martes, 3 de diciembre de 2013

Crítica de "¡Menudo fenómeno!"



El que este reverberante remake del Starbuck canadiense de Ken Scott (dirigido por él mismo y coescrito junto a Martin Petit) se presente con una suerte de parafernalia viril carpetovetónica, ya a partir de la traslación al castellano del título original como eufemismo del más castizo “¡Olé tus huevos!”, puede confundir con respecto a la verdadera naturaleza de esta comedia romántica, y familiar a su manera. El pasado deshonroso del protagonista, aquel que relaciona a David Wozniak con los antihéroes de Judd Apatow y Todd Solondz, es pura elipsis visual y narrativa, el mecanismo de explosión retardada que amenaza la tranquilidad del loser y que a la vez dota de sentido a su existencia. Por eso, el conflicto moral y jurídico entre el derecho de los hijos de conocer a su padre biológico y el que posee el donante a la hora de preservar su anonimato, cede con respecto al dilema de una premamá que de repente descubre cómo la semillita de su pareja ha germinado en centenares de hermanastros que siguen la pista de un semental con nickname de franquicia cafetera.

Poniéndonos serios, la película es un canto a la paternidad y una llamada de atención frente a los desmadres eugenésicos que acotan los lindes de la diversidad humana. Aunque lo mejor de ¡Menudo fenómeno! es el cachondeo de ese Vince Vaughn interactuando con toda su galería paterno filial de nerds, currelos, pivones, y basket stars. 

Autor: Sergio F. Pinilla (Cinemanía)

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