martes, 17 de diciembre de 2013

Crítica de "12 años de esclavitud"


12 años de esclavitud es una de las películas más aterradoras que se han rodado jamás por la cotidianidad de su historia. La experiencia de Northup puede ser la de cualquiera sometido a explotación, sea del tipo que sea, y está tan pegada a la actualidad que estremece.

Imaginaos la historia de Solomon Northup. Nació en libertad, vivía en Saratoga (Nueva York) con su mujer y sus dos hijos, trabajaba como violinista y un buen día le ofrecen trabajo en un espectáculo en Washington. Pero en realidad esa oferta no era tal ya que las verdaderas intenciones eran secuestrarle para venderle como esclavo, falsificando su identidad, y a pesar de sus intentos para demostrar que él no es ni ha sido un esclavo no tiene nada que acredite su testimonio.


Hay una escena en El mayordomo de Lee Daniels en donde vemos que el protagonista y su mujer, interpretados por Forest Whitaker y Oprah Winfrey, van a ver el lugar en donde él creció, una plantación de algodón del sur de los Estados Unidos, y Whitaker pronuncia una frase con la que Lee Daniels pretendía darle una bofetada con la mano abierta a Hollywood, dominado como sabéis por judíos, “se preocupan por los guetos de los judíos durante el Holocausto cuando en Estados Unidos los tuvimos hace doscientos años”, curiosamente El mayordomo cuenta con la producción ejecutiva de los hermanos Weinstein, que son judíos.

Precisamente ha sido un realizador británico, afrobritánico, el que se ha encargado de adentrarse en uno de los episodios más oscuros y vergonzosos de la historia de los Estados Unidos de una manera poco acostumbrada, por lo menos en el cine ya que para la pequeña pantalla se rodó la miniserie Raíces de la cual se va a hacer una nueva versión, anunciada a raíz del éxito de 12 años de esclavitud.

Steve McQueen ha rodado su película más convencional tras Hunger y Shame, por una cuestión empresarial, cuenta con la producción de Brad Pitt, que tiene una breve pero fundamental aparición en el film, y con un presupuesto moderado procedente de la filial independiente de la Fox. Desde la entrada de Fox Searchlight 12 años de esclavitud se convirtió en un film confeccionado para los Oscars, y aunque McQueen es consciente de ello en ningún momento renuncia a la dureza ni a contarnos una historia de manera honesta. No hace ningún tipo de concesión, nosotros como espectadores no notamos en ningún momento que nos estén manipulando, y rueda escenas tan crudas y aterradoras, complementadas algunas por la generalmente seca y áspera música compuesta por Hans Zimmer, que me cuesta imaginar a Dolores Hart y a sus dos loros disfrutando de una apacible proyección de 12 años de esclavitud en el convento.

Confiar en una gran estrella de color para interpretar a Solomon Northup habría convertido a 12 años de esclavitud en Django descafeinado, habría sido un error imperdonable. Por eso ha sido un gran acierto la elección de Chiwetel Ejiofor, un actorazo al que muchos no le ponen nombre. Lo que hace el británico es bestial, llegando al punto de desaparecer detrás de Solomon Northup, que personalmente es lo que más valoro de un intérprete. La verdad es que si fuese miembro del AMPAS lo tendría realmente difícil para elegir qué interpretación me ha gustado más si la de Ejiofor, la de Tom Hanks en Capitán Phillips o la de Mad Mikkelsen en La caza, aunque creo que sería la única en acordarse de este último.


El resto del reparto también cumple con creces, incluso aquéllos actores con el papel más pequeño. Paul Giamatti y Paul Dano están fantásticos y acojonan en sus secuencias, Benedict Cumberbatch no puede estar mejor en la piel de un hombre noble, el único amo de buenos sentimientos que tuvo Northup, y Sarah Paulson borda el papel de mujer despiadada devorada por los celos, y que en el fondo es el personaje más terrorífico de la historia.

Michael Fassbender tiene el segundo papel bombón de 12 años de esclavitud, el de amo sádico y cruel. En este film demuestra porqué le consideramos una bestia parda, aunque su Edwin Epps no sea la interpretación de lo que lleva de carrera, siempre estarán por encima sus trabajos en las anteriores de McQueen. Cada vez que aparece en pantalla llegamos a sentir miedo por lo que puede llegar a hacer, y que yo diga esto de Maquinote Fuckbender tiene mérito.

Quien interpreta al personaje más hermoso del film de McQueen es Lupita Nyong’o. Patsy, la negra de los negros como diría el Epps/Fassbender más lascivo, es una niña que crece a base de abusos y que tiene la desgracia de convertirse en el objeto de deseo de su amo. Sobre el papel este personaje es carne de premio, independientemente de quien lo interprete. Se nota que Nyong’o no es actriz, ella trabajaba en labores de producción y como documentalista, pero lo hace con bastante dignidad, además da tan bien en cámara que es realmente cautivadora. Me ha resultado inevitable comparar a Patsy con Fantine de Los miserables, el personaje por el que Anne Hathaway ganó el Oscar a la mejor actriz de reparto en la pasada edición. Al igual que Fantine, Patsy es el personaje más sufridor del año, prácticamente cada escena podría ser un clip para los Oscars, especialmente las finales, la diferencia es que cuando rodó el film Lupita Nyong’o no era consciente de ello porque no tiene ego. A Lupita le darán con bastante probabilidad el Oscar, básicamente porque desde que el film se proyectó con éxito en el Festival de Telluride se ha convertido en una leyenda de Hollywood, la suya es la campaña más fuerte de esta temporada, y eso que entre sus rivales está Oprah.


Por lo demás 12 años de esclavitud es un film con una puesta en escena impecable gracias al diseño de producción de Adam Stockhausen, el vestuario de la veterana Patricia Norris y sobre todo a la dirección de fotografía del habitual de McQueen, Sean Bobbitt.

Detesto la palabra “necesaria” para calificar un film, porque normalmente es un eufemismo que se utiliza a la hora de hablar de una película de temática social cuando en realidad no se tiene el valor de decir que es mala. Ni tampoco me gustaría decir que 12 años de esclavitud se ha convertido en un clásico instantáneo de la Historia del cine, porque el tiempo se encargará de ponerla en su sitio, para bien o para mal. Tan solo puedo decir que 12 años de esclavitud es uno de los mayores regalos cinematográficos que nos ha brindado este año y que no conviene dejarla escapar.

Autor: Mary Carmen Rodrí­guez (lashorasperdidas)



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