martes, 30 de abril de 2013

Crítica de "Bestias del sur salvaje"

 

Premiada en Sundance y Cannes, la apuesta ‘indie’ para los Oscar

 

La ampliación de la horquilla en la categoría de los Oscar a la mejor película ha supuesto de hecho, en esta edición, un enriquecimiento en la propuesta cinematográfica de los nominados, con la inclusión de películas y directores imprevistos en otros tiempos, como puede ser el caso de Michael Haneke, David O. Russell o del debutante Benh Zeitlin, quien asombra con esta película ambientada en una precaria comunidad del Sur de Luisiana, y protagonizada por una jovencísima Quvenzhané Wallis (otro talento precoz alumbrado por los sacrosantos premios). Narrada desde la óptica y la conciencia de la niña Hushpuppy, Bestias del sur salvaje desarrolla en clave de realismo mágico un duelo paterno-filial, pero lo hace rehuyendo del miserabilismo que se le presupone temática y contextualmente, exaltando la generosidad y la grandeza de espíritu de unos seres humanos tan míticos como las bestias prehistóricas que la imaginación de la niña resucita. Como los anegables hogares de estos náufragos del desarrollo postmoderno, la cámara de Benh Zeitlin y de su D.O.P. Ben Richardson se debate sin anclajes determinados, con imprevisión calculada, a tenor de la precisión exhibida en el trasfoco: es aquí, en la realización, donde el sello indie (de independiente americano), se hace más plausible, y también en la adecuación estilística al punto de vista desde el que transcurre la acción. La película no pierde frescura, sin embargo, y ello es debido a la perfecta adecuación del contenido dramático de la obra de Lucy Alibar al formato cinematográfico.

Además de impregnarnos con sus imágenes apocalípticas y poderosas, Bestias del sur salvaje reivindica, como también a su manera lo han hecho Quentin Tarantino, en Django desencadenado, o Steven Spielberg, en Lincoln, el vitalismo y la oportunidad de la alternativa austral (o lo que es lo mismo, del Sur, en todos sus significados). La incertidumbre del presente, y quizás también la coyuntura Obama, han llevado a los académicos a apostar por ella. 

VEREDICTO:  Benh Zeitlin, Lucy Alibar y Quvenzhané Wallis hacen resplandecer los meandros del Misisipi.

Autor: Sergio F. Pinilla (Cinemanía)


 

No hay comentarios: