miércoles, 31 de julio de 2013

Crítica de "Gru 2. Mi villano favorito"


Desde los tiempos de Chaplin, la animación ha mantenido una fértil relación de simbiosis con cómicos de imagen real dispuestos a expandir las fronteras de su catálogo gestual. Si 'Gru, mi villano favorito' (2010) era una extensión hiperdinámica de Steve Carell, esta secuela añade a Kristen Wiig (que ya tenía un pequeño papel en el original) a la ecuación: el resultado es una excéntrica comedia romántica de espías y supervillanos, en la que dos pesos pesados de la risa (dotados de una química sui géneris) disfrutan interpretando las claves de su comicidad en lenguaje cartoon.

'Gru 2' cruza el legado de Charles Addams con el frenesí de Friz Freleng, pero vuelve a tener una moraleja algo conservadora como coartada para su fiesta expresiva. No obstante, sería ingrato quedarse sólo con ese sustrato aburrido y obviar los muchos placeres que el espectador encontrará aquí: desde el geométrico diseño de personajes hasta su sutil referencialidad, que, en esta ocasión, va del 'Hyde and Hare' (1955) de Bugs Bunny hasta 'El retorno del Jedi' (Richard Marquand, 1983). Además de los hallazgos estéticos y conceptuales, que se concentran en el personaje de El Macho, nuestro villano favorito constata el espectacular estado de salud del mainstream animado.

Autor: Noel Ceballos (Fotogramas)

Crítica de "Lobezno inmortal"

Desde que se estrenó “X-Men” en el año 2000, son múltiples las películas que, basadas en los personajes de la Patrulla X, han llegado a nuestros cines. Unas han sido recibidas muy bien tanto por la crítica como por el público (“X-Men 2″, “X-Men: Primera generación”), mientras que otras han sido completamente denostadas (“X-Men: La decisión final”, “X-Men origenes: Lobezno”), sobre todo por los aficionados a los cómics originales. He de reconocer que todas me resultan bastante entretenidas, aunque, como es obvio, unas posean una mayor calidad que otras. Respecto a la penúltima entrega de la saga (no hay que olvidar que en 2014 veremos “X-Men: Days of future past”), cabe mencionar la dignidad de “Lobezno: Inmortal”.


Esto es algo que ya se percibe en su prólogo, donde se combinan dos de los elementos que se alternan en el filme: el intimismo y la espectacularidad comedida. Así, la película nos presenta a un solitario Logan que aún está afectado por la desaparición de Jean Grey (Famke Janssen), a quien se vio obligado a matar en la mencionada “X-Men: La decisión final”. Asimismo, la relación de este atípico superhéroe con la joven Mariko se convierte en uno de los apartados más interesantes de la cinta (al igual que el hecho de que la trama se desarrolle en Japón, propiciando un agradecido cambio en la serie y añadiendo diversas características de esta sociedad oriental a la misma). Respecto a los pasajes más moviditos de “Lobezno: Inmortal”, se nota que el presupuesto de la película no es demasiado elevado para tratarse de una superproducción de Hollywood (todos conocemos la racanería de 20th Century Fox a la hora de sacar adelante sus producciones veraniegas).


Sin embargo, los combates poseen buenas coreografías y existen pasajes que, si bien no nos dejan con la boca abierta, al menos resultan vibrantes (la pelea en el tren de alta velocidad o el clímax del relato son un buen ejemplo de ello). El director James Mangold nos confirma su solvencia tras las cámaras y, aunque es verdad que se echa en falta cierta personalidad en su realización, al menos se nota que se mueve con comodidad en distintos géneros. Hugh Jackman continúa demostrándonos que nació para dar vida a Lobezno, sorprendiéndonos la presencia de unas desconocidas Tao Okamoto y Rila Fukushima en los principales papeles femeninos. Respecto al resto del reparto, destacaría al siempre notable Hiroyuki Sanada, quien últimamente no cesa de participar en títulos occidentales (tanto en la pequeña como en la gran pantalla).

Autor: Joaquín R. Fernández (Labutaca.net)

Crítica de "Ahora me ves..."


Eliminad inmediatamente de vuestras mentes cualquier referente que mire de lleno al mundo de la magia a la hora de acercaros a Ahora Me Ves..., como las recientes y respetadas El Ilusionista o El Truco Final, y tened más presente que lo que tenemos entre manos se enmarca de lleno en el género de robos imposibles y carismáticos timadores, muy al estilo de la saga Ocean's, y entonces quizás no salgáis decepcionados de la sala de cine. Y es que aunque la cinta de Louis Leterrier (El Increíble Hulk, Furia de Titanes) esté cargada de trucos en forma de gag, de puestas en escena de lo más juguetonas y de la constante promesa de una gran ilusión que descoloque finalmente al espectador, lo que realmente ofrece este proyecto, estrenado en plena época de ebullición del cine palomitero no por casualidad, es un simple truco de trileros donde la solución pasa por descartar de base el cubilete en el que crees que está escondida la bolita.

Ahora Me Ves... tiene ritmo y un reparto tan sincronizado con sus roles como Clooney, Pitt y Cia en la saga dirigida por Steven Soderbergh; es decir, es entretenida y se deja ver sin problemas, pero no cumple con la promesa de sacar partido a un contexto tan rico como el ambientado entre chisteras e inmaculados conejos blancos. La presentación de la banda, un mago especializado cada uno en un campo diferente, es una de las partes que mejor explota el potencial latente, pero una vez son reclutados todos por un misterioso personaje y se convierten en los protagonistas de uno de los mayores espectáculos de Las Vegas, la sobriedad decae exponencialmente y el tono se pierde entre persecuciones, peleas y, en general, el intento por convertir a este grupo de ilusionistas en un equipo de superhéroes que luchan contra la crisis regalando dinero del Monopoly a su público.

En su afán por hacer suya la máxima que sitúa a la distracción como el elemento crucial de cualquier truco de magia, Leterrier carga a su película de emperifolladas coreografías y juegos de luces e incluso se atreve a poner a disposición de los protagonistas un proyector holográfico, anulando por saturación el poco encanto e ingenio que tienen realmente los engaños intencionados de la película. De hecho, los trucos que mejor funcionan son los más simples; aquellos que no necesitan de un montaje atropellado ni de una cantosa postproducción para resultar efectivos. Los menos, por desgracia. 


Mención aparte merece la ridícula presencia de dos leyendas como son Morgan Freeman y Michael Caine en dos roles que se les quedan más pequeños que un zapato de Peter Dinklage a Dwayne Johnson. Especialmente sangrante es el caso del primero, que da vida en Ahora Me Ves... a un antiguo mago renegado que presenta un programa de televisión dedicado a desvelar los trucos de sus compañeros, ya que su función en la cinta es la de explicar a la audiencia hasta el misterio más evidente extirpando de golpe cualquier atisbo de misterio y resultando redundante cuando encima el truco ya ha quedado claro de por sí.  Por su parte, Jesse Eisenberg nos regala otra versión de su único personaje: el del empollón insoportable pero destinado al éxito, y más de lo mismo para la chispeante Isla Fisher o el cachondo Woody Harrelson, tan ajustados a sus papeles como cabría esperar.


Lo que de verdad molesta de Ahora Me Ves...., si no contamos los forzadísimos tics y la estupidez suprema de la que hace gala el policía al que da vida el habitualmente sólido Mark Ruffalo, es la oportunidad perdida de esbozar un híbrido apasionante entre dos géneros que parecen condenados a entenderse y que se acaban fagocitando el uno al otro, desluciendo todo el número por el camino. En definitiva, Ahora Me Ves... no transmite ni la ilusión ni la intriga que ha de desprender el que se promete como un gran truco elaborado y todo, desde la bomba de humo a pie de calle hasta la consciente manipulación a la que se ven sometidos los espectadores, rezuma la sensación de que debería ser mucho más sorprendente y contundente de lo que realmente termina siendo; como si hubieras visto el as bajo la manga antes de tiempo. 

Autor: Pablo de los Ríos (La palomita mecánica)

Crítica de "Expediente Warren: The Conjouring"


-y a uno ya empieza a molestarle, al menos- esa necesidad de justificar el terror de las posesiones infernales y de las casas embrujadas con el sambenito de "basada en una historia real" ¿Real? ¿Puede ser real la presencia de un espíritu maligno como ocurre en esta Expediente Warren? Un filme que, por otra parte, es una apreciable propuesta de terror inesperado. ¿Puede ser real y dar miedo un espíritu al que, para definirlo, el demonólogo de turno, su archienemigo, lo compara con un chicle? "Porque se engancha y luego no hay manera de sacártelo de encima". Será real, quizá. Pero desde luego no es serio. Que para chicles ectoplasmáticos ya están Los cazafantasmas. Pero una vez puesto entre paréntesis el término verdad, volvamos al terror cinematográfico: al terror de ficción de este notable filme del que apenas hay que contar nada para saber de qué va: de familia amenazada y casa poseída, de eso.

