domingo, 28 de octubre de 2012

El guionista de ‘Prometheus’ revela los secretos de la verdadera precuela de ‘Alien’

De cómo el origen de los xenomorfos acabó convirtiéndose en la película más controvertida del año

Texto de Ángel Vidal

Prometheus se ha convertido probablemente en la película más polémica y que mayor número de opiniones encontradas ha levantado este año: para algunos, un desastre sólo salvado por su apartado artístico; para otros, una digna cinta de ciencia ficción que presenta ideas poderosas. Su exceso de hype, incógnitas sin resolver y un desarrollo argumental errático han conseguido que gran parte de los espectadores no hayan quedado satisfechos, pero lo que no se puede negar es que ha conseguido su objetivo: que la gente siga hablando de ella y que todos estemos con el rotulador en mano listos para marcar en el calendario la fecha de estreno de su secuela.

Mientras que otras superproducciones de este 2012 como Los Vengadores, El caballero oscuro: La leyenda renace o The Amazing Spider-Man han caído prácticamente en el olvido a estas alturas, Prometheus sigue despertando pasiones y análisis meses después con cada nuevo detalle de su curiosa producción.

Ahora, y con motivo de la salida de la película en Blu-Ray, ha aparecido la bomba que muchos esperábamos: conocer los secretos del guión original. Su autor, Jon Spaihts, ha concedido una entrevista a Empire en la que revela los entresijos que llevaron a que la precuela de Alien acabara convertida en Prometheus.

Ni que decir tiene que lo que viene a continuación contiene SPOILERS si no habéis visto la película.

 

PONIENDO LAS COSAS EN PERSPECTIVA

Estrenada el pasado mes de junio y envuelta la incertidumbre de si conseguiría o no funcionar (una película de ciencia ficción con calificación R y sin el nombre de la franquicia en el título) Prometheus acabó convirtiendo en todo un éxito que ha proporcionado a Fox 400 millones de recaudación frente a un presupuesto de tan sólo 130 millones de dólares (barato teniendo en cuenta el estándar de los blockbusters actuales).

Pero este caramelo que ha garantizado al estudio un próspero futuro abriendo el camino de una nueva saga esconde detrás un oscuro pasado en el que iba a ser “una más” dentro de otra franquicia.
Foto

Hace unos años Fox se propuso revitalizar la saga de Alien con una nueva entrega, pero las cosas no acababan de cuajar y el proyecto no despegaba debido a dificultades como las dudas sobre qué línea argumental debía seguir (secuela o precuela) o la inseguridad de quién debía encargarse de ella.
El jefe del estudio, Tom Rothman, deseaba que Ridley Scott volviera al género, pero el director inglés se mostraba reticente ante la idea, hasta tal punto que su decisión fue la de ejercer como productor y posicionar a Carl Rinsch (director de vídeos comerciales y novio de su hija por aquel entonces, y ahora director de la problemática 47 Ronin) como el realizador encargado de sacarla adelante. En Fox seguían sin estar conformes, y, tras mucho insistir y meses de negociaciones, en julio de 2009 Scott accedió a dirigir lo que sería una precuela del universo que ayudó a construir en 1979.


A pesar de la importancia de la producción y de la presión para estar a la altura de la original, el guionista elegido fue un novato: Jon Spaihts, un desconocido sin ningún guión producido en aquel entonces –La hora más oscura llegaría después–, que se presentó en las oficinas de la compañía de Ridley y Tony Scott gracias al interés suscitado por sus libretos de ciencia ficción (Shadow 19 y Passengers) y salió con un trabajo que no esperaba y que le cambiaría la vida
 
Este guionista, que hasta ahora había trabajado en el anonimato, se vio de repente al frente de una de las películas más esperadas del año, siendo la primera vez que “había escrito algo que tenía una audiencia a la espera”, pero el éxito también trajo la preocupación constante de enfrentarse a “una multitud ávida, ansiosa e incluso molesta tratando de informarse sobre el proyecto”.


El tema de las filtraciones fue una de las grandes constantes que acompañaron a la película durante su producción, con multitud de fans desesperados por hacerse con todos sus secretos. A pesar de los rumores de que el guión inicial podría ser uno que circula por internet bajo el nombre de Alien Harvest, Spaihts ha asegurado en más de una ocasión que el guión nunca se llegó a filtrar y parece que tampoco lo hará en un futuro próximo: “Hubo discusiones durante un tiempo sobre si mi borrador final estaría incluido en la edición Blu-Ray de la película, pero recientemente he oído que hay ciertas complicaciones legales que podrían impedirlo“.
Durante estos días tanto Spaihts como Lindelof han confirmado en sus cuentas de twitter que el Blu-Ray de Prometheus no contendrá el guión de la película, así que habrá con conformarse con sus comentarios.

 

‘ALIEN’ VS. ‘PROMETHEUS’; SPAIHTS Y LINDELOF VS. FOX

En julio de 2010, un año después de la entrada de Spaihts al proyecto, Fox contrató a Damon Lindelof como co-guionista para que le diera un repaso a su borrador y encarar la producción hacia el inmediato rodaje.

