Aquí no se jubila nadie. Misión especial: divertir
Bruce Willis no se jubila. Hacerlo, para él, sería como dejar
de respirar. En su caso, el verbo estar implica inevitablemente ser. Lo
que trato de decir de una manera educada es que en los últimos 12 meses
en cinco películas ha empuñado armas con gesto de “estar demasiado
viejo para esta mierda”. Entonces, ¿por qué
Red 2 triunfa donde fracasaban estrepitosamente otras secuelas como
G. I. Joe 2,
Los mercenarios 2 o
La Jungla: Un buen día para morir? No tengo sitio suficiente ni como para empezar…
El resumen sería que este chiste, el del agente retirado que pega tiros y patea culos entre achaques, aquí si tiene gracia. Ayuda
bastante que el material del que parte –el cómic de Warren Ellis;
mismos personajes, historia totalmente original– es muy sólido. También
que en lugar de Chuck Norris, al lado de Willis están
Mary-Louise Parker, John Malkovich o
Helen Mirren desplegando un arsenal que va más allá de lo armamentístico.
Nadie esperaba una segunda parte, pero una vez vista es difícil rechazarla. Mantiene fresco el hallazgo de ver a este manojo de veteranos haciendo y diciendo lo que no esperabas de ellos
–Malkovich es un monstruo de la comedia–,
pero lo sabe dosificar y ampliar para que no se convierta en el único
recurso. El comentario continuo sobre la rutina de la vida en pareja
–¡todo el mundo opina!– y los problemas domésticos no son algo nuevo,
pero está muy bien imitado del modelo
Arma letal.
VEREDICTO: El médico receta a Bruce Willis más comedia y menos acción.
Autor: Manuel Piñón (Cinemanía)
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