Cómo se construye el horror es lo importante. Primero Wan, el director, se ha rodeado de grandes intérpretes. Vera Farmiga, siempre efectiva, y Lili Taylor, la musa del cine independiente de los noventa, recuperada aquí como sufrida madre. Porque sabe Wan que ellos, los intérpretes, son el mejor efecto especial.

Abandonada ya la sangrienta aproximación a lo insoportable que utilizó en los primeros Saw, de los que fue responsable, Wan retorna al espacio cerrado de la casa poseída. Un género en sí mismo que ya exploró el joven director en Insidious (2010). Se podría decir que, con Insidious, Wan se licenció en el terror geométrico propio del hogar amenazado, donde importa cada rincón de cada espacio. En Expediente Warren, Wan se doctora.

Entiende también mejor el valor de la música de una cajita de música, de una sombra, de un rumor, del silencio premonitorio. Película de terror a golpes más que atmosférico, se pierde tan sólo en esos momentos de chicle innecesarios. Más de risas nerviosas que de espantos, Expediente Warren profundiza en el mecanismo clásico del terror.

Autor: Salvador Llopart (La Vanguardia)

Crítica de "La mejor oferta"



Acudo con notable pereza a la indeseada cita con La mejor oferta, ya que nunca he conectado con el cine del director Giuseppe Tornatore. Exagero. Como la mayoría de sus infinitos espectadores de cualquier parte solté una lágrima la primera vez que vi Cinema Paradiso. Esa emoción se esfumó al revisarla. Había demasiados recursos fáciles, exceso de fórmula, más sensiblería que sentimiento. A veces ocurre eso. Y al revés. Películas que siguen creciendo en cada nueva visión, que progresivamente te revelan cosas insospechadas y hermosas, con inmarchitable poder de fascinación.

Mis prejuicios se derrumban desde las primeras secuencias. Si no supiera anticipadamente el nombre de su creador, apostaría que la forma de contar esta historia durante tanto tiempo inquietante y finalmente desoladora pertenece al mejor Polanski, también podría firmarla el Brian de Palma más inspirado (a veces, no muchas, lo ha estado) y toda la parte final desprende el aroma febril de aquel maravilloso poema necrófilo titulado Vertigo. Pero esa mezcla de gran cine es autónoma y muy personal, la ha escrito y dirigido con inteligencia, complejidad, misterio, sentimiento y originalidad un Tornatore en permanente estado de gracia.

Las referencias que inevitablemente me asaltan no solo son cinematográficas. Su argumento inicial también me recuerda la mayor obsesión de Jonathan Hemlock, protagonista de las novelas La sanción del Eiger y La sanción de Loo. Consiste en acumular en el acorazado sótano de una reconstruida iglesia de Long Island las pinturas de los impresionistas. Para su exclusivo y solitario disfrute. Se las compra a un ladrón de museos y colecciones privadas. Hemlock es un eminente crítico de arte y posee una mirada implacable y milagrosa para detectar falsificaciones. Para alimentar su carísimo vicio asesina personas por encargo de la CIA. No cultiva amistades pero practica abundante sexo sin la menor implicación sentimental. El solo ama y necesita sus cuadros.

Virgil Oldman, inolvidable protagonista de La mejor oferta comparte con Hemlock la pasión de juntar pinturas para disfrutarlas en absoluta soledad. Son retratos de mujeres concebidos a lo largo de siglos. Pero este hombre que las ama y venera profundamente desde los lienzos y sus ensoñaciones, no sabe nada de ellas en la vida real. Establece una drástica distancia emocional no solo con las mujeres sino con el resto del género humano. También física. Incluso posee cientos de guantes para que nadie toque sus manos. Y es el mejor en su profesión. Tasa, subasta y reconstruye antigüedades y obras de arte. También posee un ojo privilegiado para distinguir lo auténtico de lo falso, pero solo en los cuadros, no en las relaciones humanas. Es un sibarita en su ropa, su comida, su bebida, el instinto para rodearse de cosas bellas, pero un tullido sentimental, alguien temeroso, íntimamente perdido, vulnerable hasta la tragedia cuando abandona su coraza y se entrega, que solo se siente seguro en el universo que se ha creado y encuentra la plenitud ante esos rostros femeninos que mira y por los que se siente mirado desde los cuadros.

Durante mucho tiempo esta película te inquieta, su tono enigmático te envuelve, te siente es tan perplejo e hipnotizado como el personaje hacia una mujer que pretende hacer negocio con el patrimonio artístico que le han legado sus padres pero que debido a su agorafobia permanece oculta en una habitación de su villa, sin dejarse ver por nadie. La fascinación del tasador también es la nuestra. La cámara de Tornatore utiliza un lenguaje soberbio para transmitir los sentimientos, las dudas, el volcán en el que va a entrar esa persona rígida que se atreve por primera vez a abandonar su invulnerable torreón y cruzar el límite. Y en el poético desenlace sobre la falsificación de los sentimientos compartimos su inconsolable desolación.

Es una película que te mete dentro de ella sin hacer trampas, con talento de primera clase y sensibilidad dolorida. La interpretación de Geoffrey Rush (por favor, escuchen su voz, doblarle es un crimen) es impresionante. Como la banda sonora que ha compuesto el anciano Morricone. Estamos ante la mejor oferta de la cartelera actual. Y sospecho que también de la venidera.

Autor: Carlos Boyero (Diario El País)

Helen Hunt protagonizará, dirigirá y escribirá 'Ride'


En Hollywood existe la ley no escrita de que la carrera de las actrices va entrando en clara decadencia a no ser que te llames Meryl Streep. Cada vez son más las que consiguen escapar de esa injusticia gracias sobre todo a su salto a la pequeña pantalla, pero Helen Hunt ya protagonizó durante muchos años una serie de televisión y no tiene especial interés en volver a hacerlo. Esto se ha traducido en que en los últimos años apenas hemos podido verla en película alguna, pero el merecido éxito de ‘Las sesiones‘ (‘The Sessions’, Ben Lewin, 2012) le ha permitido conseguir la financiación para sacar adelante ‘Ride‘, un proyecto muy personal para ella.

Hunt llevaba un par de años intentando conseguir el dinero necesario para rodar ‘Ride’, una película en la que ella ejercerá como protagonista, directora, guionista y productora. Vamos, que se va a marcar un Juan Palomo. La protagonista de ‘Mejor… imposible‘ (‘As Good As It Gets’, James L. Brooks, 1997) ya había debutado en la dirección con ‘Cuando ella me encontró‘ (‘Then She Found Me’, 2007), pero ésta pasó bastante desapercibida y Hunt decidió tomarse un pequeño respiro —no volvería a aparecer en otro largometraje hasta el 2010— como consecuencia de ello.

‘Ride’ nos contará la historia de un estudiante de 20 años que se muda a California para pasar el verano, dejando atrás a su tiránica madre —Hunt—, la editora de una importante revista de Nueva York. Cando esta última descubre que su hijo está dedicando su tiempo a surfear, decide ir allí a cantarle las cuarenta, pero las cosas no tardarán en dar un giro insospechado relacionado con ese sentimiento tan universal que es el amor. Lo cierto es que la premisa tampoco suena especialmente ilusionante, pero habrá que estar atentos a ver lo que sale de esta cinta en la que también veremos a Luke Wilson, David Zayas, Mike White, Richard Kind, Leonor Varela, Elizabeth Jayne y Brenton Thwaites.

Autor: Mikel Zorrilla (Blog de cine)

Ben Stiller podría dirigir para The Weinstein Company 'The Current War', biopic de Thomas Edison


La cinta sobre Thomas Edison, 'The Current War' parece comenzar a forjarse. Con un guión de Michael Mitnick -incluido en la Black List de 2011-, la cinta narrará la batalla pública y real conocida como la Guerra de las Corrientes a finales del siglo XIX, que tuviese lugar entre Edison y George Westinghouse por hacerse con el dominio de la industria de la energía en sus inicios.

El pasado año el director de 'Abraham Lincoln: Vampire Hunter', Timur Bekmambetov firmó para dirigir este mismo proyecto, pero finalmente el proyecto se no materializó y ahora The Weinstein Company se ha hecho con el mismo para financiarlo y producirlo. Con Bekmambetov definitivamente descartado, la compañía ha puesto sus miras en Ben Stiller como posible director.

