lunes, 26 de agosto de 2013
Crítica de "Aviones"
Uno comprende que ha de ser duro y estresante ser un corbatas en Hollywood. Te exigen dinero fácil con gastos cortos y beneficios largos. Así que la mayoría tiran por el camino fácil. Pero eso es una cosa y encender la bombilla simplona de aprovechar el sendero de Cars para llevarlo a los aires se aproxima a la idea de un tipo repantigado en su silla de ejecutivo agresivo, con el puro en la mano y tirando a canasta guiones con historias más que estimables pero de futuro económico incierto para dar paso a la gallina de los huevos de plata.
Porque eso es Aviones. Poner alas a la idea de Cars sin más que echar en el caldero. No se han molestado más que en trillar el mismo sendero: idéntica historia, planteamiento y valores, todo aderezado con unos problemas de diseño que se solventaron en Cars y que aquí no se han resuelto pues los aviones con un perfil más anguloso y menos variado que los coches han creado tremendos problemas gestuales.
Todo suena a visto en Aviones. Es previsible, rutinaria, una historia mil veces volada que pregona los valores ya dichos y redichos en Disney: el valor de la amistad, la confraternidad, la heroicidad y la superación de los temores propios.
Aunque visualmente sea un trabajo apreciable, el guión está pillado con alfileres, cocido en la fábrica a toda prisa, con muchas ganas de recolectar billetes a cambio de casi nada pues la originalidad brilla por su ausencia.
Lo peor del caso es que este producto pertenece a la marca Pixel, (adquirida por Disney). Y es justo desde que ha entrado en este nuevo organigrama que ha bajado de manera notoria la calidad de sus trabajos. Una pena.
Autor: J.M. Cuéllar (Diario ABC)
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