les den forma en la pantalla para que, siendo buenos antes que justos, demos por bueno que el fin justifica los medios, sin que sea necesaria por parte del espectador de una posterior venganza, leitmotiv tan recurrente como son tantos los guionistas que lo emplean como comodín -es el caso-. El proyecto, en vez de caer en manos de un anodido asalariado hollywoodiense, lo ha hecho en las de alguien que si bien puede que tampoco tenga nombre al menos si tiene una película a sus espaldas por la que poder ser reconocido. Y eso es algo que, apoyado en la presencia de una serie de rostros familiares de probada eficacia como Colin Farrell o Noomi Rapace, se nota para bien aunque la empresa sea tan limitada, y los resultados no se sobrepongan... a sus limitaciones. Porque aunque la indiferencia se vista de entretenimiento, en indiferencia se queda. Y cuando al final tanto monta que monta tanto es que no hay duda...
Autor: Juan Pairet Iglesias (El Séptimo Arte)
lunes, 27 de mayo de 2013
Crítica de "The Trip"
Yo pondría cómodamente a The Trip en el Top 3 de Michael Winterbottom, de esta magnitud estoy hablando. Vamos a ahorrarnos el ridículo de recordar demasiado que esta verdadera maravilla de film, una de los retratos más poderosos, entrañables, divertidos y jodidamente amargos sobre la crisis de la mediana edad que me he comido en años –y que me hace de una vez por todas querer acompañar a Steve Coogan al Infierno porque, según Courtney Love, es ahí dónde va a ir– se estrena tres años después, con frialdad, en silencio, y totalmente desconectada de la actual línea narrativa de su director. Encima vamos a tener que dar las gracias.
Hay una supuesta cita, nunca confirmada, de Jennifer Lee sobre su marido, Richard Pryor. “En un primer momento querías salvarle hasta que te dabas cuenta de que era él quien te estaba salvando a ti”. Otra, de Carrey sobre Pryor, también sin confirmar: “Hay gente que nace con una bota de hierro. Son los que echan las puertas abajo y entran en lugares antes de que siquiera hayan sido tocados por la luz. Y es una misión llena de soledad y huesos rotos”.
Todo lo dicho se aplica a Steve Coogan, uno de los individuos más mezquinos, zafios y odiosos sobre los que jamás he tenido la desgracia de leer. Porque Coogan va a salvarnos a todos de nuestros demonios, haciéndolos propios.
The Trip es la historia de un viaje gastronómico que emprenden Coogan y su amigo en la vida real, Rob Brydon, quien paradójicamente es uno de los cómicos más queridos por el pueblo británico. El viaje sucede en un momento no muy ajeno a Coogan: en mitad de una relación a un paso de la absoluta catástrofe, un escenario que a sus 45 años el actor contempla con cierta sensación de hastío, secundada por un terror subterráneo de que ese estado va a ser una constante en lo que le queda de vida, y, aún mucho peor, que él y solo él es el responsable de la situación. Un hombre que causa daño emocional de manera completamente voluntaria y que acepta esta situación desde la madurez: es la vida, soy como soy. Y soy un peligro.
Así que cuando Coogan va a recoger (no con muchas ganas) a Brydon y ve como este último se despide de sus hijos y de su esposa como si se fuera a la guerra, Coogan se da cuenta de que es rico, es hilarante, y no es nada más. Y Brydon, que de alguna manera siempre termina encontrando en su compañero a su complemento ideal –supongo que está relacionado con yings, yangs, polillas y llamas o algo así– inicia a lo largo del viaje, nunca de forma completamente consciente, nunca de forma involuntaria, un intento para salvar a su amigo, con el margen particular de “vive y deja vivir” que se imponen los hombres desencantados, en particular cuando las tentaciones (una fotógrafa cocainómana y hedonista) se ponen en el camino. El escenario es la campiña inglesa, la tertulia tras la comida, y la sutil competición entre dos consumados especialistas en el arte del humor.
Pongamos como ejemplo la escena más memorable del film –ni mucho menos la mejor, o la más compleja, pero sí la más admirable–. Es tan conocido el combate de imitaciones de Michael Caine entre Brydon y Coogan que el propio Michael Caine provocó la hilaridad de una audiencia televisiva imitándose a si mismo. Es una más de las decenas de escenas improvisadas (no hay guionista acreditado; el director se habrá limitado a proporcionar guías de comportamiento, todo lo más, con suerte) que recurren por necesidad a la personalidad íntima de los actores para terminar de llegar al espectador de la forma más sutil imaginable (como apunta maravillosamente Joe Williams en el St. Louis Post Dispatch: “Las imitaciones de Brydon siempre son ligeramente mejores… y Coogan lo sabe”).
Winterbottom se limita a viajar con nosotros y su única intervención palpable es la que desarrolla como descubridor turístico, como degustador gastronómico y como viajero de pro. Las conversaciones de Brydon y Coogan van acompañadas de exquisitos planos fijos en los platos, con una cámara que siempre destaca los espacios de los restaurantes, hostales, pequeñas casas rurales y los prados de la campiña, los lugares secretos y los puentes recónditos. El resultado final capta (y depura) la cada vez más irreconocible sensación de tránsito que percibimos cuando cogemos el coche y hacemos kilómetros; cuando pateamos colinas. En paz, relajados, uno/a con el paisaje, mientras dejamos que nuestro cerebro perciba cada vez pequeños aspectos nuevos, sin importar las veces que hayamos recorrido el camino.
Para Brydon el viaje ha sido un descanso del paraíso, al que no veía la hora de regresar. Para Coogan, puede que algo más. Quizás haya cambiado algo que puede parecer muy pequeño, y que puede agrandarse con el paso del tiempo. Una pieza de información vital sobre sí mismo tras un inesperado período de reflexión personal, suculentos platos, combates dialécticos, contacto con sus semejantes y perspectiva de su persona en relación con el planeta. The Trip es el viaje de un hombre que que adquiere una porción de sabiduría. Es un film que, en su pequeñísimo mundo, es absolutamente perfecto. Una de las mejores, más distintivas y más delicadas películas que váis a ver este año. Buen provecho.
Autor: Rafa Martín (lashorasperdidas)
'Iron Man' ya es la quinta película más taquillera de la historia con 1.142 millones en todo el mundo
Walt Disney Pictures ha anunciado que la película de Marvel, 'Iron Man 3' ha alcanzado la cifra de 1.142 millones de dólares en la taquilla mundial, situándose como quinta película más taquillera de todos los tiempos a nivel mundial y séptima a nivel internacional. De estos 1.142 millones, 372,7 son a nivel nacional (USA) y el resto a nivel internacional. Por delante de 'Iron Man 3' sólo quedan 'Avatar', 'Titanic', 'Los Vengadores' y 'Harry Potter and the Deathly Hallows Part 2', próximo rival a batir con 1.341 millones de dólares. Haciendo un desglose de lo más importante podríamos destacar que:
- La película cruzó el umbral de los 1.000 millones en 23 días, convirtiéndose en la segunda película de Marvel Studios y la sexta de Disney en sobrepasar esta cifra.
- En la taquilla estadounidense logró alcanzar los 300 millones en 14 días, siendo la novena película de Disney en llegar a esta cifra.
- Se convierte en la segunda película más taquillera de todos los tiempos para Disney, sólo por detrás de 'Los Vengadores'.
- Tercera película más taquillera de Disney a nivel internacional, por detrás de 'Los Vengadores' y 'Pirates of the Caribbean: On Stranger Tides'.
- Segundo estreno más importante de todos los tiempos a nivel nacional (USA), con 174,1 millones recaudados en su fin de semana de estreno, sólo por detrás de 'Los Vengadores'.
- La cinta supera el importe bruto total de 'Los Vengadores' en lugares como China, Finlandia, Hong Kong, Corea, Malasia, Rusia, Polonia, Suiza, Tailandia, Ucrania y Vietnam, siendo además el mayor estreno de la historia en Malasia y Vietnam.