Según THR, The Weinstein Company está ultimando las negociaciones para producir y financiar este proyecto en el que Bekmambetov todavía participará como productor a través de su sello Bazelevs, junto con Steven Zaillian y Garrett Basch. Al parecer, los cineastas quedaron prendados con el debut del tráiler de la nueva cinta de Stiller, 'La vida secreta de Walter Mitty', un drama imaginativo con el que el director ha querido mostrar que está preparado para encargarse de trabajos mucho más serios.

Estaremos pendientes de si finalmente las negociaciones entre estudio y director llegan a buen puerto, en la que sería una nueva vuelta de tuerca en la carrera de Ben Stiller. No olvidemos que tiene pendiente una nueva y particular versión de 'Pinocchio', con Robert Downey Jr. ejerciendo los roles de Pinocho y Geppetto.

Autor: jescri (El Séptimo Arte)

Vía: The Hollywood Reporter 

martes, 30 de julio de 2013

Crítica de "Llévame a la luna"


Todos sabemos que la guerra de sexos es, en la comedia, un viaje de dos con parada amable, fonda simpática y vuelta con fnal feliz. Lo sabían en el Hollywood clásico de la screwball comedy, en la rom-com actual y en esos entretenimientos ligeros franceses que, con inteligencia, toman un poco de esos referentes y un mucho de su idiosincrasia para revelarse como alumnos aventajados. Pascal Chaumeil ya lo demostró con 'Los seductores' (2010), románticamente antirromántica mixtura entre Roger Vadim y Emile Ardolino. Y lo reafrma con este pas à deux entre Diane Kruger y Dany Boon, un matrimonio de conveniencia que deberá recorrer medio mundo a la greña (del Kilimanjaro a Moscú) para descubrir que... bueno, para descubrir que en el amor y en las películas no hay nada imposible, ni que te lleven a la Luna.

Deliciosa y malvada a partes iguales (su paso del azúcar al mal café es bipolarmente apetitoso), casi todo funciona como un reloj (del que ya conocemos su melodía) en esta buenrollista guerra sexual y sentimental que tiene como referente insólito a Lawrence Kasdan, concretamente a 'El turista accidental' (1988) y 'French Kiss' (1995)... Y un distanciamiento irónico que podría haberse aprovechado más, en la secuencia de la cena navideña.

Autor: Fausto Fernández (Fotogramas)

Taquilla España (26-28 Jul.): La taquilla española no hace inmortal a Lobezno


Llegamos al último fin de semana de Julio, y por lo tanto, una parte de este verano se nos acaba, y acaba más bien con unos datos decepcionantes. ¿Señal de la revolución otoñal que vendrá? Tranquilos, aún queda agosto. Top 10 y comenzamos.

  • 1-Lobezo Inmortal (Fox) 2,10 millones (este dato cuenta los 5 días, del estreno en miércoles hasta el domingo)
  • 2-Ahora me ves (eOne) 1,21 millones
  • 3-Gru 2. Mi villano favorito (Universal) 780.000 euros
  • 4-Expediente Warren. The conjuring (Warner) 780.000 euros
  • 5-Monstruos University (Disney) 330.000 euros
  • 6-Niños grandes 2 (Sony) 320.000 euros
  • 7-After Earth (Sony) 190.000 euros
  • 8-Star Trek. En la oscuridad (Paramount) 110.000 euros
  • 9-Llévame a la luna (A Contracorriente) 110.000 euros
  • 10-La mejor oferta (Filmax) 100.000 euros
Hispano Fox Film estrenaba a lo bestia 'Lobezno inmortal', concretamente en 387 cines, y es que la secuela era uno de los pocos títulos fuertes del estudio para verano (una vez han decidido mandar Epic a septiembre) y la han lanzado a lo bestia, con una promoción constante y omni-presente (vamos, lo que Hollywood lleva haciendo cada verano desde hace lustros), pero en esta ocasión el hartazgo de superhéroes en el cine y el desgaste sufrido por Lobezno en el cine ha hecho que en España la película recaude solo 2,1 en sus cinco primeros días (se estrenó el miércoles), y es que además coincidía con el fin de mes y en estas épocas además el inicio/final de las vacaciones para muchos y como se hace de notar en Europa (bueno, salvo en Inglaterra, tan americanos ellos) las películas de superhéroes ya no tienen el tirón de hace pocos años (salvo las de 100% Marvel que Disney sabe MUY BIEN como promocionarlas). ¿Si la película tiene futuro en la Taquilla española? Ni de coña, la próxima semana Guerra Mundial Z la devorará sin piedad, así que todo apunta a que la nueva aventura de Lobezno pasará de puntillas por España. Y aún que ha entrado nº1 en España, que en Corea del Sur ha entrado la 2 y en Argentina directamente se ha fostiado entrando la 3.

Sin mucha esperanza Warner estrenaba la película española juvenil 'Tres-60', pero la estrenaban en solo 171 cines, dato que llama la atención, y es que tampoco Antena 3 (principal productora de la película) ha metido una promoción muy fuerte, con una limitada presencia en sus canales y un esfuerzo pequeñiiiiiito por parte de Warner (que me da por pensar que compraron su distribución para cumplir ciertos mínimos nacionales) la película consigue unos desastrosos 99.600 euros en el fin de semana de su estreno lo que le da un promedio fatal de 580 euros por cine, lo que siendo la única película comercial española para el verano es un desastre, y es que todo dios la ha puesto a parir (somos poquitos a los que nos gustó),la crítica la ha destrozado y masacrado, su principal público objetivo está en las playas y en las piscinas prestandole poca atención al cine, el problema es que estrenarla en otoño era un suicidio, y estrenarla ahora también era un suicidio, es decir, estrenar esta película era un suicidio se mire por donde se mire, y si, la próxima semana también será devorada por Guerra Mundial Z. Pero claro, con una promoción limitada por parte de su principal productora y de su distribuidora se podía intuir que no era una película en la que confíar. Eso si, quizá aún este en casi todos sus cines este fin de semana, suerte de tener la distribuidora que tiene, ¿eh?.

Harakiri Films (Vértigo Films para los amigos) volvía con otro de sus estrenos sin publicidad alguna (algo en internet y redes sociales) y estrenada en plan "a ver que pasa", así llegaba la comedia británica 'Una canción para Marion' a 50 cines, donde consigue solo 38.300 euros para un mal promedio de 765 euros por cine, y es que en esta época del año, 50 cines para una película como esta eran demasiados, de haber hecho un estreno más selectivo se habría recaudado lo mismo y el promedio habría sido mejor. No obstante, vale la pena matizar que estas películas suelen hacer buenas cifras entre semana, así que en cines urbanos y de versión original puede mantenerse algunas semanas más, en vista de los datos que consiga de aquí al jueves, parece difícil, y más sin publicidad, pero ahora agosto viene poco poblado de estrenos (no es que Vértigo contribuya a ese pequeño "vacío de relax", obviamente).

Golem estrenaba la nueva película del prestigioso director Brillante Mendoza 'Cautiva' en 28 cines, que además contaba con el reclamo de tener a Isabelle Huppert como protagonista, como es habitual en los títulos de la distribuidora llegaba con promoción en internet, las estupendas críticas y la promoción en los cines habituales así como en círculos culturales. Aunque hay que destacar que está es la primera película de Golem que no se estrenaba ni en los cines Verdi ni en los Renoir, aun así la película ha llegado a muy buenos cine.

La distribuidora Splendor Films estrenaba el thriller mexicano 'Colosio: El asesinato' en 15 cines y todos con copias en 35mm, lo que da que pensar que se las hayan traído de México (mismo idioma original y sin haberse estrenado en ningún otro país, ¿porque no? En México fue un verdadero bombazo en la Taquilla.

Este fin de semana se estrenaba una nueva distribuidora (aunque hace unas semanas lanzaron dos películas directas a dvd): Betta Pictures, montada por algunos ex de Vértice Cine a todas estas, a través de Alfa Pictures estrenaban la nueva película del prestigioso director Bernardo Bertolucci 'Tú y yo', que estrenaban en 8 cines y únicamente en Versión Original, pero es que además ha estrenado en muy, muy buenos cines (gracias a la buena relación que tiene Alfa con los exhibidores), además Alfa en su twitter nos cuenta que la película consigue ser el 2º mejor promedio de los estrenosy el 4º mejor promedio de toda la cartelera, con unos estupendos 1.600 euros por copia, lo que estando en los cines que está tiene un buen futuro por delante (bueno, excepto en los Verdi, que van a empezar a estrenar muchas, muchas películas en las próximas semanas).

