miércoles, 14 de agosto de 2013

Crítica de 'RED 2'


'RED 2' vendría a ser la definición perfecta de película que parece diseñada de cara a su tráiler. Aquella que, para entendernos, funciona bastante bien cuando uno la ve resumida en alguno de sus 327'14 avances, pero no tanto una vez toca echarle ojo a lo que se supone es el montaje del director, como si los minutos de más fueran no más que de relleno. En realidad, como ya lo era la primera entrega, si bien en aquella ocasión -en teoría- no se esperaba nada en particular de ella, mientras que en esta ocasión -y siempre en teoría- sí se espera algo. Ese 2, oiga. De ahí que en donde la primera sorprendía ligeramente esta segunda decepciona en igual medida, un pequeño matiz para describir a la que no deja de ser una película, lo dicho, de relleno... y hecha con piloto automático, también.

Las comparaciones son odiosas, y la providencia quiso que justo a continuación de ver 'RED 2' hiciera lo propio con 'Ahora me ves...', la cual casi entierra por completo el visionado de la primera. Y la sensación, a bote pronto, es que la cinta de Louis Leterrier viene a ser todo lo que quiere ser la de Dean Parisot, uno de tantos directores que hay en Hollywood sin habilidad o personalidad conocidas. La comparación es odiosa, si, y 'RED 2' es en resumen una especie de quiero y no puedo sin voluntad, una producción que a imagen y semejanza del citado Parisot no presenta ninguna habilidad o personalidad en particular que puedan ser reconocidas como tales (más allá de las presencias de John Malkovich y Helen Mirren). Estas carencias, per se, no tienen por qué hacer de ella una mala película, pero sí provocan que coquetee muy peligrosamente con la tan temida indiferencia, mortal de necesidad para lo que se supone no es más que un simple pasatiempo necesitado de simpatía.

Existe la tendencia cada vez más molesta, o lo parece, por parte de los "hombres de negro" de aprobar una secuela como quien va al baño a plantar un pino, y en cuanto alguien, ya sea un bloguero o un panadero, incluye algún título en una lista de éxitos. Así, sin más, sin plantearse si en realidad merece la pena o no. Piloto automático. La de 'RED' parece ser una de estas secuelas hechas por compromiso hacia vete a saber quien, como si Bruce Willis tuviera tantas facturas por pagar como Nicolas Cage, por lo que el resultado que ofrece viene a ser, básicamente, de compromiso. Y es que si ya partimos de un primer filme que no era gran cosa, pongamos que simplemente simpático, esta secuela no es más que en el mejor de los casos eso mismo, una producción simpática. En el mejor de los casos, porque en el término medio bien puede ser un filme que se hace el simpático sin llegar a serlo, principalmente, porque da por sentado una complicidad que no tiene por qué haber, como si su reparto se valiese para hacer de salvoconducto.

Comentaba en su momento el hoy endiosado Joss Whedon en relación a su guión para 'Alien Resurrección' que, por alguna razón, lo que sobre el papel funcionaba no había funcionado sobre la pantalla. Whedon reconocía cada palabra en pantalla, pero el resultado no era el esperado. Y algo así ocurre con 'RED 2', un guión que podría funcionar -con un poco de mimo- pero cuya representación en imágenes no termina de cuajar, tal vez porque su ingenuidad choca de frente con su propia pereza, la derivada de la falta de personalidad, garra y atrevimiento de una propuesta, en última estancia, muy corriente y convencional por culpa de la atonal puesta en escena de Parisot. En suma, tan acomodada como lo puede estar un reparto efectivo en sus labores, eso sí, como igualmente tan poco exigido como para serlo, eso también. 'RED 2' no pretende ser nada del otro mundo, y efectivamente, no es nada del otro mundo, decepcionando por cuanto ese 2, y su responsabilidad, no suponen... nada del otro mundo.

Autor: Juan Pairet Iglesias (El Séptimo Arte)

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