viernes, 21 de diciembre de 2012

Crítica de "Amor es todo lo que necesitas"


La directora danesa Susanne Bier, autora entre otras de ‘Después de la boda’ (‘Efter brylluppet’, Susanne Bier, 2006) y ‘En un mundo mejor’ (‘Hævnen’, Susanne Bier, 2010), nos ofrece una película de un tono más ligero que sus films anteriores. ‘El amor es todo lo que necesitas’ (‘Den skaldede frisør’, Susanne Bier, 2012) se trata de una cinta romántica que resalta los aspectos más esperanzadores en las vidas de los protagonistas a pesar las dificultades que les sobrevienen. Con un título que nos remite directamente a la canción de los Beatles.

Phillip, al que da vida Pierce Brosnan, es un empresario inglés que reside solo en Dinamarca. Viudo y completamente volcado en su trabajo, se ve obligado a asistir a la boda de su hijo, con el que apenas mantiene relación. La madre de la novia es Ida, a la que encarna la actriz danesa Trine Dyrlhom, una peluquera que está superando el tratamiento de quimioterapia al que se ha sometido y que encuentra a su marido con un chica más joven en el salón de su casa. La inminencia de la boda provoca el encuentro entre estos dos protagonistas, así como una serie de personajes secundarios que sirven de contrapunto, para la ya de por sí, difícil situación.


Después de conseguir el Oscar y el Globo de Oro a la mejor película de habla no inglesa por ‘En un mundo mejor’, Susanne Bier se propuso cambiar un poco de tercio con esta comedia en la que temas como el cáncer, son enfocados de forma abierta pero sin caer en el dramatismo. Son parte de la vida y con esa condición, entran en juego en una trama de clásica comedia romántica. Se han seguido, pues, muchos esquemas propios del género que nos son conocidos. Los protagonistas representan polos opuestos y chocan inmediatamente al conocerse, lo que provocará el irremediable efecto contrario. También los personajes secundarios, que ponen impedimentos a esta incipiente relación y, por supuesto, el escenario durante gran parte de la película, las costas mediterráneas de Italia.

Son innumerables las ocasiones que este país ha servido de telón de fondo para el romance. Desde films más antiguos como ‘Creemos en el amor’ (‘Three coins in the fountain’, Jean Negulesco, 1954) o ‘Cuando llegue septiembre’ (‘Come September’, Robert Mulligan, 1961), hasta películas más contemporáneas como ‘Sólo tú’ (‘Only you’, Norman Jewison, 1994), por nombrar unas pocas de las numerosas cintas, en las que Italia ha sido el marco perfecto para que surja el amor. Un tema que, por sí solo, ya daría para otro post.


La película transcurre sin eludir los tópicos del género que hemos apuntado, más bien los enfatiza. Sin embargo, el trasfondo de la enfermedad de cáncer que ha dejado sin pelo a la protagonista – hecho al que hace alusión el título original danés –, el profundo aislamiento del personaje interpretado por Pierce Brosnan o la naturaleza de la relación de la pareja a punto de casarse; son tratados de manera directa y creíble. Son evidentes la vulnerabilidad y la fragilidad de sus personajes. Con abundantes primeros planos que destacan el lenguaje de las miradas, se manifiesta el trabajo de la directora con los actores. Un rasgo distintivo de Susanne Bier que afirma haber trabajado en esta cinta con el reparto, como si se tratara de un drama.

Es especialmente notable la interpretación de Tryne Dyrlhom, que ha había aparecido en ‘En un mundo mejor’. En esta ocasión, da vida a un personaje inseguro e infravalorado, debido a las circunstancias que ha experimentado. No obstante, sus muestras de comprensión y optimismo son constantes. Todo ello lo transmite, como decía, con la mirada, dejando entrever una vitalidad que lucha por ser expresada. Pierce Brosnan también consigue una actuación notable. En un escenario que podría recordar al que tuvo en ‘Mamma mia!’ (id, Phyllida LLoyd, 2008), nos presenta un personaje muy diferente. Un individuo distante, permanentemente enfadado con el mundo, de trato hosco y que se identifica muy bien con el negocio al que se dedica. En este caso el de vender frutas, especialmente limones, cuya acidez es también una constante en el carácter de Phillip.


El tono divertido aparece con unos personajes secundarios muy histriónicos, en algunos casos, pero que siempre conservan un punto de autenticidad. Alguna escena está especialmente lograda sobretodo las que capitaliza la cuñada de Phillip, Benedikte, intepretada por Paprika Steen. Un personaje que resulta magníficamente odioso y que la actriz danesa trabaja a la perfección. Benedikte tiene mayor protagonismo a medida que se acerca la boda. Es preciso decir que el casorio que se nos relata guarda bastantes similitudes con el de ‘Después de la boda’, pues también encierra secretos.

Con una banda sonora liderada por el mítico That’s amore de Dean Martin, el tono romántico está asegurado. La melodía se usa en momentos muy esquemáticos de la película y pone el acento en una trama de estructura muy clásica, como ya hemos apuntado. Para los amantes del género y aquéllos que hayan disfrutado de esas películas de los años sesenta con las calles de Roma o Venecia como telón de fondo, no podrán evitar rememorar sus imágenes al oír las primeras notas de la canción de Martin.


De modo que, sin ser una de sus películas más intensas, ‘Amor es todo lo que necesitas’ resulta un film muy bien mesurado que sabe condensar momentos divertidos con una realidad dramática, en un relato sobre segundas oportunidades. Una cinta verdaderamente agradable y auténtica, con historias de amor más cercanas y alejadas del estereotipo de pareja joven que se enamora, para mostrar unos personajes genuinos a los que la vida empuja a cambiar.

 Autor: Miriam Figueras (Blog de cine)

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