Y volvemos a hablar de La mejor oferta, que en su cuarta semana logra la quinta mejor media por pantalla, del Top 10, consigue 1.100 euros de media por cada sala, lo que se traduce en una gran carrera para la película de Filmax que está teniendo unos excelentes mantenimientos y es que tanto en internet como "allá fuera" la película está teniendo unos comentarios y un efecto recomendación excelente. Enhorabuena a Filmax, que se merecen todos los éxitos del mundo.

Autor: spitir (El Séptimo Arte)

Vía: Info Cine





Crítica de 'Lobezno inmortal'


Creo que fui de los pocos a los que, aún siendo consciente de sus notorios problemas, ‘X-Men orígenes: Lobezno’ (‘X-Men Origins: Wolverine’, Gavin Hood, 2008) entretuvo lo suficiente como para no tener la compulsiva necesidad al salir del cine de despotricar a conciencia contra las muchas fallas de la producción, y prefirió —no me preguntéis ahora por qué, ya os lo explicaré en su momento en el especial de “Cómic en cine“— considerar la cinta como una más dentro del montón que conforman los más irregulares títulos salidos del universo cinematográfico de esa “Casa de las Ideas” que es Marvel.

Y es precisamente por este motivo por el que tenía bastante claro que muy mal lo tenían que hacer los responsables de ‘Lobezno inmortal’ (‘The Wolverine’, James Mangold, 2013) para que mi grado de conformidad acerca de este nuevo acercamiento al mutante por excelencia fuera menor que el que había tenido con su anterior aventura en solitario, máxime si consideramos, de una parte, que la cinta olvidaba todo lo que ‘Orígenes’ planteaba y, de la otra, que el presente filme vendría basado en una de las tres mejores historias que se han publicado sobre el personaje, aquella que pergeñaran Chris Claremont, Frank Miller y Paul Smith allá por principios de los ochenta y con la que arrancaba la serie en solitario del feral hombre-x canadiense.

La insoportable levedad de ser mutante

 

Con estos mimbres de partida, como decía, resultaba complicado que ‘Lobezno inmortal’ terminara siendo el decepcionante desperdicio de talento, tiempo y dinero —tanto el que se ha invertido en la realización del filme como el que desembolsa aquél que acuda a su sala de cine habitual a ver la cinta— que termina siendo por mor de diversos factores entre los que cabe destacar dos: guión y dirección.

Y mira que la pareja formada Mark Bomback y Scott Frank lo tenía fácil; que sólo necesitaban tomar como base lo escrito por Claremont hace tres décadas y modernizar/actualizar aquello que hiciera falta para contentar a las audiencias de hoy en día —que probablemente no habrían entendido algunas de las actitudes formuladas en el cómic—; pero no, era mejor plantear una historia cuya funcionalidad queda puesta en entredicho una y otra vez y que arrastra a Logan por terrenos que, queriendo explorar la dualidad mortalidad/inmortalidad, acaban por llevarlo a una suerte de diván en el que el ritmo de la cinta se recuesta y acomoda presto a pasar por la mirada psicoanalizadora de un público que lo que va buscando no es precisamente eso.

Tras un arranque espléndido, que nos traslada a Nagasaki momentos antes de que “Fat Man” arrasará la ciudad nipona en 1945, la cinta nos presenta a un Logan que vive en los bosques del Yukon canadiense alejado de la civilización después de que (alerta spoilers) acabara con la vida de Jean Grey al final de la olvidable ‘X-men. La decisión final’ (‘X-Men. The Last Stand’, Brett Ratner, 2006) (fin spoilers). Habiendo abandonado pues su faceta más salvaje, Logan recibe la invitación de regresar a Japón a petición de Yashida, un multimillonario al que nuestro héroe salvó la vida el día en que cayó la bomba sobre Nagasaki.


Una vez allí, Lobezno conocerá a Mariko, la nieta de un Yashida que le ofrecerá aquello que el mutante parece anhelar más que nada en el mundo, poder ser mortal, eliminando su factor curativo por mano de una intrigante bioquímica que oculta más de lo que parece a simple vista. Hasta aquí, y como todavía se encuentra planteando lo que trascenderá más tarde, el filme se deja ver con facilidad, la misma con la que transitan las dos secuencias de acción que nos conducen al segundo acto.

Es en este donde todo el interés que hasta entonces se podría haber tenido hacia el argumento se disuelve por mor de una trama romántica metida con calzador y a empujones que, paradójicamente, en el cómic quedaba perfectamente justificada, lastrando hasta lo indecible el ritmo de una cinta que ya no podrá levantar cabeza hasta la espléndida incursión que supone la por otra parte inevitable escena post-créditos, sin duda alguna, lo mejor de la proyección.

Resolviendo de la manera más ramplona posible todo el entramado de intereses corporativos sobre el que supuestamente debería sustentarse el interés de la cinta , el clímax final, al que la cinta llega acumulando cada vez más imposibles absurdos, queda lejos de ofrecer algo que sea capaz de sorprender al espectador, ya a nivel visual, y ahora pasaré a comentar la labor de Mangold, ya en lo que a las poco sorprendentes revelaciones del argumento concierne.

De lo inane en ‘Lobezno inmortal’


Mas no sería del todo justo hacer plenos responsables del desastre de función que es ‘Lobezno inmortal’ al trabajo de su pareja de guionistas cuando la labor del todoterreno James Mangold es de lo peorcito que hemos podido ver en una cinta de superhéroes. Hombre, siendo honestos, no llega al execrable nivel que alcanzaban Neveldine y Taylor con la segunda entrega de las aventuras de cierto motorista, pero eso no quita para que lo que el realizador de la muy interesante ‘Identidad’ (‘Identity’, 2003) o el espléndido remake de ‘El tren de las 3:10’ (‘3:10 to Yuma’, 2007) ofrece aquí se arrope en la mediocridad de principio a fin.

Y si podríamos habernos dejado engañar por el prólogo del filme y lo correcto de todo lo que precede a las dos primeras set-pieces, si estas dejan algo claro es que, con la ironía que ello comporta dado el filme que firmó el cineasta antes que éste que nos ocupa, Mangold no parece la elección más idónea para colocarse detrás del objetivo a la hora de manejar secuencias de acción, mostrando tanto la que transcurre en el templo como aquella que le sigue en el tren bala una torpeza narrativa tan burda como imperdonable en un filme de estas características, aumentada, si cabe, de mano del impoluto carácter que muestra la violencia, tan blanca como un podría esperarse de un filme PG-13.


En el terreno interpretativo el filme tiene poco o nada que ofrecer más allá del disfrute de ver otra vez a Hugh Jackman encarnando al personaje que lo llevó a la fama, al que tiempo ha le tomó la medida. Pero, como decía, al margen del actor, nada hay que pueda valorarse en el resto de un reparto que se mueve entre lo hierático y lo sobreactuado, no habiendo lugar para ese término intermedio que tanto hubiera sido de agradecer.

Aburrida, larga y sin nada nuevo que ofrecer sobre Lobezno —por más que se afane en hacernos creer que las recurrentes ensoñaciones sirven para algo más que lastrar el ritmo de la acción—, resulta desafortunado que lo mejor de la cinta sea la citada escena post-créditos, una que (atención spoilers) sirve de puente para lo que podremos ver el próximo año de mano de Bryan Singer y que deja planteadas las bases para lo que se antoja un regreso por la puerta grande de una franquicia, la mutante, necesitada ahora más que nunca de un filme a la altura de sus dos primeras entregas.

Autor: Sergio Benítez (Blog de cine)


Crítica de "Ahora me ves..."


Cuatro magos de diferentes disciplinas, pero todos ellos talentosos, asombran al público o al primo de turno en una presentación de personajes de manual, ya que esas habilidades les definen también como personajes. Cada uno de ellos recibe una extraña invitación y acaban juntos en un piso de Nueva York que les depara un secreto. Tres años después se hacen llamar Los 4 Jinetes y son los Back Street Boys de la magia, un cuarteto cuyos espectaculares shows llenan los escenarios más prestigiosos de Estados Unidos, gracias, entre otras cosas, al José Luis Moreno de turno, interpretado por Michael Caine. De pronto, el primer número estrella de su ronda final de actuaciones es el robo de un banco a miles de kilómetros de distancia. Lo petan, la gente enloquece y las alarmas se disparan.


Así da comienzo esta película que, como en El Truco Final o El Ilusionista, utiliza la magia como excusa para narrar un drama personal y una de esas lecciones de ingenio que sólo la paciencia, el mimo y el secretismo de un mago podrían sostener. La diferencia con esos títulos es que esta película, igual que los shows que organizan sus protagonistas, son ante todo un espectáculo de masas y, por tanto, más efectista y rimbombante, pero a su vez más directa y menos pretenciosa.