Autor: jescri (El Séptimo Arte)
Vía: Box Office Mojo
Cannes 2013 | 'La vie d'Adèle' se alza con la Palma de Oro
Todo lo bueno se acaba, y yo cada vez tengo más claro que viviría en un constante festival de cine, yendo de un lado a otro sin parar y sobre todo, viendo muchas, muchas películas. Termina la 66ª edición del Festival de Cine de Cannes, y con el, mi primera experiencia en el mayor festival del mundo. Y no podía acabar sin contaros a quién ha decidido premiar el señor Steven Spielberg –Presidente del Jurado de esta edición– y su séquito.
En esta 66ª edición de Cannes, ha habido de todo. Abucheos, alabanzas, películas que ‘ni fu, ni fa’ y claro, también hubo favoritas. Y es que desde el primer pase de prensa, todo el mundo tenía claro que ‘La vie d’Adèle’ de Abdellatif Kechiche daría mucho que hablar, y así ha sido: se ha alzado con la Palma de Oro, mientras que ‘Inside Llewyn Davis’ de los Coen y ‘Like father, like son’ de Hirkazu Kore-eda conseguían el Gran Premio del Jurado y el Premio del Jurado respectivamente. Y a continuación,la lista completa.
Palmarés del Festival de Cannes 2013
Sección Oficial:
Sección ‘Una cierta mirada’:
Premio “Una cierta mirada”: “The missing picture”, de Rithy Panh.
Premio del Jurado de “Una cierta mirada”: “Omar”, de Hany Anu-Assad.
Premio mejor director de “Una cierta mirada”: Alain Guiraudie, por “L’inconnu du lac”.
Premio del futuro: “Fruitvale Station”, de Ryan Coogler.
Premio de interpretación: Karen Martínez, Brandon López y Rodolfo
Domínguez, protagonistas del filme hispano-mexicano “La jaula de oro”,
de Diego Quemada-Díez.
Autor: Lucía Ros (Blog de cine)
Vía: Festival de Cannes
Taquilla USA: Rápidos, furiosos, resacosos y taquilleros
Era más que esperado. Los excelentes resultados taquilleros de las dos anteriores entregas de la saga Fast & Furious hizo pensar a los productores que la sexta entrega sería otro éxito, por lo que antes del estreno anunciaron que una séptima entrega se estrenaría en julio del 2014. Y así ha sido, ‘Fast & Furious 6’ (id, Justin Luin, 2013) ha recaudado unos espectaculares 122 millones de dólares en su salida. Todo un logro para una quinta secuela que al parecer rebasa todos los límites. El público votante en la IMDb está encantado, y la crítica no la trata mal. ¿Sabéis cuando un tema musical termina gustando debido a lo mucho que lo machacan las emisoras? Pues algo parecido creo que es lo que ha pasado con esta saga.
En segundo puesto, con una entrada muy digna pero alejada de la recaudación del filmn de Justin Lin, ‘R3sacón’ (‘The Hangover, part III’, Todd Phillips, 2013) es la conclusión a la historia empezada en Las vegas, ciudad a la que precisamente regresan los locos protagonistas. La gracia y frescura de la primera entrega desapareció por completo en una secuela directamente infumable. El próximo viernes veremos por dónde se decanta esta tercera entrega. En la IMDb el público está más o menos satisfecho, y la crítica poco menos que destroza la película.
La sección de animación de la Fox ha estrenado ‘Epic: El reino secreto’ (‘Epic’, Chris Wedge, 2013), la historia de un bosque en la que se libra la sempiterna lucha entre el bien y el mal. Colin Farrell, que presta su voz al personaje central ,puede presumir de haber tenido su mayor éxito taquillero en años, mientras la crítica acepta el film sin más, y el público votante parece bastante contento. La película se estrenará en nuestras salas el próxim 30 de agosto.
Autor: Alberto Abuín (Blog de cine)
Vía: IMDb
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