En el año 2010 Derek Cianfrance se dio a conocer con Blue Valentine, un film de muy bajo presupuesto, rodado casi en plan guerrilla, que estaba protagonizado por Ryan Gosling y Michelle Williams. La cinta obtuvo muy buenas críticas y Williams logró una candidatura al Oscar a la mejor actriz. Karma Films la estrenó en España con más de dos años de retraso, la compañía tuvo que comprársela a la distribuidora Wide Pictures, que tenía los derechos y que quebró el año pasado. Ahora llega a nuestras pantallas Cruce de Caminos, The Place Beyond the Pines, que mi mente perversa a veces confunde con esto, y que se rodó hace dos años.
No quiero dar muchos detalles de su argumento, para evitar contar más de lo debido. Tan solo diré que Cruce de Caminos está dividida en tres partes. En la primera, un joven buscavidas quiere asumir la paternidad del hijo que ha tenido con el rollo de una noche, en la segunda, un inexperto policía se topa con la corrupción, y en la tercera, dos adolescentes se verán enfrentados después de un suceso.
Si en Blue Valentine, Derek Cianfrance nos hablaba de la destrucción de una pareja, en Cruce de Caminos, que fue escrita después de que naciera su primer hijo, nos habla de la paternidad, tanto de su aceptación como del legado que puede dejar un padre a su hijo. Y lo plantea como el cruce entre una tragedia griega con el film más desarraigado de Nicholas Ray. Aunque aparentemente sea más convencional que Blue Valentine, es mucho más pretenciosa que la anterior, y aunque vaya ganando conforme va avanzando el metraje no me ha atrapado desde el primer momento. Además sus casi dos horas y media de duración tampoco ayudan.
Desde que se diera a conocer con El Creyente, superada su faceta como ídolo juvenil, Ryan Gosling fue considerado el mejor actor de su generación y al mismo tiempo se convirtió en la marca blanca de Edward Norton, era la versión barata, joven y menos conflictiva de quien fuese proclamado heredero de Robert De Niro a mediados de la década de los noventa. A Gosling le costó varios años despojarse de esa etiqueta, probablemente lo habría tenido más difícil si Norton no se hubiese creado más de un enemigo en la industria. Todo cambió en el 2011. Su interpretación en Drive de Nicolas Winding Refn le convirtió en un icono del cine del siglo XXI, sus plañideras enloquecieron y si antes eran pesadas desde entonces son insoportables, y el efecto de su chaqueta de escorpión solamente se puede comparar con el de la camiseta imperio que lucía Marlon Brando en Un Tranvía Llamado Deseo. Y extracinematográficamente el día en el que Ryan Gosling conoció a su estilista se convirtió en Dios. Si tengo un problema con Cruce de Caminos es por culpa de Ryan Gosling, porque su Luke es una versión low cost de Drive, tanto en el sentido estético como en el interpretativo. Salvo dos o tres escenas no se le ve nada entregado con el personaje. Es más parece que es peor intérprete que Eva Mendes.
El que sí me ha sorprendido para bien es Bradley Cooper. Rodó Cruce de Caminos antes de El Lado Bueno de las Cosas de David O. Russell, que le ha permitido no solo ser candidato al Oscar sino encabezar 25 de cada 26 proyectos que se han puesto en marcha en el último año. Y aunque en sus primeras escenas se le vea bastante forzado conforme se va desarrollando su personaje se le ve mucho más cómodo y a nivel interpretativo responde con creces. Eva Mendes demuestra aquí que detrás del pibón hay una actriz, en todo momento consigue estar muy por encima de Ryan Gosling, que desde hace años va con el aura de mejor actor vivo. Los otros dos grandes personajes de Cruce de Caminos están interpretados por Dane DeHann y Emory Cohen, el primero poco más que correcto, el segundo, lamentable, esa manera de arrastrar las palabras y esa mirada Zoolander más que ayudarle a configurar un personaje detestable le hacían caer en el ridículo.
Brevemente podemos ver a Craig Van Hook, Marheshala Ali, Rose Byrne, Rya Liotta o a Bruce Greenwood. Eficaces todos.
Aunque Cruce de Caminos no me haya terminado de convencer, por las razones que ya he expuesto, sí que considero que es una propuesta interesante a la que hay que darle una oportunidad.
Autor: Mary Carmen Rodríguez (lashorasperdidas)
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