Es algo que Louis Leterrier entiende perfectamente. Si se quiere, a la peli se le puede crujir por muchos lados, pero tiene un guión que, pese a sus flaquezas, es consciente de en qué liga juega y se lo curra dentro de esos términos. Eso junto al trabajo de un Leterrier muy hábil en explotar las virtudes de la historia y ocultar sus defectos, como haría un buen mago, hacen del conjunto uno de esos títulos veraniegos de echar la tarde en el cine muy a gusto.

Uno de los principales aciertos de la película, que no es casual, es que el protagonismo no tarda en recaer en los hombros del tipo que, como nosotros, no se entera de una mierda de lo que sucede por mucho que intente resolverlo. Hablo del policía interpretado por Mark Ruffalo, que mantiene un equilibrio genial entre el sentimiento de estupidez y la dignidad que otorga la tenacidad y el no darse por vencido. Malanie Laurent es su compañera en la investigación, una policía francesa (es Francés el banco víctima del robo) que a diferencia del personaje de Ruffalo, no busca siempre la explicación lógica porque casi siempre ése es el principal camino para no resolver las cosas en lo que a ilusionismo se refiere. Ambos establecen así una relación muy bien armada en una diferencia de personalidad, cierta tensión sexual y, por supuesto, dos actores con tablas de sobra para que el esquema más tópico de “compañeros incompatibles” desprenda carisma y nos rindamos a él.


La dinámica de la película en lo que a una cinta de suspense/acción se refiere funciona muy bien gracias a cómo cada nueva actuación promete ser una nueva lección de ingenio más potente y transgresora que la anterior, jugando a su vez la baza de ir poniendo poco a poco las piezas en su sitio, que no es otra cosa que ir moviendo las fichas de ajedrez que es cada uno de los personajes secundarios para ver a dónde lleva todo este megaplan. El cuarteto de magos sirven a un plan superior, ese iniciado con las misteriosas invitaciones del comienzo, y como engranajes de dicho plan, poco a poco pierden relevancia como personajes (sólo Woody Harrelson salva los papeles por tablas y porque su personaje es mucho más agradecido), algo que el guión, con la estupenda puesta en escena de Leterrier, va reemplazando con escenas de acción de primera (desde una persecución potentísima en el puente de Brooklyn a una pelea cuerpo a cuerpo en un apartamento) y que en manos de otro director a lo mejor hubieran resultado mucho más deslucidas. Como digo, Leterrier sabe potenciar lo bueno y disimular lo malo.

Al final, como buena película sobre ilusionismo, no todo es lo que parece y hay uno de esos elementos que a mí siempre me ponen enfermo (no diré cuál) pero que Leterrier maneja con suficiente destreza como para que, cuando se descubre el pastel, uno no se sienta estafado, sino víctima del engaño necesario para culminar el truco.

Es una película, como digo, de las de echar la tarde en el cine. Tal como entras sales, pero al menos es de las que divierten, mantienen el tipo y jugando en una liga menor que otras superproducciones no desmerece nada en entretenimiento y defiende con suficiente ahínco a sus protagonistas.

Autor: Javier Ruiz de Arcuate (lashorasperdidas)

lunes, 29 de julio de 2013

Crítica de "La Mejor Oferta"


Siempre se ha achacado a Giuseppe Tornatore ser un moñas, especialmente por Cinema Paradiso, pero es alguien que a lo largo de su filmografía ha conseguido unir muy bien cierta blandenguería entrañable con momentos de amargura brutal, porque para él, detrás del amor, llega el desamor. Pasaba en la misma Cinema Paradiso, en El Hombre de las Estrellas, en La Leyenda del Pianista del Oceano o en Malena. Siempre hay un proceso de cambio desde la inocencia hasta la cruda realidad. Un proceso amargo y triste, pero bello y, sobre todo, pleno. Y cuando digo proceso, lo digo con doble intención, porque otro sello característico de Tornatore es esa genial capacidad para describir procesos de trabajo. En casi todas sus películas ha sido clave el trabajo de sus protagonistas y cómo lo abordan. Una minuciosa atención a los detalles que hacen de la rutina un mundo casi mágico. Por eso es curioso que toda esa meticulosidad en el proceso de trabajo contraste con la apartente pero falsa meticulosidad en la que se basa la trama de su última película.


La Mejor Oferta cuenta la historia de un subastero experto en arte y antigüedades de talla mundial. Un tipo huraño, impertinente y soberbio que sólo se conmueve ante obras de arte y, sobre todo, ante retratos de mujeres cuyo valor real sólo él reconoce y que colecciona de forma obsesiva. En vez de amar a una mujer, ama el concepto idealizado de la misma a través del arte. Vamos, un pedante con una vida más vacía que el bolsillo de un becario. Por eso, cuando una misteriosa mujer que sufre una extrema agorafobia le contacta para subastar los objetos heredados de sus padres, ésta se convierte poco a poco en su nuevo objeto de deseo. Igual que en sus retratos, el misterio acrecienta el interés, que pronto deriva en obsesión. Una relación que va creciendo poco a poco porque ambos son personas emocionalmente maltrechas y, por otro lado, con una sensibilidad sin igual.

Sin embargo algo turbio flota tras todo esto. Tornatore va sembrando el metraje de pistas para desembocar en un final que no dista mucho del de sus otras películas, pero que aquí obliga a no querer buscarle tres pies al gato, porque si bien las piezas que establece encajan, el puzzle al que pertenecen forma una imagen muy poco probable.

Aquí llegamos a ese siempre problemático punto de muchos thrillers cuya capacidad de impacto en el espectador se basa en un giro inesperado de la trama. Hay películas que, como no se toman demasiado en serio, aguantan giros más o menos increíbles, pero ésta no es una de ellas. Tornatore es un tipo que se decanta, como decía, por el detalle en los procesos, por mostrarse sensible a las emociones, por enfrentar a sus personajes a la pérdida de la inocencia, y temas de ese calado, mostrados en un tono elegante, a ratos serio y a ratos entrañable, pero siempre con el rigor de fondo, no casan con tramas que pese a lo preparadas que aparentan ser, se sustentan ante todo en el azar y la suspensión de incredulidad del espectador.


A nivel de trama es quizás la película de Tornatore que, pareciendo más infalible, resulta más tramposa, sobre todo por tratarse de un thriller, un género donde el cómo es tan importante como el por qué. Sin embargo a nivel emocional creo que es una de sus películas más equilibradas y con un Geoffrey Rush genial que da empaque al profundo cambio que atraviesa el personaje, que, también es cierto, es la parte más interesante, importante y lograda de la película.

Quizás meta algún SPOILER, pero lo interesante del viaje, como digo, es lo que implica para el personaje de Rush, es un tipo que cuando más humano se muestra, recibe una bofetada multiplicada de su propia medicina, es decir, el desdén y el engaño con aquello que más quiere. Es un tipo que sólo entiende la amistad desde la superioridad intelectual y cierta servidumbre de sus más allegados que, obviamente, nunca llegan a ser verdaderos amigos. El amor que llega a sentir es el único sentimiento realmente puro que tiene el protagonista, un sentimiento que será su plenitud y su talón de aquiles. Tornatore vuelve así a otra de sus constantes, la debilidad que supone para alguien talentoso mostrar sus sentimientos. El amor es, a la vez, la fuente de la mayor alegría y seguramente la llave a la perdición hasta el punto de mutilar para siempre a alguien con un don especial.

Así que quizás, a la hora de acercaros al cine y ante la perspectiva de que repensar la trama os chafe la lógica argumental, sea conveniente verla simplemente como un viaje emocional bajo la máscara del cine de género. Es la forma más grata de disfrutarla y la que mejor responde a las pretensiones del director y a la verdad de su protagonista.

Autor: Javier Ruiz de Arcuate (lashorasperdidas)



'Lobezno inmortal': El perdón


Una de las cosas que diferencia a los humanos de los animales es que, dentro de un margen, podemos hacer lo que nos da la gana. Como por ejemplo olvidar la existencia de 'X-Men Orígenes: Lobezno', de la misma manera que han hecho sus responsables para con su teórica secuela. Una especie de borrón y cuenta nueva, como si el anterior filme, una "masacre" contra el espíritu del personaje según unos cuantos, no hubiera sido más que un mal sueño del que, sin embargo, sus responsables han tomado apuntes al despertar. Con 'Lobezno inmortal', vaya por delante -y en respuesta a lo que todo el mundo pregunta- sustancialmente mejor y más satisfactoria, sus responsables nos sirven en bandeja toda una declaración de intenciones que se resume en una sola palabra, perdón.