Lindelof, que acababa de salir del mayor linchamiento online de la historia tras el polémico final de Perdidos, había ido al estudio para reunirse con Scott y discutir la posibilidad de encargarse de la reescritura del guión. Durante el intercambio de ideas entre ambos, dieron con una propuesta que hasta podría generar otra película de ciencia ficción completamente diferente, y quedaron tan encantados que decidieron combinar esas ideas con la precuela de Alien para dar forma a un concepto nuevo y original llamado Prometheus.

O al menos eso es lo que nos dijeron en la nota de prensa.


Ahora se revela la aterradora realidad detrás de todo: Lindelof, convertido en el blanco de las críticas de todo aquel que tenga queja alguna sobre la película, era en realidad un mercenario a merced de los deseos del estudio y una de las modificaciones clave sufridas por el proyecto salió de las mentes de ejecutivos desde un despacho.

“Las criaturas cambiaron de manera drástica de un borrador a otro, pero el mayor cambio de todos fue la eliminación del xenomorfo de la película”, comenta Spaihts sobre el rumbo que adquirió la producción cuando abandonó su puesto de guionista. Pero al contrario de lo que se creía, no fueron Lindelof o Scott quienes decidieron eliminar al alien en busca de una visión novedosa, sino que fue la propia Fox.

“Estaban muy interesados en hacer algo original y no otra película más de la franquicia. Eso se le ocurrió a uno de los jefes del estudio –todo ese cambio para centrarse en la nueva mitología de Prometheus, dejando a los Aliens tan atrás como pudiéramos, vino a petición del estudio.

De este modo, Lindelof se encargó de modificar todas las escenas en las que hacían acto de presencia los xenomorfos, sustituyéndolos por otras criaturas o sustancias. Algunas de ellas ya habían sido concebidas por Spaihts (Fyfield transformándose en un monstruo a causa de un compuesto mutagénico negro, la presencia de los Space Jockeys…), pero hubo que buscar soluciones para otras de las escenas que todo el mundo esperaba ver en una “precuela de Alien“, como la cámara repleta con los icónicos huevos, que misteriosamente pasó a ser una estancia repleta de urnas con gazpacho.

Damon Lindelof, el perpretrados de la barbarie 

Y claro, de esos huevos iniciales debía salir algo, así que el guión original de Spaihts también incluía los clásicos “abrazacaras” (facehuggers), que eran aquí utilizados de una manera impactante.
Durante una de las secuencias de Prometheus, David (Michael Fassbender), sin razón aparente, infecta a Holloway (Tom Hardy Logan Marshall-Green) echándole una gota de gazpacho en su bebida, convirtiéndole así en el portador del semen mutante que impregnará después el útero de la doctora Shaw (Noomi Rapace).

En la versión inicial, era un “abrazacaras” de la sala con huevos el que introducía al Alien en el interior de Holloway, tras quedar éste inconsciente por exponerse a la atmósfera abriendo demasiado su casco. Acto seguido, se despertaba sin saber qué había ocurrido y se dirigía a la nave para reencontrarse con Shaw. La doctora, que le daba por muerto, se lanza a sus brazos y comienzan una pasional escena de amor, “y mientras lo están haciendo, le explota el pecho y muere”.




Con Holloway en el hoyo, había que buscar un medio para infectar a la protagonista con otro alien, y el recurso que tenía Spaihts era una versión más oscura y “barroca” del androide David, que había comenzado a torpedear la misión para quedarse más tiempo en el planeta y adquirir mayores conocimientos de la cultura de los Space Jockeys.

Shaw descubre los planes de David e intenta detenerlo, pero en ese momento el androide consigue reducirla y atarla, exponiéndola ante uno de los huevos. David consigue extraer al “abrazacaras”, al que puede manipular “como si fuera un gatito”, y se lo acerca a la doctora en lo que habría sido una macabra secuencia que Spaiths describe así: “David juguetea con su cara durante un rato y después deja que vaya a por ella. Así, en mi borrador, es como Shaw acababa infectada con el parásito que tiene luego que extraer con la secuencia de la vaina médica”.

 

UNA CESÁREA DOLOROSA Y UNA PROTAGONISTA CONVERTIDA EN LARA CROFT

Y justamente esta secuencia –una de las más impactantes mostradas en la película– fue una de las razones por las que consiguió el trabajo, tal y como recuerda de su “pitch” ante Ridley Scott: “Me dí cuenta que una de las cosas que jamás habíamos visto era a alguien sobreviviendo a la explosión del pecho causada por el Alien”.

La idea era que la doctora Shaw, infectada con el alien, debía llegar hasta el puesto médico para extraer al ser que se estaba gestando dentro de ella. Pero al igual que con el resto de sus ideas, esta escena también sufrió modificaciones.

En la versión original Shaw era la que se quedaba dentro de la máquina y el xenomorfo era expulsado al exterior, vagando libremente por la nave y atacando a su tripulación. Además, el desarrollo de esta escena despejaba uno de los puntos más criticados de la película: la milagrosa regeneración de Shaw tras ser abierta en canal. Spaihts comenta que su recuperación era más extensa y prolongada en principio, con la doctora quedando inconsciente en la máquina durante ocho horas mientras era tratada médicamente.

