martes, 19 de febrero de 2013

Crítica de 'Mamá'


El género de terror debe reinvertarse. Fantasmas, apariciones, muertos vivientes, voces del más allá, asesinos en serie, profecías o asesinatos sin explicación son algunos de los muchos tópicos que nos bombardean la cartelera en la actualidad. En cada nueva película que ve la luz se guarda la esperanza de que pueda aportar algo nuevo, pero en contadas ocasiones esto finalmente se cumple. Aunque la taquilla refleje lo contrario, la fórmula de dar sustos a diestro y siniestro está empezando a agotar sus recursos y a cansar al espectador mínimamente exigente. Una idea española apadrinada por Guillermo del Toro hecha película de terror con caras famosas y, a priori, novedosa que alcanza la primera posición en la taquilla de USA. ¿Qué mas se puede pedir? Pensarán algunos. Otros en cambio, pedimos mucho más…

En 2008 Andrés y Barbara Muschietti presentaban un cortometraje de terror, donde, en tan sólo 3 minutos era capaz de crear y mantener la atención. Sus armas eran pocas, pero efectivas, y su dirección dejaba ver una promesa de futuro. Que la idea era buena no había duda, pero que su escasa duración dejaba con ganas de más, tampoco. Por desgracia, su salto a la gran pantalla produce la sensación contraria. Y es que la duración parece venirle grande a la historia original, llevándola a alargarse hasta volverse repetitiva y aburrida. Esto es problema del guión, cuya parte intermedia deja un completo vacío en lo que debería de ser el nudo y convierte la mitad de la película en una sucesión de escenas en las que la trama se estanca recurriendo al truco de mantener la atención y hacer saltar al espectador mediante algún que otro susto, que a pesar de la injustificación argumental de los mismos, amenizan con un poco de diversión el vacío de acción, aunque no es suficiente como para lograr que olvidemos la torpeza de su libreto.

Dos niñas son encontradas en el bosque tras haber pasado varios años desaparecidas desde que su madre fuera asesinada. Su tío decide acogerlas en su casa junto a su mujer para cuidar de ellas, las cuales aún se muestran “salvajes” tras su estancia en solitario. Nadie se explica cómo pudieron sobrevivir tantos años solas, aunque la pregunta tiene su respuesta en un “fantasma” al que llaman Mamá y que aún sigue detrás de ellas. De esta forma se presenta lo que podría haber sido una buena historia, con una buena ambientación, pero que por el contrario se ve demasiado afectada por lo estándares Hollywoodienses (es lo que tiene proyectar una cinta así internacionalmente) convirtiéndose en “una más” de tantas, que ni da miedo a los que busquen asustarse, ni entretiene a los que busquen divertirse. El excesivo número de clichés y tópicos del genero acaban incluso resultando molestos, y por momentos, algunas escenas rozan el patetismo, el cual coge su forma final en el malogrado desenlace. A pesar de todo esto, la factura técnica de la cinta es altamente destacable, desde la fotografía hasta la banda sonora, pero sobretodo, donde todas las miradas acaban centrándose; Jessica Chastain, tan espléndida (en todos los sentidos) como siempre, que convierte toda oportunidad de verla en pantalla en algo muy a tener en cuenta.

Una película torpe, larga, aburrida y mal resuelta, que ni presenta nada nuevo, ni consigue causar la más mínima impresión al espectador. Siempre produce tristeza ver cómo proyectos que podían haber dado grandes frutos acaban cayendo en la mediocridad, pero en este caso, no es la primera vez que Guillermo del Toro desaprovecha una oportunidad así. Esperemos que a partir de ahora lo tenga más en cuenta a la hora de colocarse detrás de un proyecto, porque últimamente no levanta cabeza…

Autor: Diego Sánchez Izquierdo (El Séptimo Arte)

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