Hace cuatro años -con bastante más generosidad de lo que mi memoria alcanzaba a recordar- puntué con un 6'5 el primer filme, el de 2009, cuando un reciente visionado me ha dejado bastante claro las evidentes limitaciones de un producto que simplemente era, y por ser. Y esa viene a ser, posiblemente, la principal diferencia entre una y otra: que para esta ocasión se ha puesto interés en hacer de ella un filme algo más "inmortal" que el primero, para el cual parece que se molestaron lo justo y necesario, o ni eso, dando por sentado que todo vale mientras que las garras no rasquen hueso. Esto no quiere decir, necesariamente, que hayan querido (o hayan sabido) hacer de ella algo realmente "inmortal", insistiendo una vez más en el chiste, pero sí que dentro de lo que vendría a ser un blockbuster de verano -no lo olvidemos- se nota que se ha puesto dicho interés en respetar a quien, al fin y al cabo, tiene la responsabilidad de reintegrar su presupuesto, al público (y sobre todo al fan), ofreciendo una producción que recupera el honor del personaje... con vistas a, evidentemente, seguir explotando su imagen en cuantas más películas mejor mientras a Jackman, el hombre que todos querríamos ser, le dure el pellejo para cargar con las exigencias físicas del adamantium. 


Lo más relevante está superado, el trauma causado por un filme anterior en el que se cometieron algunos errores importantes, y que aunque entretenido dejaba con un agridulce sabor a rancio. Lo que queda claro desde el principio es que, ya guste más o un poco menos, este nuevo filme tiene la chispa que aquella no tenía. Y el perdón empieza por inspirarse en lo que ya hay escrito sobre el papel, y sobre todo por respetarlo, evitando en la medida de lo posible tirar del temible ingenio de oficina hollywoodiense. Si lo que cuenta son las intenciones, el proyecto nació con un nombre como el de Darren Aronofsky. Como cuando se le dio todo un 'Hulk' a Ang Lee (que un servidor defenderá hasta la muerte, que conste). Finalmente no fue él, sino el todoterreno James Mangold que asumió las riendas, y el proyecto vino a transformarse en igual medida -suponemos- que lo hizo Hulk cuando Louis Leterrier puso sus garras sobre él. La similitud se acepta: posiblemente se perdió personalidad y un filme al que señalar con el dedo, pero se ganó en eficacia y, sobre todo, eficiencia en favor de lo que, repetimos, es un blockbuster para todo tipo de públicos que no tiene la necesidad de buscar el valor de PI. Riesgos los justos, que la factura es de 100 millones, y en ese sentido entre "lobeznos" no hay diferencias, sólo que este está mejor hecho y no sale Ryan Reynolds.

Mangold ha sabido hacer de 'Lobezno inmortal' lo mismo que Leterrier supo hacer con su 'Increíble Hulk', un buen evento veraniego que funciona como película y cumple como blockbuster, tal vez no siendo "amazing" como tampoco lo era el reboot de Spider-Man, pero sí lo suficientemente compensado como para respetar a la gran mayoría de los espectadores que apuesten por ella de primeras (y sin grandes ambiciones). Imperfecto y mejorable, por supuesto, y no exento de clichés y recursos criticables, como la morosidad de su tramo central, la previsibilidad de su desarrollo o la falta de garra -nunca mejor dicho- de un clímax mejorable (que ni sorprende ni agarra por los huevos al espectador). No obstante el saldo que arroja una vez la función revela qué vendrá a continuación -ojo al regalo que supone la escena post-créditos- es como para estar contentos... tal vez no entusiasmados, pero si contentos. De partida, lo dicho, mejora en casi cualquier aspecto a la anterior, empezando por un acabado visual sensiblemente superior y terminando por una reseñable banda sonora de Marco Beltrami. Entre medias Hugh Jackman destilando carisma en cada gesto de un personaje que conoce a la perfección, algún set piece tan espectacular como el que tiene lugar en un tren, unas cuantas coñas bien hiladas y mucho japonés dando vueltas (y peleándose) por ahí. Poco más, en realidad, pero suficiente como para aceptar el honor de las disculpas. 

Autor: Juan Pairet Iglesias (El Séptimo Arte)

John Williams seguirá poniendo música a la saga 'Star Wars'


No habrá nuevo compositor en la saga ‘Star Wars’. Cabía esperar que J.J. Abrams trabajara con Michael Giacchino, su habitual colaborador, para crear la música del Episodio VII pero la presidenta de Lucasfilm, Kathleen Kennedy, ha zanjado el asunto públicamente anunciando que siguen contando para dicha tarea con el veterano John Williams.

Kennedy ha aprovechado el evento Star Wars Celebration Europe para confirmar que Williams se ocupará de la banda sonora de la nueva trilogía del universo cinematográfico creado por George Lucas, cuya próxima película debería llegar a los cines en 2015. La decisión es perfectamente lógica, aporta continuidad a las nuevas entregas, no obstante, quizá era el momento para dar entrada a alguien nuevo, fresco, con otras ideas. Además, el éxito de la dupla Abrams-Giacchino está más que demostrado. ¿Qué opináis vosotros?

Recordemos que John Williams ha ganado el Oscar en cinco ocasiones y además de la saga galáctica puso música a títulos como ‘Tiburón’ (‘Jaws’, Steven Spielberg, 1975), ‘Superman’ (Richard Donner, 1978), ‘En busca del arca perdida’ (‘Raiders of the Lost Ark’, S. Spielberg, 1981), ‘E.T. El extraterrestre’ (‘E.T. the Extra-Terrestrial’, S. Spielberg, 1982), ‘La lista de Schindler’ (‘Schindler´s List’, S. Spielberg, 1993) y ‘Harry Potter y la piedra filosofal’ (‘Harry Potter and the Sorcerer´s Stone’, Chris Columbus, 2001), entre otros.

PD: El vídeo que tenéis arriba recoge las primeras declaraciones oficiales de Williams sobre su participación en ‘Star Wars 7’.

Autor: Juan Luis Caviaro (Blog de cine)

Vía: StarWars.com

Taquilla USA: Lobezno triunfa sin entusiasmar


Aun siendo un verano especial, saturado de superproducciones, algunas de las cuales han tropezado inevitablemente, era impensable que ‘Lobezno inmortal’ (‘The Wolverine’, James Mangold, 2013) no lograra el número 1 de la taquilla estadounidense en su estreno. La duda estaba en las cifras, si arrasaría o decepcionaría, y podría decirse que se ha quedado a medias. Supera la barrera de los 50 millones de dólares, que no está nada mal —este segundo spin-off de Lobezno costó 120 millones—, pero era un fin de semana tranquilo, sin ninguna otra novedad potente que pudiera hacerle sombra. ¿Señal de que el público ya ha tenido suficiente o es que la película no se ha vendido demasiado bien? Espero vuestra opinión.


Como podéis comprobar, ya no están en el “top 10” blockbusters como ‘El llanero solitario’ (‘The Lone Ranger’, Gore Verbinski, 2013) o ‘Asalto al poder’ (‘White House Down’, Roland Emmerich, 2013) y a otros como ‘Pacific Rim’ (Guillermo del Toro, 2013) o ‘R.I.P.D.: Departamento de Policía Mortal’ (‘R.I.P.D.’, Robert Schwentke, 2013) les queda poco para desaparecer. Aparte del estreno de la nueva película de Hugh Jackman, cabe destacar el estupendo resultado de dos modestas producciones que están dando mucho que hablar. Una es la ópera prima de Ryan Coogler, ‘Fruitvale Station’ (2013), la triunfadora del festival de Sundance, cuya recaudación creció un 529,8% tras aumentar su número de copias —de 34 a 1.064—; la otra es lo último de Woody Allen, ‘Blue Jasmine’ (2013), que en solo 6 salas ha conseguido 613.000 dólares —tiene el mejor promedio de la semana: 102.167$ por pantalla—.

Autor: Juan Luis Caviaro (Blog de cine)

Datos: IMDb





viernes, 26 de julio de 2013

'La mejor oferta', la tentación oculta


El restaurador Virgil Oldman (Geoffrey Rush) lleva una vida meticulosa y previsible. Cuando la rica y misteriosa heredera Claire (Sylvia Hoeks) le encargue una extraña restauración de una casa magnífica que ha heredado tras el fallecimiento de sus padres, Oldman se sentirá fascinado por la joven, que al parecer no ha salido desde hace más de una década de su habitación, en la que vive encerrada por razones extrañas.

