Si la recientísima 'Asalto a la Casa Blanca' (Antoine Fuqua, 2013)
fuera (que no) 'Jungla de Cristal' (John McTiernan, 1988), 'Asalto al
poder' sería, defnitivamente, la marchosa y desacomplejada 'Muerte
súbita' (Peter Hyams, 1995). Es un exploit carísimo (aunque no tanto
para lo habitual en el cine de Roland Emmerich) de las ginkanas John
McClane: más humorística, más demencial, más imposible y más
políticamente incorrecta. La sola idea de guión (apuntada así como quien
no quiere la cosa y pronto olvidada) de unos terroristas-golpistas
heterogéneamente unidos por todos los ítems de esta era YouTube
desengañada e indignada con el poder se diría digna de cualquier
subproducto Cannon o de cualquier novela de política-ficción. ¿Sus
temas?: desencanto, rabia antisistema, venganza, interés personal,
fascismo, militarismo...
Pero nada de esto importa, porque lo único que se pretende es destruir iconos reconocibles, encender los castillos de fuegos artifciales y que disfrutemos con una escapista y fallera comedia de acción de primerísima categoría. Una buddy-movie con cachas en camiseta y metralleta junto a presidentes cachondos calzando deportivas y haciendo chistes sobre Ray Charles y Stevie Wonder. Falta Van Damme, pero, bueno, nadie es perfecto.
Autor: Fausto Fernández (Fotogramas)
Pero nada de esto importa, porque lo único que se pretende es destruir iconos reconocibles, encender los castillos de fuegos artifciales y que disfrutemos con una escapista y fallera comedia de acción de primerísima categoría. Una buddy-movie con cachas en camiseta y metralleta junto a presidentes cachondos calzando deportivas y haciendo chistes sobre Ray Charles y Stevie Wonder. Falta Van Damme, pero, bueno, nadie es perfecto.
Autor: Fausto Fernández (Fotogramas)
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