martes, 26 de febrero de 2013

Crítica de "Si fuera fácil"



Judd Apatow se ha hecho mayor. Bueno, quiere hacerse mayor o cree que tiene que hacerse mayor. Producir La boda de mi mejor amiga y la serie Girls era ya una prueba de que ya no quiere hablar sólo de peterpanes pajilleros. En Lío embarazoso, la madre nodriza de este spin-off, Apatow aún quería estar en el piso de solteros fumando porros, viendo porno y viviendo de una web de tetas. Pero ahora en Si fuera fácil (se entiende mejor el original, This Is 40), se ha sentado en el váter (con su iPad) y se ha puesto a pensar: “Tengo más de 40, esto tiene que cam… Mierda, he perdido otra vez al Apalabrados”. Entonces, Leslie Mann, su mujer, abrió la puerta del baño y le obligó a pensar. Ahí mismo, con los pantalones por los tobillos.

Así debió de ocurrir en la vida real, y tal cual lo ha contado aquí a través de su álter ego, un genial Paul Rudd, del que debería estar celoso por la química que repite con Leslie Mann, más histérica y divertida que nunca. Apatow escribe de lo que sabe. Y sabe de lo que escribe. Está claro que de matrimonio en la cuarentena, hijas adolescentes a las que querrías matar (porque están obsesionadas con Perdidos y no entienden Mad Men), cargar con tus propios padres que también querrías matar y replantearse tus obsesiones y aspiraciones cuando empiezas una nueva etapa vital sabe más que nadie. Al menos de lo suyo. Y lo que no sepa se lo sopla su mujer. O sus hijas, Maude e Iris Apatow, que retoman sus personajes de Lío embarazoso ofreciendo grandes momentos cómicos y dramáticos.

Si fuera fácil es su película más personal. Apatow se ríe de sí mismo, de su entorno y nos muestra sus intimidades más vergonzosas (hasta las hemorroides), como diciendo “también serán las tuyas”. Vuelve a medir al milímetro la dosis de comedia romántica (y familiar) y el humor más bochornoso (los secundarios y cameos son insuperables), pero se le va la mano con el metraje más que nunca. Así es la vida, debe de pensar, así es mi vida y no sé por dónde cortarla. Hay que entenderle. Se hace mayor. 

VEREDICTO: Un nombre: Melissa McCarthy. Sus 10 minutos y su toma falsa final roban la película.

Autor: Irene Crespo (Cinemanía)

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