martes, 12 de febrero de 2013

Crítica de "Mamá"


Hace cinco años Andy Muschietti dirigió Mamá, un breve corto de terror con un complejo plano secuencia que consiguió llamar la atención del mismísimo Guillermo del Toro. La potente semilla ha dado frutos cinco años después, la pequeña Mamá ha crecido apadrinada por el maestro de lo fantástico. Ahora que se ha hecho mayor, los más curiosos podrán averiguar el antes y después de la familia protagonista. Eso sí, ahora las niñas hablan inglés, y al monstruo le pone cuerpo Javi Botet. También, conoceremos a los nuevos miembros. El tito Nikolaj Coster-Waldau, un sobreprotector Lanister y tita Jessica Chastain, una apática rockera para teenagers sin ningún instinto maternal.

Esta fórmula más larga, más grande y sin cortes; es todo un clásico que ha servido para que muchos se abran camino en esto del cine, multitud de películas de diferentes géneros comenzaron siendo cortos. Por el camino podemos encontrarnos joyitas como: The Dirk Diggler Story dirigida por un jovencísimo Paul Thomas Anderson, que acabaría siendo Boogie Nights. “Peluca” es el origen de las aventuras de “Napoleon Dynamite,” e incluso una de las sagas más populares del cine de terror reciente comenzó desde lo más bajo, Saw. Por otro lado, Numero 9 o Sky Captain se podrían haber quedado en unos minutos mágicos y no en una hora de aburrimiento.

En el caso de Mamá, asistimos a un buen intento que acaba en la zona media de la tabla, no pasará a la historia por llevarse el aplauso de la crítica, pero si por ser la primera coproducción hispanocanadiense que consigue ser número uno en taquilla norteamericana. No se le pueden poner pegas al trepidante comienzo, un arranque cargado de ritmo, bien dirigido y enmarcado en una cuidada escenografía digna de la casa Del Toro. Muschietti muestra lo justo, jugando con el espectador con holgada sutileza. El problema viene, y es que no es nada fácil, cuando avanza la trama y se introducen a unos personajes secundarios algo desdibujados y se les otorga de una responsabilidad superior a sus capacidades, “véase Doctor Dreyfuss” repleto de clichés digno del absurdo que lleva a la fatalidad en todas las películas de terror. Originando esos agujeros de guion que hemos visto en multitud de ocasiones, y que comienzan a llenar de agua una barca que como ya he dicho, a pesar de la dificultad, consigue mantenerse a flote.

El trio femenino, y sobre todo las niñas, son las máximas responsables de conservar la credibilidad de los hechos. Las hermanas Lilly y Victoria consiguen destacar por encima de una Jessica Chastain que está on fire, demostrando con este film que a ella no le importan los géneros, le interesan los registros interpretativos, la mimetización y no parar de trabajar hasta que le falle el cuerpo, increíble lo de esta chica, que consiguió en una misma semana ocupar las dos primeras posiciones del box office yankie.


Por desgracia, tanto efecto especial, no nos ha dejado ver nada de Javier Botet, más conocido en España por interpretar a la niña de Medeiros en Rec, y que con esta película consigue dar el salto a Hollywood, abriéndole las puertas a un nuevo mercado lleno de oportunidades gracias a su peculiar físico. Javi, da vida a una Madre obsesionada con la perdida, que no tolera la competencia, pero que a pesar de las idas de olla ama a sus “hijas” con verdadera locura.

No puedo pasar por alto un detalle que me ha sorprendido, y es que la fotografía de la película llevada a cabo por el español Antonio Riestra, responsable de Katmandú y Pa Negre, comienza siendo uno de los puntos fuertes de la película, pero misteriosamente pierde fuelle a la misma velocidad que la trama, ocurriendo cosas dignas de ser investigadas por Iker Jimenez. Sorprendentemente, siendo noche cerrada en exteriores, dentro, en la casa, por las ventanas parece entrar un Sol de justicia.

Esta ópera prima es la película ideal para escaparse entre tanta película nominada al Oscar en cartelera, para aquellos que prefieran ir a pasar un rato no malo, regulero, al cine. Sin mayor pretensión que la de entretener a un espectador que podrá disfrutar acompañado de una buena bolsa de palomitas, los colegas o una bonita acompañante a la que arrimarse entre susto y subida de volumen en el cine.

Autor: Antonio Rodríguez Peña (lashorasperdidas)

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