En Prometheus, el alien fruto de la relación amorosa entre Shaw y Holloway, se “des-alien-izó” y pasó a ser un pulpo que quedaba atrapado en la vaina, mientras Shaw conseguía escabullirse para llegar ante un Guy Pearce con 20 kilos de maquillaje, y para después convertirse en una heroína de acción realizando todo tipo de proezas.

Aún con todo, el guionista se muestra complacido con el resultado final, considerándola una de sus “escenas favoritas, realizada visualmente de una manera extraordinaria”.

 

LA EVOLUCIÓN DE LOS XENOMORFOS QUE NUNCA VIMOS

En toda película de Alien tiene que haber aliens, y ya que ese era el plan inicial, Spaihts y Scott trazaron en un gigantesco “brainstorming” toda una evolución biológica que acabó en el cubo de la basura.

Se llegaron a realizar cinco versiones diferentes del guión antes de la llegada de Lindelof, y ya que esta película pretendía explicar los orígenes de los xenormorfos, también debían introducir diversas variaciones en la criatura original. “Probamos diferentes caminos; imaginamos que podría haber ocho variaciones diferentes de los xenomorfos –ocho tipos diferentes de huevos Alien con los que podrías toparte, ocho tipos de xenomorfos ligeramente diferentes que podrían haber salido de ellos”, comenta el guionista, que trabajó durante nueve meses con Scott desarrollando las criaturas de la película.

La idea de Spaihts y Scott era presentar al xenomorfo como algo nuevo, y entre los diversos rediseños que concibieron destacan algunas ideas visuales como las de parecerse a un crustáceo con su exoesqueleto recién mudado, variaciones de color (“pálidos en lugar de negros”) o que dispusieran de “una capucha gelatinosa en la que almacenaran ciertos rasgos del humano en el que se habían incubado“.

Una de las pocas variaciones que llegó hasta la película fue la del “Diácono”, un ser también conocido como “Proto-Alien”, que se puede ver al final de la película tras su salida del interior del Ingeniero.




Spaihts nos adentra también en la apasionada afición de Scott por la naturaleza, describiéndole como “un coleccionista morboso de todo tipo de rarezas como parásitos y depredadores del mundo natural”. Esta afición del director fue una los constantes influencias en su proceso conceptual, y los diversos insectos o bacterias de nuestro mundo inspiraron los diseños y conceptos de algunas de las criaturas vistas.

Además, por lo que se ha podido ver en los diversos vídeos “detrás de las escenas” o en otras entrevistas, Scott estaba increíblemente entusiasmado ante la idea de volver al terreno de la ciencia ficción sólo por la posibilidad creativa que ello suponía, pudiendo jugar con todo tipo de diseños.

 

FINALES AMBIGUOS, SECUELAS Y UN FUTURO ESCRITO EN LAS ESTRELLAS

Tras el encuentro con el Ingeniero y la destrucción de la nave Prometheus, la doctora Shaw y el androide David se embarcan en un nuevo viaje en otra de las naves del planeta hacia un lugar que Spaihts no había previsto del todo inicialmente:

“Les dejé a ambos en la superficie del planetoide, y estaba claro que David y Shaw iban a tener que trabajar juntos si querían sobrevivir. Ese plano de la nave despegando en la película ciertamente te lleva hacia un desenlace particular, mientras que mi final dejaba mucho más abierto lo que iba a ocurrir a continuación”.




Spaihts confirma además lo que se llevaba escuchando desde hace años, la existencia de una secuela adicional que llevara el mundo presentado en esta película hasta el visto en Alien, y no sólo eso, sino que hasta había concebido una trilogía de Prometheus explorando diversas ideas como “la llegada de la compañía Yutani y un par de tramas más relacionadas con los Ingenieros: la revelación de un grandioso diseño adicional de Ingeniero y la posibilidad de buscar su planeta natal”.

El guionista se guarda además un as bajo la manga, diciendo que ideó “una secuencia aún más retorcida que la de la vaina médica”, pero de momento se niega a revelarla teniendo en cuenta que podría aprovecharla para la siguiente entrega.


Fox ya ha confirmado la secuela de Prometheus, pero aún no ha revelado quién o quiénes se encargarán de escribirla o cuándo podría estar lista. Es muy posible que todas las ideas descartadas de la película se reserven para la segunda entrega, teniendo así medio trabajo hecho.

Mientras tanto, Scott sigue inmerso en el rodaje de The Counselor con Michael Fassbender, y aún no ha decidido cuál será su siguiente trabajo, pero ayer dejó caer nueva información en el diario inglés Metro sobre el punto de partida que podría tener esta segunda parte:

“Ahora tienes a una persona [la doctora Elizabeth Shaw] con una cabeza en una bolsa [el androide David] que tiene pleno funcionamiento y que posee un cociente intelectual de 350. Podría explicarle cómo colocar de nuevo la cabeza en su cuerpo, y ella va a tener que meditarlo seriamente, porque una vez que la tenga colocada, va a ser peligroso”.

Y eso es todo por el momento. Nos vemos en Paradise.













No hay comentarios: