lunes, 24 de diciembre de 2012

Crítica de "¡Rompe Ralph!"


Recuerdo como si fuese ayer la vez que vi en el cine El Rey León de Disney, al igual que recuerdo los cines en los que vi La Bella y la Bestia, Aladdín, e incluso Lilo & Stich o Pocahontas. Soy de los asiduos de Disney o mejor dicho, soy de los incondicionales de Disney y llevo desde los 14 años acudiendo año tras año (que por desgracia para mi son ya muchos) a todos y cada uno de los estrenos de animación de los llamados clásicos de la compañía (incluso muchos de los no clásicos), perdiéndome tan solo las de los años 2003 al 2007 (luego las vi en DVD no se preocupen). ¿Por qué me atraen tanto sus películas?, muy sencillo, además de ser un amante de la animación ya sea esta tradicional o digital, hay una cosa que siempre ofrece una película de Disney y son valores morales, más comúnmente Moraleja y eso me atrae sobremanera, vale que a veces sus moralejas son flojas, forzadas, repetidas o incluso un poco ridículas en algunos casos, cada uno busque sus propios ejemplos, pero por desgracia a mi me atrae este tipo de cine, así que cuando se me brindó la oportunidad de ver la de este año, no lo dudé ni un segundo.

Por supuesto los tiempos han evolucionado y donde antes había animación tradicional (mi preferida), ahora suele haber animación digital, lo que le viene como anillo al dedo a este ¡Rompe Ralph! ya que la película se desarrolla por completo en un salón de máquinas recreativas, el universo de lo digital. Este es el primer acierto de la película, basar la misma en un personaje de videojuego, concretamente el malo de uno de los pocos títulos que aun se mantienen en uso tras muchos años (en clara alusión y homenaje al Donkey Kong) que por supuesto no es tan malo como parece. Y es que con tan solo pensar un poco nos damos cuenta de que los padres de los críos de hoy en día son aquellos chavales que crecimos (me incluyo) en pleno boom de las recreativas, aunque el motivo puede bien no ser este sino que los creadores de la misma coincidan en edad con dicha generación incluso puede que ambos se den a la vez lo cual es todavía mejor. Se nota claramente que los creadores crecieron en salones de videojuegos intentando mejorar los récords de turno en Street Fighter, Out Run y que aun en día como la mayoría de nosotros, mantenemos ese espíritu gracias a las consolas.

Todo eso se nota y mucho, los detalles desde el minuto 1 son innumerables, enriqueciendo la película, creando continuamente guiños de cara al espectador adulto que son más que bienvenidos. Esa terapia de grupo en la que aparecen M.Bison, Otoboke, Zanguief o Sub Zero hablando de porque son los malos de los juegos, el video juego Héroes Duty que recuerda claramente al Halo o la aparición de mítico Root Beer son solo algunos ejemplo de los muchos que pueblan la película que harán las delicias de los adultos. Pero no solo hay guiños a videojuegos, sino a otras muchas películas que han hecho las delicias de esos mismos adultos y es que parece que ¡Rompe Ralph! no esta orientada en exclusiva a los niños como normalmente ocurre, sino casi por completo a esa generación de adultos que fue etiquetada de “Friki” esa palabra que tanto parece estar de moda, pero que hace unos años era estigmatizadora y que ahora verán como un grupo de los suyos les hacen un claro homenaje con esta película. Si, por supuesto que la película es de animación, infantil y tiene moraleja final, pero es demasiado claro que los que más se divierten con ella son esos adultos que están en la treintena.

¿Y que pasa con los niños?, el motivo principal del 80% de los que acuden a la sala de cine. Dependiendo de la edad que tengan, se lo van a pasar bien para los más pequeños y pipa para los un poco más mayores, aunque esto no siempre sea lo mejor y no me malinterpreten, no es que este mal que los chiquillos disfruten, todo lo contrario, simplemente me refiero a con que disfrutan y que aprenden con ello. Todos somos partidarios de que nuestros hijos disfruten y se diviertan viendo cine, creo poder decir sin temor a equivocarme que si bien al menos la mitad de ustedes no verían con demasiados malos ojos que sus hijos se divirtiesen viendo un programa de videos de primero, pondría la mano en el fuego a que sin embargo la gran mayoría no les parecería correcto que lo hiciesen viendo un programa de JackAss, ¿me equivoco?. Y es que sin llegar a tales extremos como los del ejemplo, si que podemos decir que esta vez Disney ha cometido un grave error en la manera de intentar divertir a los niños a la hora de atribuirle un lenguaje totalmente inapropiado al personaje de Vanellope, es decir a la coprotagonista. Por supuesto que los chavales se lo van a pasar genial y que muchos dirán que si los niños son muy crueles y que si ya se habla así en los colegios y todo lo que quieran, pero una cosa es la vida real y otra muy distinta es que los dentro de los valores que se les intentan inculcar con películas como esta, eso de la moral que mencioné antes, se les de a entender que esta bien hablar tal y como lo hace este personaje. Juzguen ustedes mismos y discrepen conmigo si creen que me equivoco, a lo mejor me estoy volviendo muy quisquillosos con la edad, pero me da mucha pena que Disney haya confundido sus propios valores por miedo a no evolucionar y quedarse anclada en el pasado de los mismos. Yo soy de los que piensa que no es que lo antiguo sea lo mejor, es que simplemente lo correcto es lo mejor, ya tenga esto la edad que sea.

Como ya dije al principio recuerdo perfectamente el mensaje de El Rey León, Pocahontas o la infravalorada Mulán y tampoco me duelen prendas en admitir que he olvidado o más bien recuerdo vagamente las de Tiana y el Sapo, Enredados, Bolt o cualquiera de las que ustedes elijan de los últimos 5 años (quien dice 5 podría decir 10) a aquí y no es porque las películas no me hayan gustado, de hecho tanto Bolt como Enredados me agradan bastante (no así la funesta Tiana y el Sapo) sino porque más allá de resultar entretenidas o divertidas, que lo siguen siendo, no llegan a dejar ese poso que antaño dejaban sus producciones. Ahí radica el quid del asunto, las películas de Disney se espera que no solo sean entretenidas, sino que les enseñen a los niños unos valores morales que por desgracia en los tiempos que corren parecen haberse perdido, tanto como Disney en sus intentos de encontrarlos y recordarlos, de ahí que este ¡Rompe Ralph! Sea más de los mismo de los últimos años, entretenida, divertida, con un final bastante decente y con una moralina de quita y pon.

Seguiremos esperando otro año más el resurgir del Gigante, aunque quizá debemos empezar a pensar que el Gigante se ha hecho viejo y difícilmente volverá a tener el porte que antaño lució, se lo contaremos el año que viene.

Autor: David J. Soto (El Séptimo Arte)

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