'Dolor y dinero' es una película de Michael Bay. Al 100%, y porque los porcentajes no alcanzan más allá ni aún con esteroides. Eso es tanto lo mejor como lo peor de la película, siempre por supuesto, dependiendo desde donde lo queramos y/o podamos ver. Yo no tengo ninguna duda, y si Daniel Lugo cree en el fitness... yo creo en Michael Bay. Si eres de los míos, de los que disfrutan sin prejuicios de los excesos visuales del director norteamericano, es en una sola palabra IMPRESCINDIBLE, en mayúsculas para que se lea a dos metros del ordenador. Si por contra eres de los que no... pues eso, que no hace falta hacer un croquis para saber que no estás invitado a unirte al grupo en lo que, probablemente, puedas tener en consideración como una nueva incursión delictiva a la altura de la de sus estúpidos protagonistas. Y esto también es una historial real.
Decir que 'Dolor y dinero' no es como es sería como decir que no es una película de Michael Bay. Guapa, molona, estética, excesiva... una "pasada", diría uno de allí; y por supuesto, en pequeñas dosis nada malsanas, moralmente reprobable, misógina y racista, para quien le quiera dar alguna importancia sin relevancia (o trascendencia). Como si fuera el 'Fargo' de los hermanos Coen inflado a esteroides y tras pasar una noche en cualquier discoteca de ese Miami que es a Bay lo que Nueva York es a Scorsese. Es una película de Michael Bay. Y así es Michael Bay. 'Dolor y dinero' define a la perfección quién es Michael Bay, quien en esta ocasión con una historia entre manos y libre de la pirotecnia habitual de su cine, sin la coartada de los efectos especiales, se presenta exactamente de igual manera. Como es. Y con el mismo orgullo. Y con la misma determinación. La vida según Michael Bay no admite relajarse ni para comprar el pan. Y un filme patriótico. Porque Michael Bay es americano, muy americano y sobre todo patriota, aunque 'Dolor y dinero' sea, quien lo diría, la deconstrucción más cruel, sibilina y absurda del sueño americano en años.
Tras unos años algo perdido por Cybertron y alrededores, con 'Dolor y dinero' recuperamos la mejor versión de Michael Bay hasta el punto de que, sin miedo a la duda, podamos considerar esta como su mejor película hasta la fecha. Por encima incluso de esa obra maestra de la distracción que es 'Armaggeddon', o de los 45 minutos que dura el bombardeo de 'Pearl Harbor'. Porque 'Dolor y dinero' además tiene algo que contar, una verdadera historia que Bay, por supuesto,
'Dolor y dinero' no es la maravilla que uno esperaría encontrar de una maravilla. Pero sí es la maravilla que los fans del director norteamericano deberían inyectarse en vena. E incluso tirando de orgullo, por qué no, uno de los mejores filmes del año, ya sea en su especie o no; Y si me apuran lanzándome al vacío y sin red... una futura obra maestra que el tiempo pondrá en su sitio (¡!). Salvo quizá un pequeño receso hacia la mitad para coger aire, la cinta mantiene su musculatura en forma en todo momento, con un desarrollo trepidante de una historia "más fuerte que la ficción", y narrada como si de salvar al mundo fuera a través de sus protagonistas, quienes se turnan para barnizar las aristas de este cruel pero humano -¿quién lo diría?- retrato del "american dream". Y de esas tan divertidas de ver, de esas tan "molonas" que permiten dejarse llevar por el entusiasmo de sus responsables que hará el resto. Tal para cual, y 'Dolor y dinero' es el filme idóneo para Michael Bay, y el idóneo para resolver una posible cuestión de fe. Aún a pesar de las agridulces entregas protagonizadas por los Autobots, ahora más que nunca. Yo creo en Michael Bay. ¿Y usted?
Y recuerden: esto sigue siendo, todavía, una historial real.
Autor: Juan Piret Iglesias (El Séptimo Arte)
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