miércoles, 27 de febrero de 2013

Crítica de " Un plan perfecto (Gambit)"


Michael Hoffman es americano; los Coen, son americanos; Cameron Diaz es americana. Pero esta no parece una película americana. O si, si pensamos que Blake Edwards era americano aunque su actor fetiche, Peter Sellers, era inglés. Como lo es el protagonista de esta hilarante película en la que Colin Firth se postula a heredero directo de Sellers. Un guión perfecto, con diálogos brillantes, giros inesperados, situaciones inverosímiles y unos secundarios que llenan la pantalla, son la base sobre la que se construye esta divertida comedia, tan previsible en algunas cosas, como inesperada en otras. La historia no oculta una ligera venganza contra esos críticos de arte pedantes y supuestamente conocedores, o esos coleccionistas analfabetos que se fían de ellos sin tener la mas mínima cultura. Tampoco evita los tópicos: americanos rudos y sinceros; europeos estirados e hipócritas. El plan sería casi perfecto si no fuera porque hay una pieza fundamental que falla estrepitosamente. La chica, es decir Cameron Diaz, o quizás debamos decir, esa sombra de lo que fue una mujer guapa y fresca convertida en una máscara plastificada que te horroriza cada vez que la cámara se acerca a su rostro. Lástima, por ella en primer lugar, pero también por la película que con una actriz menos falsa ganaría muchos puntos.

Autor: Nuria Vidal (Fotogramas)

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