Giuseppe Tornatore, al que entrevistamos, firma este éxito del cine italiano rodado en habla inglesa, como tantas otras producciones recientes europeas, y el resultado es bastante estimable. Si tenemos en cuenta que el thriller modélico suele adaptarse a las modas más o menos imperantes, ‘La mejor oferta’ (La migliore offerta, 2013) es al menos una refrescante variable a ese esquema.

¿Qué elementos son más sugerentes de esta intriga ambientada en el mundo del arte? Ciertamente ese mundo, descrito con pereza y algo de sorna como uno de snobs, no es el que más parece motivar las intenciones del cineasta italiano. No es su película, ni lo pretende, un comentario, ácido o amable, sobre el mundo del arte dado que todo está guiado por la agradable interpretación de Geoffrey Rush, en un registro permanentemente encantador, torpe y finalmente incluso conmovedoramente patético.


Pero, sin embargo, lo interesante es como Tornatore hace de la subjetividad el centro de su relato, sin que esta decisión de guión, en mi opinión lo más acertado por como está expresado en la dirección que toma la película, haga a la película derivar hacia los terrenos truculentos y se llene la pantalla de cadáveres.

Es tentadora la opción de pensar en el cine de Alfred Hitchcock, pero es un referente que se sortea, al ser esta más una historia de como la desconexión de una persona común, ajena a todo cuanto se parece al sentimiento real puede estar convencida de haber encontrado lo verdadero. Y en ese sentido, la película se mueve muy bien con dos registros interpretativos de los personajes secundarios.


Por una parte, un adecuado y convincente Jim Sturgess encarna a un personaje obsesionado con un autómata que va reconstruyendo, pero no habrá regocijo para los amantes de la ciencia ficción porque esto es apenas un aderezo argumental sin que tenga mayor peso en la trama que el del feliz despiste. Por otra parte, Sylvia Hoeks es un convincente objeto de deseo, basculando entre la fragilidad y la inteligencia sibilina, dando relieve a un personaje con muy poco tiempo en la pantalla.

Sorprendente y agradablemente estructurada, esta historia de amor contiene lo que posiblemente sea el más certero de los finales felices para un personaje que acaso ha encontrado en su reciente amor por el sentimiento verdadero una feliz paradoja: que su única verdad no sea más que instante que brotó accidentalmente de una gran mentira.

Autor: Pablo Muñoz (Blog de cine)

'Expediente Warren: The Conjuring', destilando el miedo


Nada más lejos de mi intención que querer parecer un “abuelo cebolleta” cuando suelo aseverar que el cine de terror no es lo que era, pero lo cierto es que en los últimos tiempos —y entendamos como tales casi las dos últimas décadas— la esencia del miedo que se podía palpar en la pantalla ha ido dejando espacio cada vez más a los sustos facilones, esos que vienen precedidos por un súbito golpe de efecto en la música y que provocan, sí o sí, el griterío general en la sala de cine por parte de las féminas más impresionables. Atrás quedan pues los tiempos en los que el género se dedicaba a escudriñar los orígenes de nuestros miedos y fobias y los explotaba con efectivas producciones que hacían de la opresión y la creación de ambientes malsanos sus más efectivos valores.

Tanto es así que, amante desde tiempos inmemoriales del terror cinematográfico, conforme la evolución del género daba más importancia a los nuevos patrones y casi relegaba al olvido los antiguos, he ido abandonando el acudir a las salas cada vez que se estrena una nueva cinta de “sustos” y ‘Expediente Warren. The conjuring’ (‘The Conjuring’, James Wan, 2013) no habría sido una excepción de haber hecho caso omiso a la vehemente crítica que mi compañero Mikel publicaba sobre ella hace unos días. A la vista de los soberbios resultados de la última producción del responsable de ‘Saw’ (id, 2004) ahora sé que, de cara al género, puedo confiar plenamente en su criterio.


Dejémoslo claro desde el principio, ‘Expediente Warren’ no sólo se las apaña ella sola para devolver al género de un plumazo gran parte del prestigio que ha ido perdiendo durante el transcurso de los años sino que, y ahora abundaré en ello, es una de las cintas más terroríficas que he tenido la oportunidad de ver a lo largo de mis más de tres décadas de cinefilia, un logro que se hace aún más evidente si se considera que James Wan consigue transmitir auténtico terror a la platea haciendo gala de una espléndida contención de formas y de un permanente y consciente aislamiento de formulaciones actuales.

Es por este último motivo por el que podríamos comenzar afirmando que, en lo que al cine de género respecta, ‘Expediente Warren’ es un filme de factura y modales clásicos, descubriéndose su realizador como un perfecto conocedor de los resortes que, activados uno a uno, y de muy sutiles maneras, son capaces de ir construyendo situaciones que terminen por hacerse insoportables de cara al respetable. Tanto es así, que si en los últimos años uno podía saber que estaba viendo una película de miedo por el desgaste de las gargantas de los vecinos de butaca, lo atenazante del pavor que destila Wan provocaba —al menos en la sala donde acudí a verla— un estado de conmoción perpetuo en el que no se llegó a escuchar ni un sólo grito de pánico.


Tamaño logro —porque, no nos equivoquemos, es un logro en toda regla— se traduce en la paulatina creación de un ambiente insoportable que transpira por cada fotograma del metraje; o, en términos más llanos, de un “mal rollo que te pasas” de principio a fin, no dejando Wan nada al azar en la precisa narración de un relato que, sorpresa, no cuenta con ningún elemento novedoso que no hayamos visto ya cientos de veces en otros tantos filmes.

Paren de leer cuando les suene algo de la lista siguiente: muñeca poseída con el rostro completamente deformado, casa encantada, familia que se muda con mucha ilusión a la misma, fenómenos paranormarles inexplicables, un sótano que estaba misteriosamente tapiado, una fuerte presencia demoníaca, la intervención de unos expertos en limpiar casas, algo de historia antigua sobre la misma en la que interviene una bruja y algún que otro sacrificio ritual…y no sigo. Que ¿dónde se han detenido? Lo que les decía, todo, absolutamente todo en este filme está extraído de otros —y no me voy a entretener en citar a esos otros, cualquiera de vosotros podría darme diez ejemplos de los mismos sin pestañear—.


¿Cuáles son pues las razones que hacen que ‘Expediente Warren’ funcione a la perfección? Para empezar, la soberbia puesta en escena de Wan, un realizador que hace de la claridad expositiva su máxima y que huye, como ya he afirmado hasta el hastío, de golpes de efecto, montajes rápidos y engañosos o de la dependencia excesiva en la hemoglobina y la casquería y que, además, se apoya constantemente en el ajustado reparto de la cinta, un reparto que, con nombres como Lily Taylor, Patrick Wilson o Ron Livingston encuentra su punto álgido en la inquietante presencia de Vera Farmiga, una actriz que confirma aquí lo que ya muchos hemos ido intuyendo este año en los capítulos de ‘Bates Motel’: que sus bellas facciones y azulada mirada esconden una determinación con la que muy pocas actrices cuentan hoy en día.

Uniéndose a la labor de dirección e interpretación, el guión escrito a cuatro manos por Chad y Carey Hayes utiliza todos los citados arquetipos a su alcance para jugar con ellos de tal manera que la constante sensación de familiridad con lo que está a punto de ocurrir sea el mejor arma arrojadiza contra el público: la anticipación del miedo, y la lenta pero segura construcción de cada momento es lo que provoca que los nervios de los asistentes a la proyección estén expuestos durante todo el metraje al antojo de los maquiavélicos manejos de la pareja de guionistas.

Por todo esto, y todo aquello que la letra nunca será capaz de capturar, resulta comprensible el porqué del éxito que ‘Expediente Warren’ ha conseguido en su primer fin de semana en la taquilla americana, logrando recaudar cerca de 42 millones de dólares, una cifra que supera con mucho las grandes expectativas que Warner tenía puestas en el filme y que hablan, desde otro ámbito, de las ganas del público de pasar miedo en los cines. Pero no cualquier tipo de miedo, miedo de verdad. Uno del que este filme puede alardear tener a manos llenas.

Autor: Sergio Benítez (Blog de cine)

James McAvoy será Victor Von Frankenstein


El cine tampoco escapa a las modas y parece que el resurgir de Frankenstein es la última de ellas. Este fin de semana se estrena en Estados Unidos la delirante ‘Frankenstein’s Army’ (id, Richard Raaphorst, 2013) y dentro de unos meses llegará ‘I, Frankenstein’ (id, Stuart Beattie, 2014), pero había otro proyecto que llevaba varios meses paralizado y que acaba de coger impulso al confirmarse que el ascendente James McAvoy va a interpretar a Victor Von Frankenstein en la versión de la historia de Paul McGuigan —‘El caso Slevin’ (‘Lucky Number Slevin’, 2006)— que aún carece de título.

No sé si realmente merece la pena aclararlo, pero la película nos contará la historia de un ambicioso científico que aspira a poder devolver la vida a los muertos, algo que acabará consiguiendo, aunque no con el resultado esperado. Hace ya meses que se sabía que Daniel Radcliffe va a encargarse de dar vida a Igor, el ayudante de McAvoy en esta nueva versión de la novela de Mary Shelley que ha sido adaptada para la ocasión por Max Landis, el autor del libreto de ‘Chronicle’ (id, Josh Trank, 2012).

Autor: Mikel Zorrilla (Blog de cine)

Vía: Deadline

Estrenos de cine | 26 de julio | El cine de autor sí es para el verano


Mientras el miércoles se estrenaba ‘Lobezno inmortal’ (‘The Wolverine’, James Mangold, 2013), los estrenos del viernes se quedan algo flojos y pierden protagonismo, sobre todo, teniendo en cuenta que se trata de películas muy pequeñas y casi sin relevancia. Aunque también nos llega algo de cine de autor que no acostumbra a verse durante las vacaciones, como lo nuevo de Bertolucci o Brillante Mendoza. Y es que el cine de autor no es para el verano…¿o sí?

‘Lobezno Inmortal’ 

Dirección: James Mangold. Título Original: ‘The Wolverine’. País: USA. Año: 2013. Duración: 126 min. Género: Acción, Aventura, Fantasía. Interpretación: Hugh Jackman, Tao Okamoto, Rila Fukushima, Hiroyuki Sanada, Brian Tee, Svetlana Khodchenkova. Guion: Mark Bomback, Scott Frank, Christophert McQuarrie.

Sinopsis: Basada en el aclamado cómic, esta épica aventura lleva a Lobezno (Hugh Jackman), el personaje más icónico del universo de los X-Men, a Japón en la actualidad. En un mundo desconocido para él se enfrentará a su peor enemigo en una lucha a vida o muerte que le cambiará para siempre. Vulnerable por primera vez y desafiando sus límites físicos y emocionales, no sólo se enfrenta al letal acero samurái, sino también a una lucha interna contra su propia inmortalidad que le volverá más fuerte de lo que jamás le hemos visto.

¿Qué podemos esperar?: A mí, personalmente, no me llaman nada la atención las adaptaciones de cómic, y esta no iba a cambiar el asunto, pero la cinta aparenta estar llena de acción. Mejor, leed la opinión de mi compañero Mikel, al que gustó aunque no entusiasmó la cinta.

‘Tú y yo’

 
Dirección: Bernardo Bertolucci. Título Original: ‘Io e te’. País: Italia. Año: 2012. Duración: 103 min. Género: Drama. Interpretación: Tea Falco, Jacopo Olmo Antinori, Sonia Bergamasco, Veronica Lazar. Guion: Niccolò Ammaniti, Umberto Contarello, Francesca Marciano, Bernardo Bertolucci

Sinopsis: Lorenzo es un adolescente de 14 años con dificultades para relacionarse con su familia y el mundo en el que vive, que decide esconderse durante una semana en el sótano de su casa. Pero la frágil y rebelde hermanastra de Lorenzo hace su aparición y acaba con su tranquilidad.

¿Qué podemos esperar?: Aunque me declaro fan del señor Bertolucci, su última película me da un poco de pereza y es que me suena a ‘niño intenso’ adolescente que en un acto de rebeldía desaparece y se encuentra a sí mismo, al encontrar en su rebelde hermana una aliada. Obviamente, también habrá un poquito de rollo incestuoso. En Blog de Cine la vimos en el pasado Festival de Cine de San Sebastián.

‘Cautiva’


Dirección: Brillante Mendoza. Título Original: ‘Captive’ País: Alemania, Filipinas, Francia, Reino Unido. Año: 2012. Duración: 120 min. Género: Drama. Interpretación: Isabelle Huppert Guion: Brillante Mendoza, Patrick Bancarel, Boots Agbayani Pastor, Arlyn De La Cruz

Sinopsis: Unos separatistas islámicos secuestran a un grupo de personas que se ven obligadas a seguirles por la jungla montañosa, donde permanecerán con sus captores más de un año mientras huyen de los frecuentes ataques del ejército filipino.
Una increíble aventura basada en hechos reales.

¿Qué podemos esperar?: Aunque esté basada en hechos reales, la historia de los secuestros en países islámicos se ha llevado más de una vez al cine. Aún así, la mano firme de Brillante Mendoza y esa bestia parda llamada Isabelle Huppert, hace que sea uno de los estrenos más interesantes de la semana.

‘Colosio, el asesino’


Dirección: Carlos Bolado. País: Colombia, España, Francia, México. Año: 2012. Duración: 100 min. Género: Thriller. Interpretación: José María Yazpik, Daniel Giménez Cacho, Kate del Castillo, Odiseo Bichir, Tenoch Huerta, Emilio Echevarría. Guion: Carlos Bolado, Hugo Rodríguez

Sinopsis: Es 1994 en México, un año turbulento desde su inicio. Una rebelión indígena sacude el país. Tres meses más tarde el candidato a las elecciones por el partido en el gobierno, es asesinado tras un mitin en Tijuana. El país está consternado. Nadie sabe quién está detrás; todo apunta a una conspiración a un crimen de Estado. Andrés Vázquez, un experto en Inteligencia, es designado a llevar a cabo una investigación secreta paralela a la investigación oficial. Pero otro agente, “El Seco”, ha recibido la orden de eliminar a todos los testigos y hacer desaparecer todas las evidencias del asesinato del candidato. Conforme ordena las piezas del intrincado rompecabezas, Andrés se va acercando a la verdad, pero también va poniendo cada vez más en peligro su vida y la de sus seres queridos.

¿Qué podemos esperar?: Es la primera vez que oigo hablar de esta película y viendo el tráiler y leyendo la sinopsis me da un poco de miedo. ¿Una cosa que me llame la atención? José María Yazpik encabezando el reparto, claro.

‘Tres-60’


Dirección: Alejandro Ezcurdia. País: España. Año: 2013. Género: Thriller. Interpretación: Raúl Mérida, Sara Sálamo, Joaquim de Almeida, Geraldine Chaplin, Adam Jezierski, Marta Martín, Guillermo Estrella, Manuel Morón. Guion: Luis Berdejo

Sinopsis: La vida de Guillermo transcurre entre sus aburridas clases en la universidad, trabajos ocasionales como modelo que le dan para vivir holgadamente y su verdadera pasión, el surf. Todo cambia cuando descubre un antiguo carrete fotográfico en las obras de reforma de la casa de sus padres. Su revelado destapa enigmáticas imágenes y una cara conocida: su mejor amigo de la infancia, Iván, desaparecido hace ya demasiado tiempo. A medida que tira del hilo, la curiosidad inicial de Guillermo se convierte en una peligrosa investigación de consecuencias insospechadas. En sus pesquisas, contará con la ayuda de Daniela, estudiante de Bellas Artes y aficionada a la fotografía profesional, en la que no puede dejar de pensar; con el apoyo incondicional de su compañero de olas, El Ruso; y con la pericia informática de su hermano menor, Mario. Ninguno de los cuatro es consciente de que el camino hacia la verdad puede cambiar sus vidas para siempre.

¿Qué podemos esperar?: Aburrido, aburrido, aburrido. Pero ojito a Adam Jezierski…más cine para este muchacho, por favor.

Una canción para Marion’

 

Dirección: Paul Andrew Williams. Título Original: ‘Song for Marion’. País: Alemania, Reino Unido. Año: 2012. Duración: 93 min. Género: Drama, Comedia Interpretación: Gemma Aterton, Christopher Eccleston, Terence Stamp, Vanessa Redgrave, Anne Reid. Guion: Paul Andrew Williams

Sinopsis: Arthur es un jubilado gruñón cuya esposa Marion lo anima a que se una a un coro local que, desde luego, no tiene nada de convencional. A pesar de la oposición de su hijo James, la directora del mismo intentará convencer al hombre para que forme parte de su grupo y, de esta forma, aprenda a aprovechar lo bueno de la vida.
Poco a poco, descubrirá que las mejores armas para enfrentarse a los momentos más oscuros que se le vienen encima son la música y el amor de los que le rodean.

¿Qué podemos esperar?: Aunque también suena a algo muy visto, tiene pinta de ser una comedia dramática con toques tiernos, muy estilo ‘british’ y es que los jubilados dan mucho juego y si tienen el rostro de Terence Stamp o Vanessa Redgrave, pues mucho más.

Autor: Lucía Ros (Blog de cine)